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16 diciembre 2025

EL CAIRO (EGIPTO) 2025 noviembre

Primera foto del viaje... desde la terraza de mi hotel en Giza
Por un cáncer detectado en enero 2025, hacía un año (Eritrea, nov 24) que no viajaba fuera. Volver a hacerlo ha sido sanador, terapéutico y muy motivador. A mi regreso, y cuando mejor me encontraba, he tenido de nuevo malas noticias por lo que me toca seguir en manos de la oncología. 

Putada tremenda. Escribir me ayuda a no pensar en ello.

Museo GEM

Decidí visitar Egipto porque mi viaje al Yemen continental comenzaba en El Cairo. Como escala previa, fue una excusa perfecta. Es muy posible que tú ya hayas visitado Egipto, es un destino tan popular. Pero para mí ha sido la primera vez. 

Es quizás uno de los países más idealizados del mundo: al margen de su apabullante patrimonio histórico, muchos se sienten decepcionados cuando se dan cuenta de que en realidad no viajaron bien informados, aunque no lo reconozcan. 

Volvemos así a las -para mí indiscutibles- diferencias entre “turistas” y “viajeros”, irreconocibles o artificiales para algunos pero tan reales...

Mezquita Ibn Tulun
Calle Al Muizz

Nunca lo había ocultado: Egipto era un destino que siempre me había dado mucha pereza visitar. Pero dos razones me terminaron de convencer: las fechas (mediados de noviembre) me garantizaban una climatología muy propicia y menos turismo

Además contaba con un oportuno aliciente extra: poder visitar en El Cairo el famoso GEM (Grand Egyptian Museum), que justo acababa de ser reinaugurado 10 días antes de mi llegada como un acontecimiento histórico.

Fui solo y para 4 días preferí centrarme solamente en El Cairo, ciudad con mucha energía, lo que quizás me haya dado una imagen algo “incompleta” de Egipto, sin cruceros ni otros famosos templos, pero me ha facilitado el poder equilibrar a mi gusto vida callejera y mundo faraónico. 

Y tener más libertad de movimientos: hice todo por libre, sin prisas y a mi aire. También sé que, al no haber contratado guías, me he perdido explicaciones detalladas que he suplido con información propia recopilada para sacar partido a las visitas, en su justa medida y sin empachos.

Pirámide de Micerinos, Giza
Ciudadela de Saladino

En El Cairo estuve en 2 hoteles distintos: 2N en Giza (se pronuncia Guiza) y 3N en el Downtown, un acierto estratégico para sortear el denso tráfico y las enormes distancias. Recomiendo hacerlo así.

Museo GEM, Sala de Tutankamon

Consciente de donde me metía y con la firme intención de evitar en lo posible turistadas innecesarias, otro reto adicional fue que me timasen lo menos posible. Ir solo también disuade a los pesados. 

Consciente también de que todos los extranjeros visitamos en general los mismos sitios y que todo iba a estar muy trillado. Cierta sobredosis cultural faraónica era también una posibilidad real. Por tanto, expectativas previas justas en un país que, si bien siempre intuí fascinante, nunca me animaba a visitar. Pienso que para ser un destino viajero atractivo no basta con tener un gran patrimonio histórico o unos paisajes paradisíacos: la masificación o una mala gestión del turismo podría provocar que la experiencia real quedase arruinada y que un destino resulte ser menos interesante de lo esperado, con un saldo de autenticidad cuestionada.

Cenando en el Rooftop 7000

La temporada alta empieza el 1 de octubre hasta el 30 de abril, porque la temperatura es más agradable. En 2024 Egipto recibió un récord de casi 16 millones de turistas, superando las proyecciones. Y en 2025, hasta octubre, ya se había alcanzado esa cifra. 

El gobierno ha implementado una estrategia para aumentar el turismo, incluyendo el aumento de vuelos internacionales. Sí, aquí no preocupa ni el sobre-turismo ni la masificación. El Museo GEM sin duda contribuirá aún más a ello. Y es que el turismo es una fuente crucial de divisas para Egipto, como lo son los ingresos del Canal de Suez o las remesas de expatriados.

Turistas en Saqqara
Sabía que solo ya en El Cairo y alrededores había muchísimo por ver. Y aquí tengo un dilema a la hora de recomendar o aconsejar. Porque a quienes viajan como yo, les diría eso de “no te apuntes a las excursiones opcionales que te van a ofrecer si vas en un tour: suelen ser caras y no valen la pena. Vas a la carrera. Vete a tu aire porque la ciudad, aunque inmensa, es asequible y segura”. 

Este país vive básicamente del turismo y se las saben todas, así que a los turistas inexpertos no les bastará con ir mentalizados y ser algo precavidos: hay perfiles que no van a soportar la presión y deben de ir en un grupo organizado y "protegido". Con sus pros y sus contras. Para algunos, visitar Egipto es "enfrentarse" a un país. En esas estamos...

Interior Pirámide de Teti, Saqqara
Salvo por los habituales carteristas y estafas clásicas en cualquier lugar turístico, El Cairo me ha parecido muy seguro: las autoridades no pueden permitir que a un extranjero le pase algo allí. Hay penas muy duras de cárcel para quienes roben a un turista. Y ahora con el GEM se han redoblado esfuerzos. 

Es un destino inevitablemente “churrera”, pero un enfoque diferente en tu viaje puede amortiguar y cambiar esto en parte. Yendo por libre y centrando el tiro con algunas cautelas lógicas, es un destino para disfrutar sin prisas y “sentirlo”.

En Giza

Hay cientos de blogs de viajes sobre Egipto, un destino "medio-africa" "medio-oriente-medio" digamos bastante “iniciático” para muchos (como p.e. lo son también Tailandia o Marruecos). Con altas dosis de “egiptomanía”, lees en webs y en redes sociales decenas de consejos parecidos, algunos demasiado “naive” para mi gusto o muy centrados siempre en cómo evitar ser engañados. Y con mucha información similar en base a itinerarios y lugares también muy similares. 

La Gran Esfinge, con la Pirámide de Keops
Las principales quejas y molestias amargas de muchos turistas en este país se refieren a problemas de suciedad, tráfico, contaminación, ruido, olor, comida callejera, maltrato animal, corrupción policial, mucha gente pidiendo o que te sigue, acoso a las mujeres, estafas y engaños. 

Casi nada, no?. Ahí queda eso para describir la experiencia real egipcia contada por algunos, lo que hace que muchos pongan en cuestión el enorme marketing de este país diciendo que hay una mítica exagerada y es un destino sobrevalorado. Para algunos turistas, “lo malo” que ven en un destino es tremendamente horrible e insoportable y “lo bueno”, aunque no sea para tanto, les parece algo impresionante y espectacular. Dime dónde has ido antes y te diré por qué piensas así…

Puerta de Bab Zuwayla

Holgaría decirlo. Si un vuelo de rabiosa oferta p.e. desde España hasta El Cairo puede rondar los 400 eur i/v, huye de los paquetes-chollo de 8 días y 7 noches por 599 eur o incluso menos. Te saldrá barato, sí, pero es muy posible que te lleves un chasco y que no tengas ningún servicio incluido y que los hoteles sean (muy) subestándar. 

Ten en cuenta que aunque muchos te pidan comisiones, los maleteros y guías locales altas propinas y algunos vendedores traten de timarte… visitar Egipto merece la pena, a pesar de que su mala reputación por el mal trato al turista pueda ser real a veces pero en general sucede porque no se han sabido atajar convenientemente las trampas clásicas. Los “estándares” son mucho más bajos que en Europa pero... ¿esto hay que explicarlo?. No. Solo hay que entenderlo aunque aceptarlo sea otra cosa. Las Redes Sociales están plagadas de fans y de “haters” de Egipto. 

Ignorancia viajera e inseguridad en el país del mundo que menos las perdona. Muchos quieren contar siempre, indignados, todo lo malo que les ha pasado… pero se graban a fuego y amplifican una mala experiencia pero luego no cuentan otras diez que han sido muy buenas. Egipto es un país de controversias y a muchos turistas les encanta contar siempre “aquello tan... que les pasó” ( tan raro, tan increible, tan chocante, tan desagradable, tan inaudito...).

Barrio islámico

Yo pienso que el acoso y la actitud con el turista en Egipto se exagera en general en webs y RR.SS. por parte de gente desinformada que no sabía dónde se metía, o que tienen la piel muy fina. Para algunos el secreto para disfrutar más en Egipto termina siendo interactuar con los locales lo menos posible, salvo excepciones como con los guías contratados o con egipcios fuera del sector turístico. Yo creo que, aunque generalizar es injusto (no todos los egipcios son iguales) es posible que evidentemente esta pueda ser una actitud defensiva que al final a algunos les puede evitar disgustos

Quiero zanjar ese manido debate impulsado por gente que, por malas experiencias con guías y vendedores, dice que no volverá nunca y estigmatiza injustamente un destino. Es Tercer Mundo amigo, hay hambre y necesidad: debías de haberlo sabido pero fuiste sin información previa o sin haberla interiorizado.

A otra cosa. 

Por resumir las opciones más habituales de viaje a quienes no han ido nunca a Egipto y se lo están pensando: 

  • Si se dispone de entre 6 y 10 días incluyendo los vuelos, muchos centran su viaje en El Cairo y cogen un vuelo interno para ver los templos de Luxor y Aswan, incluyendo Abu Simbel, que se pueden visitar realizando un crucero por el Nilo. 
  • Si tienes más de 10 días, otros incluyen alguna zona del Mar Rojo, uno de los mejores lugares del mundo para practicar snorkel y submarinismo: los principales destinos cerca de Luxor son Hurgada y Marsa Alam o Dahab y Sharm el-Sheij en la península del Sinaí. 
  • Y si eres de los que repite y quiere ver un Egipto algo diferente, puedes visitar otros lugares como Alejandría o para planes más alternativos, puedes ir desde el Monte Sinai hasta Siwa, pasando por los oasis del Sur… todo más auténtico y menos afectado por los efectos del turismo masivo aunque con otro tipo de riesgos derivados de la amenaza yihadista. 

Cerca de la Plaza Tahrir, en el Downtown

Con todo, y al menos en una primera vez, El Cairo es siempre obligatorio. Y lo he visto bastante a fondo. No hay duda: es una de las ciudades más grandes e importantes del mundo. Se estima que si Egipto tiene casi 120 mill. habitantes, solo en El Cairo viven unos 23 mill. hab., (con 25 mill. en su área metropolitana, la mitad de la población española). Brutal, no?

Ciudad de comerciantes, bulliciosa y viva, con callejones llenos de historia, fabulosas mezquitas y cafés donde se fuma mucha sisha, El Cairo es, además de la capital de Egipto, la mayor ciudad del mundo árabe, que se extiende abarcando Giza con sus grandes Pirámides, y llegando a orillas del majestuoso Nilo, segundo río más largo del mundo tras el Amazonas. 

Fundada en el año 969, cuando lucía su nombre árabe, Al-Qahira (“La Victoriosa”), es una ciudad cosmopolita llena de cafés y restaurantes, pero también de muchos centros culturales y museos dedicados a una historia… que es inagotable.  Miles de viviendas se arremolinan en calles irregulares repletas de coches, carruajes y gente, muchísima gente. Los bazares y puestos de comida se alzan en cada esquina, casi siempre vigilados por los minaretes de alguna mezquita. Siendo un país africano, todo tiene mucho más que ver con Oriente Medio. Me sentí muy seguro en todo momento.

Downtown de El Cairo

Es sucia, muy ruidosa y frenética, y el tráfico directamente una locura. Te come. Aunque a priori es difícil seguir un orden en las visitas al barrio Islámico y lo mejor parecería que es abandonarse a la suerte y dejarse llevar por callejones, pasadizos y manzanas de casas, yo me diseñé un itinerario ordenado y exigente, o eso creo, para así optimizar mi visita y también por si no vuelvo más a esta ciudad. 

Tenlo muy claro: no es una ciudad para peatones, no merece la pena callejear para ir de un barrio a otro, hazlo solo cuando bien distancia no sea elevada o cuando puedas caminar entre calles y no por el arcén de una avenida llena de tráfico. El taxi es tan barato… ni te lo pienses. Pero solo Uber, y fuera de horas punta.

He disfrutado. Cuando caminaba por las necrópolis de Giza, Saqqara y Dahshur no solo veía ruinas: me sentía como estar recorriendo la historia viva de una civilización que, durante más de 5.000 años, enseñó al mundo que la muerte no era un final, sino el comienzo de la eternidad. 

Giza
Todo me pareció un recordatorio de que las Pirámides no son solo tumbas ni monumentos, sino una especie de laboratorios de ingenio: las piedras guardan conocimiento, los pasillos guardan resonancia, y los espacios sellados guardan secretos que desafían el tiempo y la lógica. 

Observando con detenimiento pensaba en túneles, cámaras, alineaciones astronómicas, sistemas hidráulicos, pasadizos sellados… todo formando parte de un "gran relato", un inmenso legado que te deja sobrecogido. Para ellos la muerte no era el final de la vida, sino un trámite necesario para conseguir la existencia eterna. 

Al final, comprendí en parte algo esencial que se me resistía desde la distancia: caminar entre estas estructuras es viajar por la Historia, pero también por la imaginación y la emoción. 

Pero sería un error ir a Egipto “solamente” para visitar y hacerse fotos con Pirámides. Es verdad que El Cairo es una ciudad caótica y ruidosa que abrumará en exceso a quienes no conocen otras ciudades africanas o de Oriente Medio, pero es imprescindible también pasear por sus callejuelas, zocos y mezquitas, como forma de completar el retrato parcial que ofrecen las enlatadas rutas turísticas. 

Giza
Encontrar a un cairota que no regatee o no pida propina es casi tan difícil como moverse en transporte público. Y cruzar el tráfico anárquico de sus calles es una verdadera odisea que supera incluso a las mayores ciudades vietnamitas.

Contaré lo justo: no seré extenuante para no aburrir con muchos datos. Es posible viajar a Egipto y regresar sin un excesivo empacho cultural abducido por la cultura faraónica. Sin bajar a la 2ª o 3ª capa de “egiptomanía” contaré mis impresiones sinceras y daré como siempre mi humilde opinión. 

Entrando a la Pirámide Roja, Dahshur

Dejaré aquí, como siempre, un video del viaje grabado y editado en 4K, ahora en construcción.

Y dividiré esta publicación en varios apartados:

1.  ZONAS DE EL CAIRO
2.  MI ITINERARIO POR EL CAIRO (4 días) Y CONCLUSIONES

Y para los más curiosos

3. SITUACIÓN POLÍTICA Y SOCIAL
4. GEOPOLÍTICA
5. CIVILIZACIÓN EGIPCIA (PARA PRINCIPIANTES)

Todas las fotos y videos han sido obtenidos con un Iphone 15 Pro Max.

Comencemos…

1. ZONAS DE EL CAIRO

Muchas de las maravillas más importantes del Egipto de los faraones y las reliquias más valoradas del pasado musulmán de este país coinciden en su capital, por lo que visitar El Cairo es imprescindible pero también para, desde ahí, poder montar una posterior logística viajera por el resto de Egipto, un país fascinante que quizás haya que visitar al menos una vez en la vida. O al menos eso dicen muchos que se rinden a razones como que está repleto de tesoros arqueológicos que explican la historia de la Humanidad y de una civilización que consiguió cambiar el mundo. Habremos de rendirnos a la evidencia.

No se puede decir lo mismo de su gastronomía local, donde además de la típica comida árabe de falafel, ensalada tabulé y humus, uno de sus platos estrella es también el koshari, un guiso vegetariano de lentejas y arroz, cubierto con un sofrito especiado de tomate. Sin más. 

La mejor época para viajar a El Cairo, al igual que al resto de Egipto, son los meses de primavera y otoño: octubre, noviembre, abril y mayo son los más indicados. En invierno no vas a poder aprovechar tanto los días, ya que se hace muy pronto de noche y en verano el calor es muy asfixiante.

Yo fui en noviembre y las máximas no superaban los 25-26º, con 14º de mínima en las noches y madrugadas. Amanecía a las 6,30h y anochecía a las 17h. 

Con tantos millones de habitantes hay múltiples zonas y distritos; aquí te resumo solo algunos de los principales barrios y zonas de El Cairo:

Heliópolis. Barrio comercial y residencial, con grandes zonas de shopping y casas de cairotas, junto al aeropuerto. Es la zona más próspera de la ciudad con muchos bares y edificios muy modernos y tiendas de lujo. Prescindible.

Zamalek. La zona más occidentalizada por sus cafés, restaurantes y bares de música, donde se puede conseguir alcohol en lugares autorizados, como en los rooftops (terrazas en lo alto de ciertos hoteles). Allí, en mitad de la isla de Gezira, está la famosa Torre de El Cairo, de 186m. No subí. 10 euros. Muchos hoteles de lujo. Dentro de ellos no te enterarás de que estás en Egipto.

El Barrio Islámico, en El Cairo Antiguo, se extiende al sur de la zona moderna de la ciudad y para mí es, sin lugar a dudas, el barrio con más encanto. No es casualidad que la UNESCO lo declaró Patrimonio de la Humanidad en 1979. 

Es la zona más antigua y perfecta para mezclarte con la vida local. Concentra los monumentos más importantes de la ciudad y las antiguas mezquitas: la Ciudadela de Saladino, la Mezquita de Al Rifa’i, Mezquita de Alabastro, Mezquita de Ibn Tulun (la más antigua de la ciudad y la que mejor se conserva) y la Mezquita del Sultán Hassán. También encontrarás el famoso Bazar Jan el-Jalili. el más grande e histórico de El Cairo, una maraña de colores, olores y sabores, donde puedes comprar casi de todo. También está la Mezquita de Al-Azhar y la Puerta Bab Zuwayla, una de las tres que aún se conservan de la ciudad amurallada de El Cairo Antiguo. 

Ciudad de los Muertos. Uno de los barrios más pobres y donde conviene ir en un transporte conducido por algún local: te dicen que puede ser peligroso sobre todo si intentas hacer fotos. Debe su nombre a la antigua necrópolis que acoge y donde hace tiempo se instalaron familias pobres sin hogar, de tal manera que hoy viven entre tumbas y nichos pero ayudan a mantener el cementerio en condiciones. Me hubiese encantado ir.

Giza. Si bien es una ciudad independiente, está dentro del área metropolitana de El Cairo. Sí, en esta archiconocida zona se dan cita los egipcios más “pesados”, que no dejan de insistirte con el paseo a camello, la visita a sus tiendas de papiros (a las que llaman “museos”), y la venta de todo tipo de recuerdos turísticos. Está claro: son demasiado “intensos”. 

Pero allí están las famosas tres Pirámides (Keops, Kefrén y Micerino) y la Gran Esfinge, uno de los iconos del país. A 20 km al suroeste de El Cairo, estas maravillas fueron construidas alrededor del 2500 aC. 

Recientemente, muy cerca, han reinaugurado, por fin al 100%, el famoso GEM (Grand Egyptian Museum), incorporando la colección ya completa de los tesoros de Tutankhamon, que antes descansaban parcialmente en el antiguo Museo Egipcio que había en la Plaza Tahrir desde 1902.

Downtown. el vibrante centro histórico donde verás edificios coloniales y una animada vida urbana. Gira en torno a la Plaza Tahrir. Pienso que es la mejor zona para alojarse. En 2011, en la llamada “Primavera Árabe” o “Revuelta de Tahrir”, esta céntrica plaza sacó a relucir las frustraciones cairotas –sobre todo la corrupción, la pobreza, la prepotencia de la clase dirigente y la falta de perspectivas de futuro– para de nuevo esconderlas bajo la falsa atmósfera de normalidad que hoy respiran unos habitantes que se debaten entre pasado y presente, entre tradición y modernidad.

Barrio Copto. Solo un poco interesante. A dos pasos del Nilo. Los egipcios lo llaman Masr al Qadima (El Cairo Viejo). Su origen se remonta a la época romana y, según los cristianos, fue el lugar donde se refugió Jesucristo con sus padres cuando huyeron a Egipto. Sobre la cueva donde vivieron se construyó en el siglo V la iglesia de San Sergio y San Baco, una de las muchas que salpican la zona, como la también famosa Iglesia Colgante, levantada sobre una de las puertas de la antigua fortaleza romana. Los coptos se consideran descendientes de los antiguos egipcios, autóctonos que abrazaron la religión cristiana en el siglo I y se mantuvieron al margen de los árabes que conquistaron el país en el siglo VII para expandir la fe de Mahoma.

Terraza del restaurante Rooftop 7000


2. MI ITINERARIO POR EL CAIRO

Te muestro mi apretada ruta por El Cairo de, en realidad, 4 días completos. Todo lo hice por mi cuenta, sin guías, caminando y tirando de taxis de Uber, que son muy baratos (nunca pasaba de 1,5 eur en trayectos de casi 30 min.) y funcionan muy bien si eliges siempre la opción “comfort”: más seriedad, sin regateos inesperados y mejores vehículos. Tomé unos 8 "ubers" durante 2 días, con base en el Downtown. Así también se conoce una ciudad… mientras “descansas”… porque las distancias son enormes y la contaminación y el tráfico no invitan...

DIA 1 (15/nov)

DIA 2

DIA 3

DIA 4

DIA 5

DIA 6

HOTEL EN GIZA

HOTEL EN GIZA

HOTEL EN DOWNTOWN

HOTEL EN DOWNTOWN

HOTEL EN DOWNTOWN

 

·       Llegada a El Cairo  por la noche

 

·       Giza

 

·       Grand Egyptian Museum (GEM)

 

·       Pirámides de Giza

 

·       Giza

 

·       Cena en el Rooftop 7000

·       Pirámides de Saqqara y Dahshur

 

·       Downtown

 

·       Cena en el Greek Club

·       Ciudadela de Saladino

·       Mezquita Mohamed Ali

·       Madrassa del Sultán Hassan

·       Mezquita Al Rifa’i

·       Bab Zuwayla

·       Calle Al Muizz

·       Bazar Khan el-Khalili

·       Comida en Naguib Mahfouz Cafe

·       Mezquita Al-Azhar

·       Downtown

·       Barrio Copto

 

·       Mezquita de Ibn Tulun

 

·       Zamalek (comida en Crimson Grill & Bar)

 

·       Downtown

 

·       Aeropuerto El Cairo

 

·       Salida a Seiyun 9.30am (Yemen)

De día es una ciudad más tranquila pero al atardecer cobra vida y se transforma en un absoluto y muy ruidoso caos circulatorio. Algunos coches parecían tener instaladas bocinas "de camión"… la verdad es que es una urbe poco amiga de los peatones. Todo está muy normalizado pero a mí, como espectador temporal, no me disgustó tanto aunque reconozco que vivir allí sería con seguridad un infierno diario si precisas atravesar el centro, una verdadera ratonera.

Olvídate de conducir por tu cuenta. Lo hacen fatal y tendrías problemas seguro. Lo comprobé cuando fui con un conductor privado a las necrópolis de Saqqara y Dashsur. Un viaje digamos "emocionante". Y otro buen consejo: lleva plásticos sanitarios protectores del calzado para entrar a las muchas mezquitas que deberás visitar: evitarás descalzarte a menudo, ensuciarte los pies o echar a perder tus calcetines... y tener que dejar propinas por guardarte el calzado.

En El Cairo lo más importante para mí fue ordenar, optimizar y hacer más eficiente el itinerario deseado por esta descomunal ciudad: sin prisa pero sin pausa y buscando equilibrar esfuerzo físico y el placer de viajar sin unos guías que te aprieten el ritmo.


Día 1 – Llegada a El Cairo

Con una maleta mediana de 18 kg (que incluía más de 10 kg de material solidario para Yemen, mi segundo destino), el 15/noviembre tomé un vuelo BIO-BCN con una escala ajustada para, de nuevo con Vueling, hacer un vuelo directo de 3h 45min de Barcelona a El Cairo, donde aterricé a las 23h. Hacía 20 grados.

Una e-SIM por solo 16 eur (como siempre con Airalo, mi favorita) para Oriente Medio y Norte de África me permitió usar 5 gb de datos durante todo el viaje en Egipto, Omán (donde crucé desde Yemen antes de regresar a España) y Doha (Qatar). Salvo en Yemen (donde tenía “Starlink” en mi coche), tuve datos en 3 países con la misma e-SIM. Imbatible a ese precio... y olvídate de la cara Holafly.

Aeropuerto eficiente, mi maleta salió muy rápido Cambié allí mismo 50 usd en libras egipcias. Resto del viaje pagué todo mi tarjeta de crédito (a la que tengo asociada un Pack Viajes). Tras presentar mi e-Visa (20 eur), me dirigí en un taxi reservado en Booking (9 eur) a mi primer hotel (Nemes Pyramids View Inn, 70 eur/noche A+D) para 2 noches, Llegué en 35 min. de noche por una autovía de 7 carriles y muy poco tráfico.

Hotel muy bien situado frente a las pirámides de Giza, a pocos metros de la salida del recinto y junto al recomendable restaurante Rooftop 7000.

Básico pero limpio, con buena terraza y vistas increíbles. Nada más llegar, me tomé una cerveza local de 0,5l. en la terraza, viendo iluminadas las tres pirámides. Todo empezaba muy bien y estaba de lujo, buena temperatura y con ganas de empezar la aventura. El camarero me ofreció hachís (sorry but...) pero hizo algo bueno: me echó 47 años. Genial…

En la zona donde me alojé en Giza, algo destartalada y con aspecto de haber vivido tiempos mejores, vi mucha policía (jóvenes y más pendientes de sus móviles) en varios check-points de acceso. Además ves muchos camellos, caballos, burros, tuk-tuks,… y muchos negocios turísticos por estar muy cerca de la antigua entrada a la planicie de las Pirámides, que hoy ya solo es una de las salidas del recinto. Todos los nombres de los hoteles o guesthouses en Giza (en general de 3*) incluyen casi siempre la palabra “Pyramids” y luego View o Inn.

Las 3 noches siguientes las pasé ya en otro hotel en el Downtown de El Cairo, más céntrico y conveniente para conocer mejor la ciudad, lejos ya de Giza.

Día 2 – Grand Egyptian Museum (GEM) y Pirámides de Giza

Compré con antelación las entradas en las webs oficiales: https://egymonuments.com/https://gem.eg/). Ten muy en cuenta si los horarios han cambiado.

  • GEM: 8,30am – 7pm excepto sábados y miércoles que cierra 10pm.
  • En las Pirámides de Giza varía por temporada: de octubre a marzo, abren de 8am a 5pm y de abril a septiembre, de 7am a 7pm

Este día lo dediqué por entero a ver el nuevo Museo GEM pronto por la mañana (fui con Uber) y después la planicie de las Pirámides de Giza por la tarde. El orden de visita te puede condicionar la experiencia.

Por cierto, como novedad, próximamente, al reservar/pagar una entrada al GEM, habrás de seleccionar ya no solo el día sino también la hora de entrada.

El Grand Egyptian Museum (GEM)

Para evitar posibles malentendidos, en El Cairo hay otros tres museos de Historia faraónica: el Gran Museo Egipcio de las Pirámides, el Museo de la Civilización Egipcia (NMEC), en el que se puede ver la colección de momias reales, y el emblemático Museo de El Cairo, en la Plaza Tahrir, que desde 1902 conserva piezas extraordinarias aunque muchas ya las han llevado al GEM.

Pero si vas a El Cairo por primera vez, el GEM te hará olvidar cualquier otro museo egipcio que hubieses podido visitar antes, aunque solo sea por su impresionante tamaño: el doble del Museo del Louvre de Paris o 10 veces el Museo de El Prado de Madrid.

No soy muy de museos, la verdad, pero debo reconocer que algunos arqueológicos visitados como el de Beirut, el de Bagdad, el Louvre de Doha y, sobre todo, el GEM de El Cairo, me resultan más emocionantes… que los museos de pintura. El GEM es todo un hito cultural de importancia mundial, una puerta entre el mundo antiguo y el mundo moderno: todo un viaje inmersivo a través de milenios de historia.

Situado a solo 2 km al oeste de las icónicas Pirámides de Giza, es espectacular por sus dimensiones, contenido y diseño de última generación: todo es a lo grande y al detalle. Cada asistente va a contar su experiencia en el GEM y sospecho que la gran mayoría va a observar una natural tendencia a sobredimensionarla.

Detrás de un marketing global a nivel mundial nunca visto en RR.SS., diré que la experiencia es algo estresante. Hay muchos grupos de turistas de todo el mundo con sus respectivos guías. Mucho japonés. Las instalaciones del GEM te desbordan, todo es un poco parque temático y que quizás prefiera museos algo más vintage y no tan descomunales o vistosos, 

Realmente se trata de un lugar algo excesivo que desencaja todas tus previsiones, tanto en cantidad de cosas para ver (mucho más de lo asumible) como en calidad (imposible no rendirse al fabuloso estado de conservación de los artefactos). 

Y hay mucha gente, muchísima. Todo fue tan apabullante que para mí, que no soy un enamorado de la cultura egipcia, que terminó por agotarme, y no hablo de cansancio: pasé allí casi 4h: es entonces cuando todo el engranaje y la experiencia-cliente funciona: lo has visto, lo has disfrutado, te ha impresionado… pero te marchas a otra cosa: en mi caso a ver las Pirámides de Giza. No me importó salir de la marabunta del museo…que se fhabía ido llenando poco a poco.

El GEM me dejó buen sabor de boca y quizás haya algo interesante que explicar. Un poco solo.

La idea de construir el gigantesco GEM en una ubicación tan simbólica, proyectado como “el más grande del mundo dedicado a una sola civilización”, fue anunciada en 1992 aunque su construcción comenzó en 2005, concluyéndose en 2023 con un coste total aprox. de 1.000 mill. usd. (financiados con préstamos japoneses para el Desarrollo). Se hizo un concurso público para su construcción y ganó un despacho irlandés de arquitectos.

Su fastuosa y espectacular inauguración oficial y casi completa tras 20 años de obras (aún quedan algunas pendientes), tras muchos retrasos y una apertura parcial en octubre 2024, fue finalmente el 1 de noviembre de 2025 (que fue declarado festivo nacional), todo un hito y orgullo para el país, con 35 Jefes de Estado presentes, incorporando obras hasta ahora en otros museos egipcios. 

En total, más de 100.000 piezas únicas que reflejan la vida, la espiritualidad y los rituales de esta antigua civilización. Y de ellas, 25.000 piezas nunca antes expuestas, que ahora incluyen también la Tumba de Tutankhamon con su ajuar completo (más de 5.000 piezas) presentado por primera vez en su totalidad desde su hallazgo en 1.922.

Aunque a los 5 días de inaugurar, el GEM colapsó por permitir entrar a casi 20.000 visitantes (y tuvieron que cerrar con un prematuro desgaste de imagen internacional), su aforo máximo diario se limita a 15.000 visitantes

Las visitas pueden realizarse de forma independiente o mediante tours guiados de 90 minutos en inglés y árabe. La entrada general cuesta 27 euros en la web oficial del museo, con tarifas reducidas para estudiantes y nacionales. 

Para maximizar la experiencia, yo aconsejaría visitarlo por la mañana temprano (abre a las 8,30am), cuando hay menos gente y la luz natural resalta los detalles arquitectónicos de una estructura impresionante.

Con una arquitectura muy cuidada y perfectamente alineada con las tres Pirámides de Giza, este edificio ultra moderno ha planificado recibir unos 5 millones de visitantes al año, ocupando un terreno de casi 500.000 m2 (con 92.000m2 de museo “visitable” y 40.000m2 de superficie comercial).

Muy en resumen, esto es lo que me encontré al acceder en este flamante museo (entré por el llamado Glass Hall, en la zona de restaurantes). Lo puedes ver todo en menos de 4h, salvo fans claro.

Fuera del GEM, en una plaza de 30.000 m2, hay un enorme obelisco de 16m “suspendido” del faraón Ramses II, que reinó durante 66 años hasta el 1213 aC., cuando murió con 90 años Cuando yo estuve (16/noviembre/2025) aún no estaba listo y seguía en obras.

Una vez entré por el Glass Hall, tras una entrada sin puertas que causa impresión, en forma de pirámide de 40m de altura, había una estatua de Ramses II, de 8,5m, de tono rojizo, reconstruida con fragmentos y procedente del Templo de Amun-Ra en Tanis… sí, la ciudad del Antiguo Egipto donde, Indiana Jones buscaba el Arca de la Alianza...



 

Después accedes al deslumbrante Gran Átrio, el corazón del GEM, un espacio monumental lleno de luz natural, uno de esos lugares donde el silencio se llenaría de respeto y podrías sentir la magnitud de lo que estás visitando…. pero el murmullo de cientos de visitantes le resta solemnidad.



Allí te recibe una imponente estatua colosal del faraón Ramses II de 11m y 83 toneladas de granito tallada durante su reinado. Tiene 3.200 años. Descubierta en 1820, muy deteriorada, se restauró en 1.955 y  permaneció al aire libre en la Plaza de Ramsés de El Cairo hasta 2006, rodeada de tráfico y contaminación: era un icono urbano expuesto a un entorno que aceleraba su desgaste comprometiendo su conservación. Está rodeado de una especie de foso de agua con poca profundidad en medio del Gran Atrio del GEM… donde algunos visitantes despistados meten el pie.



 

También en el Atrio hay dos estatuas gigantes recuperadas del fondo del mar al este de la ciudad de Alejandría.


El llamado Camino de las Esfinges es una escalinata monumental hacia las salas superiores, con un despliegue de grandes estatuas y esfinges de reyes y divinidades, así como estelas, pórticos y sarcófagos, procedentes, sobre todo, de lugares arqueológicos como Tanis o Luxor. 

Puedes subir por escaleras mecánicas o a pie para detenerte y ver todo de más cerca.






 




Al llegar a la parte superior, puedes divisar las tres Pirámides de Giza a través de unas enormes cristaleras y, desde allí, acceder a una enorme ala lateral que conduce a unos espacios descendentes de grandes dimensiones, donde te vas encontrando con las doce Salas temáticas ya abiertas desde hace un año, ordenadas de manera cronológica en tres grandes temas: monarquía, mundo funerario y vida cotidiana, desde la Prehistoria hasta la época grecorromana. 


El GEM te transporta a través de más de 5.000 años de historia egipcia, desde la Prehistoria hasta la Época Romana. Todo un viaje al pasado que cuenta con doce galerías principales meticulosamente diseñadas y debo decir que sorprende muchísimo el excelente estado de conservación de la mayor parte de piezas expuestas, dada su antigüedad. Cada pieza no es solo un objeto antiguo, sino un fragmento del alma de una civilización que creía en la inmortalidad. Impresionante.

Un recorrido completo de la Historia del Egipto antiguo, con diferentes aspectos de su vida: religión, sociedad, guerra y poder. Te muestran la vida cotidiana de los antiguos egipcios: herramientas, vestimentas, utensilios de cerámica, sarcófagos y elementos de rituales que te permitirán ver cómo vivían, trabajaban y adoraban. Muy interesante, pero terminó siendo demasiado para mí.













 


 


Hay una sala menos iluminada y que, con mucha más gente y expectación, destaca sobre las demás y presenta la colección más completa de Tutankhamon, el faraón-niño que reinó hace más de 3.000 años y que sigue fascinando al mundo desde que, en 1922, el equipo del arqueólogo Howard Carter descubrió su tumba intacta en el Valle de los Reyes. El hallazgo fue descrito como “el mayor tesoro arqueológico de todos los tiempos”, y ahora, por primera vez en la Historia, todo el ajuar mortuorio de Tutankhamon está reunido en un solo espacio. 

Unos 5.000 artefactos (que por su fragilidad tuvieron un traslado muy complejo), desde la icónica máscara funeraria de oro macizo hasta los sarcófagos decorados, joyas finísimas, estatuas, carruajes, muebles e incluso objetos personales del joven faraón. Las joyas brillan como si hubieran sido hechas ayer, los tronos y camas de oro revelan el lujo inimaginable de la corte egipcia, e incluso pequeños juegos y utensilios del día a día nos recuerdan que, a pesar de ser un niño faraón, Tutankhamon también fue humano. 

Espectacular. Tesoros que reflejan el lujo faraónico: coronas de oro, collares de piedras preciosas, cetros y joyas que brillan como si fueran nuevas.

Algo despertaba mucha atracción: su máscara de oro. El rostro más famoso del Mundo Antiguo y que conserva una perfección que sobrevivió más de tres mil años bajo la arena. 

Su tumba quedó sellada y cuando se abrió, el mundo quedó paralizado: dentro de ese espacio estrecho había tesoros que ningún saqueador había tocado.





 








 





El Barco “solar” de Keops: Este gigante de madera, de más de 4.500 años, es una de las maravillas del Museo. 

Está en un pabellón aparte y has de salir 100m fuera del recinto. Allí verás un barco funerario de 44m de largo, tallado en madera de cedro del Líbano y hallado enterrado a los pies de la Gran Pirámide de Keops. Muestra la impresionante visión del faraón navegando en su viaje celestial junto al Dios Ra. Majestuoso, su estado es deslumbrante. Una pasada, y ensamblado sin un solo clavo.

Fui a verlo al principio y apenas había gente. Cuando me fui del GEM, había ya largas colas para acceder a este pabellón.







En la actualidad sabemos que existe una dura pugna por recuperar piezas del patrimonio faraónico expoliado. La polémica parece lejos de resolverse. En el GEM faltarían muchas obras más, pero sobre todo hay tres famosas obras expoliadas del Antiguo Egipto, muy emblemáticas. Te sonarán: 

  • el busto de la Reina Nefertiti (icónica escultura del 1.345 aC aprox,. de la esposa del faraón Akenatón, un  símbolo mundial de belleza femenina y arte faraónico, descubierto en 1912). Se exhibe en Berlin, Neues Museum.
  • la Piedra de Rosetta (fragmento de una antigua estela egipcia del 196 aC. que resultó fundamental para descifrar los jeroglíficos, descubierta en 1799 por soldados franceses durante la campaña de Napoleón en Egipto). Expuesta en Londres, Museo Británico.
  • el Zodíaco de Dendera (célebre bajorrelieve del año 50 aC. aprox, que representa un mapa estelar con gran precisión astronómica y detalle de las 12 constelaciones. Se encontró en 1820 en el techo de una capilla dedicada a Osiris en el Templo de Hathor, en Dendera). Se exhibe en París, Museo del Louvre. 


Pirámides de Giza

El Nilo separa a El Cairo de la también caótica ciudad de Giza, de unos 9 mill. de hab. En coche tardarías 45 minutos, razón por la cual es mejor alojarse en Giza durante 1-2 noches como hice yo. 

Datan del 2.600 aC., son los monumentos más antiguos que se conocen y la única de las 7 Maravillas del Mundo Antiguo que todavía quedan en pie

Al verlas de cerca por primera vez, sentí una (esperable) gran carga emotiva. Faltaba música de fondo. Por fin. Difícil de explicar con palabras. No había demasiada gente. Increíble. Giza es el lugar de Egipto que más turistas recibe (unos 15 millones por año) y, por tanto, los timos y vendedores pesados están a la orden del día. Algunos pueden llegar a ser MUY pesados, así que paciencia. 

Un consejo: si puedes, evita visitar las Pirámides en viernes y sábados ya que son los días festivos para los musulmanes y Giza se atasca de tanta gente local tratando de acceder. Yo fui un domingo (por la tarde) tras el GEM (por la mañana). El complejo de las Pirámides de Giza abre todos los días de 8h a 17h de octubre a marzo, y de 7h a 19h de abril a septiembre.

Próximamente se podrá caminar (o coger un bus lanzadera) directamente desde la salida del GEM a las Pirámides de Giza a través de una pasarela peatonal de estilo faraónico, una especie de corredor cultural de 1,3 km que combinará diseño antiguo y creatividad moderna, y que te conducirá hasta “The Great Gate”, el nuevo acceso y donde están los grandes aparcamientos. Aún estaba cerrada aunque en muchas webs leerás que ya está abierta.

Y es que la apertura del GEM va a traer consigo también una profunda renovación de la forma en la que se visita la zona de Giza. El caos del pasado da lugar a un nuevo orden con un moderno sistema de visitas que ahora toma una forma mucho más racional y ordenada acorde con los nuevos tiempos, en vistas a crear un conjunto arqueológico en el que el GEM y Giza formarán un gran recinto conectado a través de esa espectacular pasarela (a la fecha, en obras).

La anterior y tradicional entrada se ha trasladado desde las cercanías del mítico hotel Mena House, al límite oeste del recinto. Y la nueva entrada da acceso a las taquillas en las que se adquieren las entradas. El sistema de pago solo admite tarjetas de crédito. Son 13 euros que, al igual que la entrada al GEM (27 eur), es mejor comprar previamente por internet (webs oficiales https://egymonuments.com/ y https://gem.eg/). Y ten en cuenta que la entrada general al complejo de Giza es independiente de las entradas para acceder al interior de las 3 pirámides, que requieren un ticket adicional y específico (aparte).

Al ver aquello, tan ordenado, supuse que atrás quedaron ya esos tiempos en los que montones de billetes (y algo de “bakshish” o propinas) corrían de mano en mano por la bulliciosa zona de taquillas en la antigua entrada. Ahora, la puerta da acceso a un moderno centro de visitantes en el que, a través de mapas, objetos y paneles informativos, te da una idea general del lugar.

Giza es el paraje por excelencia donde el poder creador de los faraones se tradujo en piedra. Impresiona pensar cómo las pudieron construir y aún no hay una teoría clara. Creo que quien sólo haya visto Giza en fotos no la puede evaluar la dimensión en su justa medida. Encontrarse ante la Gran Esfinge, situarse al pie de la Gran Pirámide, levantar los ojos hacia su cima, recorrer a pie la planicie girando alrededor de las tres Pirámides o disfrutar de una puesta de sol contemplando el desierto son ya para mí experiencias inolvidables.

Sí, Egipto ha decidido modernizar la meseta de Giza para mejorar la experiencia de sus millones de visitantes, plantando cara al caos, la venta ambulante sin regular, la congestión en el acceso y apostando por un transporte ecológico, con autobuses eléctricos gratuitos en vez de los tradicionales maltratados caballos y camellos. Tras el Centro de Visitantes se encuentra la parada de los autobuses que reparten a los turistas por los distintos lugares de la necrópolis. Circulan de forma continua y las paradas son muy visibles y de fácil acceso, por lo que uno puede adaptar el tiempo de la visita a sus intereses pero, también, realizar todo el recorrido a pie, total o parcialmente.

Con la renovación del acceso a la necrópolis y la racionalización de los recorridos, se ha regulado también el tránsito de camelleros y de calesas, lo que ha traído una tranquilidad inusual al lugar, y también la oportunidad de pasear a pie por todo el recinto, sin tener que “abrirte camino” entre vendedores y camelleros. Yo, por principios, me negué a contribuir al maltrato animal que estaba viendo. Lamentable turistada.

Hace años, la planicie de Giza estaba lo bastante alejada de El Cairo como para que su visita permitiera abordar el desierto al contemplar un paraje grandioso, apartado del mundo y de su tumulto. Pero hoy la situación ha cambiado mucho: la ciudad se ha lanzado literalmente “al asalto” de la altiplanicie de las Pirámides. No es nada fácil contener el avance de los edificios cuya construcción impone la fiebre demográfica. 

Veamos. Y esto es de “Primero de Egiptología”: las Pirámides eran los templos funerarios de los faraones, que las mandaban construir en vida. Dentro se enterraba a la momia del faraón junto a sus pertenencias personales para que las tuviera en la otra vida. Pero la función de las Pirámides fue cambiando con los siglos: durante el Imperio Antiguo y Medio, actuaban como tumbas diseñadas para indicar la riqueza y el estatus de la persona enterrada en ellas. Y durante el Imperio Nuevo, fueron más pequeñas y ya no funcionaban como lugares de enterramiento.

En general, en todas las Pirámides de Egipto, las cosas que estaban “bajo la arena” o dentro de la piedra, ocultas durante milenios, se van revelando gracias a sensores, radares, georradares y estudios de escaneo no invasivo. Y lo que se halla a veces no coincide con lo que imaginaban los egiptólogos clásicos. También, muchos secretos siguen ahí, esperando la tecnología correcta.

El recorrido ideal para mí sería éste, aunque yo solo cogí una vez un autobús (para ir al mirador panorámico) y luego ya hice todo el resto caminando (no hacía demasiado calor), tranquilo y sin agobios. Caminé un total de 7 km., llevé calzado cómodo… que terminó muy sucio y polvoriento.

1. Acceso

  • Accede por la "Great Gate" (Gran Puerta) con tu código QR.
  • Dirígete a la parada de bus del centro de visitantes. El bus es la forma más eficiente de llegar al primer punto clave.

2. Parada 1: Mirador Panorámico y Pirámide de Micerinos

  • Baja del bus en el Mirador. Obtendrás la vista icónica de las tres pirámides principales alineadas alineadas perfectamente.


 





  • Desde aquí, camina hacia la Pirámide de Micerinos (Menkaure) (la más pequeña de las tres). Rodea su base para ver las tres pirámides satélite de las reinas asociadas a Micerinos.

Esta es la pirámide más pequeña del recinto de Giza con 62 m, aunque antiguamente medía 67 m. Originalmente la pirámide tenía un recubrimiento de granito en su base, mientras que la parte superior estaba recubierta por piedra caliza igual que las otras dos pirámides.

  



Al lado, estaban las tres pequeñas pirámides de las Reinas (hermana, madre y mujer de Micerinos) aunque en muy mal estado de conservación. Mientras me acercaba a ellas, notaba que la multitud desaparecía, dejando un silencio apenas interrumpido por el viento, una extraña calma. 

Son estructuras que muchos pasan por alto, pero aquí, bajo la luz intensa, descubrí detalles que me hicieron detenerme: bloques de piedra con marcas de corte que parecen hablar de técnicas antiguas, pequeñas cámaras selladas con precisión casi obsesiva y pasadizos internos que leí nunca fueron documentados en la mayoría de los libros. Leí que algunas de estas cámaras podrían haber servido para rituales secretos o para almacenar objetos sagrados del faraón. Interesante.








3. Parada 2: Las Pirámides de Kefrén (Khafre) y Keops (Khufu)

Puedes volver a tomar el bus para moverte a la siguiente zona pero, mucho mejor, caminar desde Micerinos por el desierto hacia el norte (salvo mucho calor, es aceptable).

Llegas a pie a la Pirámide de Kefren (Khufu). En su lado este, verás las otras tres pirámides satélite de las reinas. La segunda en tamaño y central, se ve más alta por estar en un terreno más elevado.

Famosa por conservar en su punta parte de su revestimiento superior de piedra caliza. Explora su base y el área del templo. Kefrén fue el hijo de Keops quien construyó su pirámide al lado de la su padre, pero como fue incapaz de construir una más alta, construyó su pirámide en un terreno más alto, pareciendo que es más alta aunque mida 10m menos (136 m). 

Tiene dos entradas, una a la altura del suelo y otra a 11m en la cara norte. Ambas entradas terminan en la cámara funeraria, sin embargo la entrada a la altura del suelo, primero llega a una pequeña cámara para luego dirigirse a la cámara funeraria. Si te interesa, recuerda comprar el pase que te de acceso a su interior. Yo no entré: decidí conocer el interior de otras pirámides en Saqqara y Dashshur, mucho más interesantes.











  • Pirámide de Keops (Khufu)

Es la pirámide más antigua de Giza (se completó en el 2.570 aC.) y la más grande de todo Egipto: fue -hasta que hicieron la Torre Eiffel- la estructura más alta del mundo durante 3.800 años, con 146 m de altura en su origen, una masa de piedras calizas de 6 mill. de toneladas, más de 2,5 mill. m3, más de 230m de ancho en los lados en la base, 

Ocupa más de 4 hectáreas, 4 caras inclinadas a 51 grados, detalle no menor: orientadas con sorprendente precisión hacia los cuatro puntos cardinales. Se cree que la pirámide fue saqueada en la antigüedad y su momia nunca ha sido encontrada.

Después de 46 siglos, su altura se ha reducido en 9 m, muchos bloques de piedra caliza fueron utilizados para otras construcciones, como mezquitas. 

La entrada a la pirámide se encuentra en la parte norte y se entra vía un pasadizo que desciende a la cámara subterránea. Hay que pagar una entrada extra para poder acceder a su interior. Más delante, te explico por qué creo que no merece la pena bajar aquí, pero sí hacerlo en las Pirámides de Saqqara y Dahshur. Si tu prioridad es entrar en una "gran pirámide" SIN colas y sin pagar mucho, prioriza la Pirámide Roja (en Dahshur) y Teti (en Saqqara). Pero si deseas entrar en Keops, muy caro, intenta hacerlo muy temprano y cuando no haya colas.

Me detuve frente a ella, majestuosa, observando cómo la luz del sol acariciaba sus bloques, revelando surcos y marcas que hablan de siglos de trabajo humano. Intuir los enigmas que podrían sobrevivir bajo la piedra, me reconfortaba.










4. Parada 3: La Gran Esfinge

Esta zona también es accesible caminando fácilmente cuesta abajo desde la Pirámide de Kefrén. Las vistas frontales son icónicas con la Pirámide de Kefrén de fondo. Al lado está el Templo del Valle, un antiguo templo bien conservado.

Emblemática y cautivadora, es un león de cabeza humana, tocado con una peluca real. Esta esfinge colosal fue tallada en una colina de calcáreo. Mide 57 m de largo y 20 m de alto. Aunque hay otras esfinges en Egipto, la de Giza es la más grande de todas y es un icono del país. 

Dicen que el león simboliza el poder y la fuerza del rey…por lo tanto, teniendo una cabeza humana, el león es gobernado por la inteligencia y sabiduría del rey. 

La Esfinge fue tallada sobre un bloque natural de piedra caliza que ya formaba parte del terreno, dentro de una cantera en forma de herradura: E.d., no fue montada sino esculpida in situ. Es maciza y no tiene cámaras interiores. Dicen que le falta la tradicional “perilla”, pero que se pudo desprender al suelo.

Para hacerse una idea de lo que tuvieron que excavar...










La salida del recinto de las pirámides de Giza estaba a escasos 150 m de mi hotel (Nemes Pyramids View), y fui a cenar pronto, sin reserva, a la terraza de un restaurante casi pegado a mi hotel llamado Rooftop 7000. Super-recomendable, excelente comida, no muy caro y unas vistas de escándalo. En primera línea... acojonante.

 



Día 3 – Saqqara, Dahshur & Downtown El Cairo

Esto fue de lo más espectacular que hice en Egipto. Ya estaba avisado pero confirmo que me pareció deslumbrante y no puedo dejar de recomendarlo como un complemento necesario, casi obligatorio, a tu visita a las Pirámides de Giza.

A través de mi hotel en el Downtown, donde iba a estar 3 noches antes de volar a Yemen, reservé los servicios de un taxista (no guía) para que me llevase, ya con mi equipaje, desde mi hotel en Giza hasta Saqqara y Dahshur y luego me dejase ya en mi siguiente hotel en el Downtown cerca de la Plaza Tahrir. Practicamente 7h y 80 km, por 50 usd negociados previamente con el hotel. Muy cómodo.

Tenía muy claro que, para acceder al interior de alguna pirámide, era mejor hacerlo aquí que en Giza. Con un valor arqueológico excepcional, apenas había turistas ni vendedores, ni colas…. La sensación era más íntima y atmosférica. Menos agobiante. Rodear enormes pirámides en calma y soledad fue una gozada.

Disfruté tanto que no concebiría estar en El Cairo, visitar las Pirámides de Giza y no ir a ver las necrópolis de Saqqara y de Dahshur, quizás no tan famosas e icónicas pero mucho más interesantes si quieres ver inscripciones originales (relieves, textos funerarios, escenas grabadas) en paredes interiores y, sobre todo, acceder a sus interiores: yo entré a tres, sin colas y además mucho más barato que hacerlo al interior de la de Keops. Esto siempre se dice: “a evitar si sientes claustrofobia”. Pues eso.

Saqqara

A unos 25 km de El Cairo, fue la necrópolis más grande de Egipto y se estima que se utilizó hasta el 320 dC.  Leí que Saqqara no fue solo un cementerio, sino un laboratorio donde los arquitectos y artesanos antiguos probaron, corrigieron y perfeccionaron formas, ángulos y técnicas que luego se trasladarían a las tres grandes Pirámides.

Durante el Reino Antiguo, los nobles, sacerdotes y altos funcionarios egipcios construyeron junto a las Pirámides de los faraones a quienes sirvieron en vida tumbas cada vez más grandes y suntuosas, conocidas con el nombre de mastabas, con el objetivo de acompañar al soberano en su viaje al más allá y disfrutar a su lado de una bien merecida eternidad. Eran tumbas en forma de pirámide truncada, de base rectangular.

Mientras caminaba entre las ruinas circundantes, imaginaba el esfuerzo necesario para mover esas piedras, excavar esas cámaras y mantener el orden de este laberinto subterráneo. La combinación de ingenio práctico y devoción religiosa me dejó asombrado: cada bloque tenía un propósito, visible o escondido, y cada espacio vacío puede ser un enigma que los arqueólogos modernos aún no descifran por completo.


Desde aquí, muy a lo lejos, se divisaban las pirámides de Giza. En Saqqara, además de las tres pirámides principales hay otras nueve más pequeñas pero no menos prestigiosas.  

Aquí, el silencio y la soledad se vuelven casi tangibles. Una sensación extraña tras haber visto el turismo masivo en la meseta de Giza. Al internarme en esta zona menos visitada, descubrí pequeñas mastabas, algunas tan bien conservadas que los relieves parecían recién tallados. Figuras de animales fantásticos y escenas rituales cuya interpretación dicen sigue siendo objeto de debate. 

Dentro del recinto de Saqqara, hice tres paradas, en mi taxi, para evitar largas caminatas.

1. Pirámide de Djoser y Pirámide de Unas 

La más importante y famosa es la del Rey Zoser (Djoser), construida en el 2.700 aC.. Es la primera pirámide que se construyó de la Historia y se la conoce como la Pirámide Escalonada por la forma de sus 6 escalones formando terrazas. Fue construida por el arquitecto Imotep, pionero en el uso de la piedra caliza. Dentro de este recinto hay varios lugares que visitar, algunos de ellos están incluidos en la entrada general y otros se visitan con un ticket aparte.

 







Me encantaron los 20 pares de columnas talladas que flanquean el pasillo de acceso al recinto. El corredor mide unos 54m y las columnas casi 7m de altura. Precioso.





La Pirámide de Unas leí que es famosa por ser la primera pirámide en Egipto en contener “los Textos de las Pirámides”, una colección de inscripciones jeroglíficas en sus cámaras funerarias con conjuros mágicos para guiar al faraón en el más allá

A pesar de su importancia, la pirámide está hoy en día muy deteriorada, pareciendo más una colina de escombros, y su interior no siempre está abierto al público en general. Yo tuve suerte y pude acceder. Impresionante.

 


 


 









2. Pirámide de Teti 

(Muy) impresionante, junto con algunas mastabas ("toms") muy cercanas, realmente tan espectaculares que me pillaron por sorpresa. 

Hablamos del año 2.300 aC., unos 4.325 años de antiguedad.

Me adentré por los alrededores de las excavaciones, hasta que me llamaron la atención porque crucé una valla y me metí en zona prohibida,

La entrada al interior de la Pirámide de Teti permite ver una de las colecciones más antiguas de escritos religiosos, lo que la convierte en una visita imprescindible en Egipto. Es significativa porque también contiene los "Textos de las Pirámides", con una estructura interna similar a la de la Pirámide de Unas, con cámaras funerarias y un sarcófago de gres negro. 

Aunque la estructura externa está muy deteriorada, las cámaras interiores están bien conservadas y su cámara funeraria es la primera en la historia en tener inscripciones en su interior. Una barbaridad de visita.





El sarcófago de basalto negro en la cámara funeraria es el primero conocido en contener textos en su interior, buscando asegurar la resurrección del faraón. 




 





Antes de empezar a entrar en las mastabas, me dí una vuelta para ver los alrededores hasta que me llamaron la atención. Ví gente viviendo dentro de las ruinas...







La Mastaba de Mereruka es una de las tumbas más impresionantes de la necrópolis, con detallados relieves que representan escenas de la vida cotidiana del Antiguo Egipto, increiblemente bien conservados...

Es la tumba privada más grande y compleja del Imperio Antiguo. Construida durante la VI Dinastía (aprox. 2300 a.C.), perteneció a Mereruka, quien fue visir y yerno del faraón Teti. 
El complejo es inusual por su tamaño y organización interna: tiene más de 30 cámaras y su entrada está en el lado sur para mirar directamente hacia la pirámide de su soberano, Teti.











Otras dos tumbas cercanas, como las Mastabas de Nikauisei y de Ankh-Ma-Hor, también contienen relieves muy bien conservados. Un lujo, y no había nadie. No daba crédito a lo que veía...

 








3. Museo de Inmohep

Cercano museo que me pareció espectacular y elegante, pero discreto y sin la pompa del GEM. 

Se llama así en honor a Imhotep, sabio y erudito en matemáticas, astronomía, medicina…, que fue el primer arquitecto conocido de la Historia: a él se le atribuye la Pirámide Escalonada de Saqqara, para albergar la tumba del faraón Zoser. Por ello y por haber sido también un sumo sacerdote, en los últimos tiempos fue incluso elevado al rango de Dios.

 









La verdad es que disfruté mucho en Saqqara… era todo tan antiguo y misterioso que era imposible no sucumbir a la perplejidad y el recogimiento.

Cuando terminé de ver todo lo que quise, le pedí a mi taxista que fuésemos a Dahshur, sin saber muy bien aún todo lo que me aguardaba…


Dahshur

Es zona militar y vi también una cárcel. Conserva algunas de las Pirámides más antiguas de Egipto. Ubicado a unos 40 km al sur de El Cairo, las 3 principales pirámides que ver son la romboidal, la roja y la pirámide negra. 

Si quieres visitarlas tu única opción es yendo por tu cuenta, contratando un chófer y/o un guía. 

La grandeza de las Pirámides de Dahshur no reside solo en su tamaño y longevidad: están solitarias en medio de la arena del desierto, sin casas alrededor, sin vendedores, sin turistas, sin paseos en camellos ni autobuses. Una gozada.

Pirámide romboidal

Su pendiente cambia a media altura: comienza con un ángulo bastante empinado, luego se suaviza, lo cual le da su perfil “inclinado” en la parte superior. Se estima que su forma peculiar fue debido a su intento fallido de crear una pirámide lisa. Tiene revestimientos de piedra blanca caliza que se decía que se iluminaba por la noche. Lo realmente asombroso es que a día de hoy aún conserva la mayor parte de su recubrimiento, lo que hace que sea una de las mejor conservadas de todo Egipto. 

Entré. Vas todo el trayecto "muy" agachado. Es una experiencia única e inolvidable. Si vas a visitar Dahshur, yo no pagaría extra para entrar a la Pirámide de Keops. En Giza hay demasiada gente tanto dentro como en las colas para entrar a estas Pirámides, sin embargo en Dahshur no hay nadie y en el precio viene incluido la entrada a las Pirámides de este recinto.

Es la más fácil y agradable de visitar. La entrada está en la cara norte, a unos 30 m de altura, pero el ascenso es por una rampa moderna, luego se baja por un corredor de 1,1m de altura en fuerte pendiente de unos 65 m. Este corredor desembocaba en tres cámaras internas, las dos primeras tienen techos en bóveda en voladizo (lo más espectacular) y la tercera era la cámara funeraria. Dentro ves la piedra caliza rojiza original y unas cámaras grandes, bien ventiladas pero sin decoración. Unos 30 min. dentro, terminé algo cansado pero me esperaba algo aún más exigente.


 





 




 




Pirámide roja

Su nombre es debido a su piedra rojiza y representa la primera pirámide de caras lisas. En su día llegó a ser la construcción más alta del mundo y aquí también es posible entrar dentro. Fue construida durante el reinado del faraón Seneferu, de la 4ª dinastía. Si no tienes claustrofobia, no te pierdas el acceso a la cámara mortuoria de la pirámide Roja a través de estrechos túneles y dos cámaras con bóvedas de piedras escalonadas. 

Es la más impresionante y pero también más “exigente” fisicamente. La entrada está también en la cara norte, bastante alta y el descenso es por un corredor muy inclinado muy largo de unos 80 m. Las altura del pasillo es también de 1,1 m, y hay que ir “doblado”

Se llega a una primera cámara abovedada muy alta en varios niveles. Luego un pasaje ascendente y una escalera interior de madera (reciente, segura). Finalmente se entra en la segunda cámara, altísima y espectacular. Hay que gatear un  buen tramo con luz muy ténue. Yo estaba alucinando. Dentro se ven dos cámaras gigantes, con un eco impresionante. La salida fue lo más duro: subes toda la pendiente muy agachado. No apto si tienes problemas de rodillas, ciática o fatiga. Tardé unos 45 minutos en total. Salí exhausto pero fue todo un reto cumplido. Disfruté mucho.

En esta foto se observa lo que podría ser la punta de la pirámide vista desde dentro...


 

 

 


 



Pirámide negra

Solo la vi de lejos. No se conserva bien: está destrozada y ya ni tiene forma de pirámide. El nombre es debido al color que posee actualmente. El de sus ruinas. Fue construida en adobe y revestida por piedra caliza pero a los 15 años empezó a presentar muchas grietas y humedades. Así que el faraón Amenemhat III decidió abandonarla.

Foto de internet
Al final decidí no ir hasta Menfis, prescindible si vas con tiempo ajustado. Importante metrópolis que fue la primera capital del Antiguo Egipto en el año 3.100 aC. y fue fundada por Narmer, el primer faraón de Egipto. Menfis tenía unos 70 km de largo ya que iba desde Dahshur hasta pasadas las Pirámides de Giza. 

Desafortunadamente, la ciudad fue destruida por las enormes crecidas del Nilo y a raíz de la conquista de Egipto por Alejandro Magno alcanzó su declive. No obstante, las ruinas de la ciudad fueron aprovechadas para la construcción de El Cairo. Lo mejor que se puede observar allí es el “imperial coloso” de Ramses II, tumbado boca arriba, de 14m. Hecha de una sola pieza, fue encontrado boca abajo en el Nilo. La foto es de internet, sin copyright.

Desde Dahshur fui ya directamente ya mi segundo hotel en El Cairo, en el barrio del Downtown y cerca de la céntrica e icónica Plaza Tahrir, donde había reservado 3 noches a través de Booking.com en el Tourist Hotel Cairo Downtown (50 eur/noche A+D). 

No me importó que realmente fuese una especie de guesthouse donde me llevaban el desayuno a mi habitación para tomarlo en una pequeña terraza que daba a un patio interior. Había un empleado durmiendo en un sofá a escasos 2m de la puerta de mi habitación. 

Además, al llegar, me cambiaron de hotel a otro que se llamaba "parecido" (Swiss Hotel - Tourist) a unos 200m. y muy cerca ya de Plaza Tarhir. Una empleada del hotel me llevó la maleta por la calle. Surrealista. Ya estaba avisado con el tema de los hoteles "fake" en El Cairo... Nada se torció aunque por un momento lo ví feo..

El Café Riche se inauguró en 1908. Situado en pleno Downtown, fue famoso por ser lugar de encuentro de intelectuales y revolucionarios. Fue testigo de muchos acontecimientos de importancia histórica durante el siglo XX, incluso durante la Primavera Árabe de 2011 sirvió de refugio a numerosos manifestantes de la ciudad...

Estaba bastante cansado. Tenía las piernas cargadas y doloridas por el esfuerzo de haber entrado en tres pirámides y mis agujetas tardaron días en desaparecer, así que por la tarde/noche y dí un corto paseo por el Downtown en medio de un caos circulatorio brutal en torno a la Plaza Tahrir. Todo el Downtown estaba tomado por policía antidisturbios, con un furgón casi en cada esquina.


Cené en un restaurante que fue una excelente opción:el Greek Club. Cerveza y comida griega en un ambiente tranquilo, al aire libre y con música relajada.


Para los siguientes dos días completos en El Cairo, armé itinerarios muy apretados.

Día 4 – Barrio Islámico & Downtown

Fue la zona que más me gustó. Era la más auténtica, con bastante ajetreo, llena de mezquitas y edificios importantes. El Cairo Antiguo o el Viejo Cairo se extiende al sur de la zona moderna de la ciudad y, sin lugar a dudas, es el barrio con más encanto de la capital egipcia. No es casualidad que la UNESCO lo incluyese en su lista de lugares declarados Patrimonio de la Humanidad en 1979.

Aún hoy conserva todo el encanto del desorden y las calles estrechas empedradas como si no hubiera pasado el tiempo. 

Visitar el Cairo Antiguo es un viaje al pasado, una aventura medieval llena de vida para disfrutar con calma, sin prisas y en un paseo distendido y relajado, con todos los sentidos dispuestos a captar cada detalle de este rincón único e icónico en el mundo.

Las mezquitas, templos y monumentos islámicos más importantes de la capital se encuentran en El Cairo Antiguo. De hecho, su fundación data del año 969, cuando se construye el recinto real de los califas fatimíes y se estableció que la nueva ciudad llamada El Cairo sería la capital de Egipto, después de la anterior Fustat. 

La nueva capital acabó absorbiendo rápidamente a la vieja, mientras crecía exponencialmente y se convertía en un centro de aprendizaje del Islam muy importante en el mundo, con una biblioteca que contenía dos millones de libros.

Mi objetivo fue recorrer la “Milla histórica” de la Edad Media islámica.

Ciudadela de Saladino

Fui en un Uber desde mi hotel.

Esta fortificación es un punto fundamental con un mirador panorámico con vistas privilegiadas de la ciudad. Es un conjunto de palacios, museos y mezquitas en una antigua fortaleza con grandes torres y muros que alberga la Mezquita al-Nasir (famosa por sus minaretes decorados de azulejos), el Palacio Gawhara de estilo otomano y la espectacular Mezquita de Muhammad Alí.  

Justo a los pies de la Ciudadela se extiende el barrio llamado “la Ciudad de los Muertos”, donde los vivos han convertido en su hogar los mausoleos de un antiguo cementerio.



La Ciudadela de Saladino lleva casi nueve siglos dominando la capital egipcia desde las colinas de Muzzattam. Palacios, establos, jardines, murallas almenadas componen este enorme complejo defensivo. Construida en lo alto de un monte por orden de Saladino entre 1176 y 1183. 

Su función principal fue proteger al Cairo de las Cruzadas provenientes de Europa. Además fue la residencia de líderes de Egipto durante 700 años. 

El Palacio Gawhara se encuentra justo en la entrada de la Ciudadela. Fue encargado por Muhammad Ali Pasha en 1814 y hoy en día se utiliza como museo. Estaba cerrado.

La espectacular Mezquita del sultán turco Muhammad Alí, también conocida como la Mezquita de Alabastro por tener parte de su fachada construida con este material, tardó 18 años en ser construida (1830-1848). 

Fue diseñada tomando como base la Mezquita Nueva de Estambul, por tanto de acuerdo con el modelo de las mezquitas otomanas: una planta rectangular cubierta por una gran cúpula central y rodeada de varias semi-cúpulas enmarcadas por dos alminares. Fue erigida en memoria del Tusun Pasha, hijo de Muhammad Alí, muerto en 1816. En su interior, se encuentra también la tumba del sultán turco. 

 

Es un edificio impresionante por fuera y por dentro, con un patio interior de arquerías y la Torre del Reloj. Es uno de los grandes monumentos de toda la Ciudadela, gracias a unas colosales cúpulas de las que cuelgan enormes lámparas de araña. Precioso.






 






La cercana Mezquita de Mohammed An Nasir, del año 1318, fue la única construcción mameluca que Muhammad Ali no derribó.




 


Entré a un museo militar que había al aire libre…







Mezquitas Sultan Hassan y Al-Rifa’i

Están una frente a la otra.

Vistas desde la Ciudadela

La entrada es conjunta para las dos

Estucos y mármoles adornan la Mezquita de Al Rifa’i, a la derecha de la foto superior, imponente templo construido entre 1869 y 1912 también conocido como la Mezquita Real por albergar los restos de numerosos miembros de la familia real, entre ellos Faruq, el último monarca de Egipto hasta su derrocamiento en 1953.

 


 





Casi enfrente, está la entrada de la Mezquita-madrasa del Sultán Hassan, concluida en 1363, hay un angosto y oscuro pasillo que conduce hasta el luminoso patio, con cuatro iwanes —porches— para rezar. Tiene un enorme tamaño de unos 8.000 m2 y su punto más alto es un minarete que se eleva 68m. 

Esta mezquita, construida en el siglo XIV, dicen que es es una de las construcciones islámicas más importantes del mundo, pero a mí me gustó más la anterior.









Puerta de Bab Zuwayla

Situada en el centro de El Cairo, cerca de la calle Al-Muizz Al Deen, es una enorme entrada de piedra construida durante la administración fatimí en el siglo XI. Sirvió como acceso esencial a la ciudad durante mucho tiempo. Es un punto turístico y se puede subir a ella para disfrutar de las vistas. Yo no lo hice.

Bab Zuwayla es una impresionante presentación de la ingeniería de la Edad Media y la entrada contiene dos enormes pináculos asociados por una abertura central.




Calle Al-Muizz Al-Deen

No hay que perderse esta calle con un exuberante conjunto de edificios islámicos medievales. Derrocha encanto con casi 1 km, es una de las calles más antiguas de El Cairo. Cuenta con muchos tesoros arquitectónicos medievales, palacios y mezquitas. Ideal para recorrerla de punta a punta. Una maravilla, la verdad.

Llamada así por el primer califa fatimí en Egipto, fue diseñada como la calle principal de la gran ciudad fatimí. Muchos de los palacios, mezquitas y monumentos de los gobernantes ayyubíes, mamelucos y otomanos que dominaron Egipto después de los fatimíes, continuaron construyendo a lo largo de esta calle y en el centro de la ciudad. Hoy en día, la calle Al-Muizz todavía muestra la mayor densidad de monumentos islámicos significativos del mundo hasta el día de hoy. Y es que es uno de los lugares más importantes de la historia islámica de Egipto. 

Además de los impresionantes monumentos dispersos a lo largo de su longitud, es un bullicioso barrio, hogar de cientos de artesanos que fabrican mercancías que se venden luego en el cercano Bazar Jan el-Jalili. Un paseo por esta calle, que termina en el laberinto de tiendas del famoso Bazar, es una gozada y hace que sea fácil experimentar la historia y la vida en El Cairo Islámico y el barrio moderno que existe junto a esta arquitectura envejecida. 

 









Bazar Khan el-Khalili (Jan El-Jalili)

De estilo medieval, es el más grande e histórico de El Cairo y quizás el más famoso de la región, donde la vida local (menos) se mezcla con la turística (más). No cierra nunca. Tejidos, ropa, lámparas, especias, perfumes, antigüedades y joyas se mezclan con vulgares souvenirs en las miles de tiendas que componen este zoco centenario de más de 1000 tiendas. Comprar no es inevitable pero, si lo haces, regatear es obligatorio. 

Posiblemente algo sobrevalorado, es de los lugares más famosos de El Cairo y por lo tanto, donde vas a encontrar más turistas. Me recordó al de Estambul pero no tenía, ni de lejos, el rabioso encanto de lugares similares en Damasco o en Bagdad. No compré nada. Es inmenso y puedes pasar un día entero e incluso “perderte” por sus calles. Un poco asfixiante si has estado ya en otros bazares parecidos. Más de lo mismo, salvo por la novedad si es tu primera vez. Cansa un poco.

Dicen que sus orígenes se encuentran en el año 1.382, momento en que el emir Dyaharks el-Jalili ordenó construir un gran caravasar (o “jan”), especie de posada en la que paraban los comerciantes y que contaba con estancias para el descanso de los animales y para dejar las mercancías. Jan el-Jalili también era un espacio en el que los comerciantes, que estaban allí de paso para trasladarse a los alrededores, aprovechaban para comerciar entre ellos. 

Poco a poco fue creciendo en torno a este lugar un bazar que se convirtió en el gran espacio que es hoy.




Comí en un sitio muy recomendable, limpio, silencioso y con bien aire acondicionado: Naguib Mahfouz Café.

Mezquita de Al-Azhar

En el entorno del bullicioso bazar se levanta la Mezquita de Al Azhar, construida en época fatimí (siglo X). Sus más de 7.000 m2 albergan una universidad considerada la institución teológica más importante del islam suní. 

Es una de las mezquitas más importantes de la ciudad y además es la segunda universidad islámica en funcionamiento más antigua del mundo (la primera es la de al-Qarawiyyin, Marruecos, fundada en 859 dC.).

Fundada en 970 dC., desde su origen hasta hoy funciona como centro religioso y centro de estudios del Islam. Tiene un patio de mármol blanco muy llamativo y una biblioteca. Preciosa.


 




El wicala de al-Ghuri 

Me lo encontré de casualidad. 

Muy cerca de la Mezquita de Al-Azhar, era un caravasar (lugar donde los mercaderes podían establecerse y hacer negocios al llegar a la ciudad desde lugares lejanos) construido por el sultán Qansuh al-Ghuri en 1504 como parte de un proyecto más grande, que incluía un complejo cívico-religioso con mausoleo, un dispensario de agua, una escuela elemental, una mezquita y un centro educativo. 

La arquitectura del wicala me encantó, con cinco pisos y unos altos arcos en los pisos inferiores que rodean el patio, y las filas de ventanas de sus pisos superiores. 

En la actualidad el edificio fue restaurado y sirve como espacio artístico gestionado por el Ministerio de Cultura. Muchos artistas tienen sus propios estudios allí y el patio común se utiliza como teatro y sala de conciertos.

Después di un paseo por los alrededores de la Plaza Tahrir, con un tráfico brutal y sin semáforos, y contemplé el Nilo de noche y su enorme anchura. 

El cercano puente Qasr El Nil que cruzaba a la isla de Zamalek (otro mundo, de hoteles de lujo y restaurantes, por donde no dejan cruzar tuk-tuks) me recordó al muro costero de La Habana: aquí muchos aparcan us coches o motos, ocupando un carril, y toman té con amigos, en una perfecta mezcla “naive” y "canalla".








Día 5 – Barrio Copto,  Mezquita Ibn Tulun, Zamalek & Downtown

Este día mi objetivo fue visitar El Cairo copto, la gran Mezquita antigua de Ibn Tulun y terminar con un paseo por la corniche / Nilo al atardecer. Día relajado, pensando ya en Yemen.

Traté de alquilar una felucca (barco tradicional) para hacer un paseíto por el Nilo, pero los precios eran desorbitados, las embarcaciones muy lentas y decidí cambiar de planes: me fui a comer, en Zamalek, a uno de los mejores restaurantes de El Cairo, el Crimson Grill & Bar…de lujo y con unas vistas excelentes del Nilo. Muy recomendable.

Barrio Copto

La palabra “copto” significa cristiano egipcio.

Se trata del barrio más antiguo de la ciudad y bajo sus calles se encuentran auténticos tesoros: sí, este barrio es subterráneo, hay que bajar unas escaleras para llegar a él. 

Es un lugar importante por la gran cantidad de iglesias y monasterios que hay dentro de las murallas del antiguo fuerte de Babilonia, fundado en el siglo VI aC. Aquí podrás encontrar la iglesia, la sinagoga y la mezquita más antiguas de El Cairo. 

Las visitas a las iglesias, sinagoga y mezquita son gratis pero se suele dejar algún donativo. Destaca la Iglesia de San Sergio y San Baco, también llamada Abu Sirga, dedicada a los dos mártires que fueron perseguidos por el Imperio Romano en su dominio sobre Egipto. 

Y es famosa porque, según el Nuevo Testamento, allí dicen que está la cueva donde se refugiaron Jesucristo y su familia cuando huyeron de Herodes hasta llegar a Egipto. Leyenda o no, dicen que la iglesia fue construida sobre esa cueva que hoy en día es una cripta que se puede visitar bajando unas escaleras. 

Y cada 24 de Bachos (mes del calendario copto, correspondiente al 1 de junio) los cristianos egipcios celebran una misa en honor a la llegada de la Sagrada Familia a Egipto. Esta es la iglesia más antigua en el Barrio Copto porque, aunque fue construida en el siglo XI, sus pilares centrales datan del siglo IV. 







La Iglesia Colgante, o Iglesia de Santa María, debe su nombre a que fue construida sobre la puerta sur de la antigua fortaleza romana de Babilonia. En su interior hay 13 pilares que representan a Jesucristo y sus 12 apóstoles, siendo el pilar gris el dudoso Tomás y el negro Judas. Aquí había baños gratis (importante).






Las Torres Romanas: la fortaleza romana de Babilonia fue ampliada por el emperador romano Trajano en el 98 dC. Estas dos torres redondas eran parte de unas fortificaciones frente al río en la parte occidental de la fortaleza. Estaban cerradas al público.


Además de callejear, hay otras visitas (muy) menores, el Monasterio Ortodoxo Griego e Iglesia de San Jorge, la Iglesia de Santa Bárbara, o una Sinagoga del siglo IX que no se puede fotografiar.











 




No diría que fue una visita prescindible pero no me pareció demasiado interesante, la verdad. Muchos grupos de turistas y un poco churrera.

Mezquita de Ibn Tulun

Me encantó. A solo 800m de la Ciudadela de Saladino. es la más antigua que ha sobrevivido en El Cairo con su forma original

Ubicada en el corazón de El Cairo islámico, fue construida a finales del siglo IX. y es la 2ª más grande en extensión, con un espectacular minarete de 30m que tiene unas escaleras exteriores construidas 200 años después de la mezquita. 

Las fotografías no hacen justicia a la quietud y solemnidad del lugar. Me recordó a un minarete similar que subí en 2023 en la Mezquita Abu Dulaf cerca de Samarra en Iraq donde, por el viento, sufrí vértigo al bajar…

Puedes pasear por el patio y la antigua sala de oración, admirando sus arcos y observando a las palomas que entran y salen constantemente. Y sin turistas.

 


 


 




Aún conserva sus elementos decorativos originales, rodeada por un enorme patio externo que sirve para separar al templo del ruido de la ciudad. En su interior, hay otro patio cuadrado de 90m, rodeado por pórticos ubicados alrededor de una gran fuente central. 

En esta mezquita se filmó parte de “007: La espía que me amó” (foto).

Tras la visita y un intento infructuoso de hacer un crucero por el Nilo (una larga historia que terminó bajándome casi en marcha de un taxi en el que iba a un cajero a sacar dinero), decidí cambiar cena prevista por comida e ir al Crimson Grill & Bar, un restaurante excelente al que fui sin reservar. Comí de lujo en la terraza de un rooftop con vistas al Nilo. Homenaje.

Un inesperado vino blanco egipcio (uva vermentino) que me supo hasta bien posiblemente sugestionado por las extraordinarias vistas al Nilo, un tartar de atún y un risotto de marisco. Disfruté porque hacía tiempo que no comía tan bien. Se me hizo de noche en aquella terraza...



 





Con otro Uber regresé hasta la Plaza Tahrir junto a mi hotel para despedirme de un ambiente frenético y dar un último paseo entre calles cercanas. Pronto a dormir ante el madrugón del día siguiente a las 5am para ir al aeropuerto y tomar un vuelo a Seiyun (Yemen): comenzaba una nueva y excitante aventura, que puedes leer aquí.



CONCLUSION DEL VIAJE

Y así terminaba un intenso recorrido por El Cairo que para mí ha sido, más que un nuevo destino visitado, un punto de inflexión: volver a viajar tras un año complicado ha tenido algo de viaje exterior, pero también de travesía interior. Entre necrópolis silenciosas y calles y mezquitas llenas de encanto medieval, la ciudad me ha enseñado que el caos y la belleza pueden vivir en el mismo plano, lo que me ha obligado a ajustar expectativas y a confirmar que Egipto no está hecho para miradas ingenuas. 

He visto un país desbordado y devorado por su propia historia, que se vende en modo “parque temático” mientras sigue siendo, en el fondo, Tercer Mundo con todo lo que eso implica: necesidad, picaresca…y tambien una dignidad tozuda que se resiste a menguar.

En Giza, Saqqara y Dahshur, más que ver pirámides y ruinas he sentido una especie de conversación interior sobre la muerte, el tiempo y la persistencia de lo humano, algo que ninguna foto ni video consigue trasladar del todo. El Cairo es agitador, ruidoso, sucio y por momentos hostil, pero también fascinante, vibrante y seguro. 

No es un lugar para cualquiera, ni para cualquier etapa de la vida; pero sí lo es para viajeros que aceptamos que los estándares europeos aquí no aplican y que, a cambio, obtenemos dosis generosas de una realidad muy distinta y sin filtros. Y para mí eso es viajar.

Me marché de El Cairo con las piernas doloridas, algo más de respeto (que mi imagen previa) por esta ciudad indomable y la sensación de que, pese a los tópicos, Egipto no está sobrevalorado: simplemente está mal entendido por quienes solo buscan comodidad y fotos perfectas. 

Para mí, con este regreso temporal a mis viajes, he confirmado que, cuando el cuerpo se resiste, seguir en movimiento sigue siendo una de las formas más honestas de sentirse vivo.

Plaza Tahrir desierta, 5,30am, esperando un uber para ir al Aeropuerto. Vuelo a Yemen...



3. SITUACIÓN POLÍTICA Y SOCIAL 

Posiblemente muchos no saben qué gobiernos hay realmente detrás de algunos países que visitan. Les da lo mismo o directamente miran para otro lado.

No es algo que a mí me condicione en absoluto (entonces "se caerían" muchos países), pero es muy bueno saberlo... porque se explican muchas cosas.

En la práctica Egipto lleva más de una década bajo el liderazgo de Abdel Fattah al-Sisi, cuyo gobierno ha consolidado un régimen autoritario caracterizado por un fuerte control militar sobre el Estado, la economía y la sociedad. La disidencia política y la prensa independientes han sido sistemáticamente acalladas: detenciones preventivas, juicios con fallos cuestionados y restricciones a la libertad de asociación y protesta son prácticas frecuentes. Organizaciones internacionales describen esta dinámica como una criminalización de la disidencia y una notable regresión de las libertades civiles.

Económicamente, el país atraviesa tensiones estructurales: alta inflación, devaluación de la libra egipcia en años recientes, y una dependencia significativa de ingresos externos (turismo, remesas, inversiones del Golfo). El Estado ha impulsado un modelo de “capitalismo estatal” donde grandes proyectos de infraestructura y empresas propiedad o controladas por militares intentan estimular el crecimiento, pero sin resolver problemas de pobreza, desempleo juvenil y erosión del poder adquisitivo de amplias capas sociales. El descontento existe, pero la represión y el control social dificultan su canalización política. 

En seguridad interna, persiste la amenaza yihadista en el Sinaí, donde el Estado combina operaciones militares con estrategias de cooperación local; aunque las autoridades proclaman avances, el conflicto sigue siendo fuente de inestabilidad y de costos humanitarios y de seguridad. Además, la proximidad del conflicto palestino/israelí y las presiones humanitarias en Gaza tensan la sociedad egipcia y ponen a prueba la capacidad estatal para gestionar fronteras y oleadas de desplazados. 

En lo social, la combinación de represión política, ajustes económicos y un aparato estatal prominente alimenta una legitimidad frágil: el régimen apuesta por seguridad, orden y promesas de estabilidad material, pero esa “paz” viene acompañada de limitaciones a la participación ciudadana y crecientes demandas sociales sin cauces políticos efectivos.




4. GEOPOLÍTICA

Egipto es un actor central en el Norte de África por su posición estratégica (control del Canal de Suez, frontera sur de Gaza) y por su peso militar y diplomático. Ha actuado siempre como mediador recurrente en la cuestión palestina (especialmente en la gestión del cruce de Rafah y en negociaciones entre Israel y Hamas), y su papel como anfitrión y facilitador diplomático sigue siendo clave para cualquier solución regional. En octubre de 2025, Egipto volvió a ser escenario de negociaciones indirectas entre Israel y Hamas, una muestra de su papel mediador. 

A mí, que me encanta la geopolítica, me resulta muy interesante analizar las relaciones de Egipto con algunos vecinos clave:

Etiopía: la disputa por la presa del Gran Renacimiento es hoy la amenaza geopolítica más preocupante a medio plazo. El control del agua del Nilo es percibido en Egipto como asunto de Seguridad Nacional; episodios recientes de manejo de caudales y crecidas han reavivado tensiones y riesgo de crisis diplomática con posibilidad de escalada retórica o bloqueo de cooperación regional. 

Sudán y Libia: la inestabilidad en ambos países exige a Egipto gastos diplomáticos y militares (influencia política, apoyo a facciones afines, prevención de oleadas migratorias o de militancia).

Israel: relación pragmática y ambivalente: paz formal desde 1979 y cooperación en seguridad (frontera de Sinaí, lucha contra el yihadismo), pero tensiones políticas y de opinión pública egipcia frente a episodios en Gaza. Egipto equilibra cooperación con defensa de “líneas rojas”, como p.e. los traslados masivos desde Gaza.

Egipto ha fortalecido lazos con los Estados del Golfo (financiación, inversión y apoyo político) y mantiene relaciones tácticas con potencias como Rusia, China y Estados Unidos según conveniencias estratégicas. Esa dependencia de capital y apoyo externo crea palancas de influencia sobre su política interior y exterior pero también vulnerabilidades: si el apoyo del Golfo o las condiciones de financiación internacionales cambian, la economía y la estabilidad política podrían resentirse. 

En conjunto, Egipto combina influencia estratégica (Suez, mediación, ejército) con debilidades estructurales: legitimidad política cuestionada, presión demográfica y social, dependencia externa y amenazas transfronterizas (agua, militancia, efecto colateral de conflictos regionales). Su capacidad para seguir siendo actor central dependerá de su habilidad para gestionar la economía interna, negociar soluciones al agua con Etiopía y mantener un rol creíble y estable en los conflictos palestino-israelí y libio, sin que la compresión entre seguridad y represión acabe socavando su cohesión social.


5. CIVILIZACIÓN EGIPCIA (PARA PRINCIPIANTES)

Este resumen puede resultarte muy útil para no andar demasiado despistado y tener un mínimo “poso” previo a tu visita a Egipto.

Hace más de 5.000 años, en el fértil valle del Nilo, nació una de las civilizaciones más asombrosas de la Historia. En un territorio rodeado por desierto, el río fue literalmente su arteria vital: cada crecida hacía más fértil el suelo, garantizaba las cosechas y marcaba el ritmo del tiempo. De esa relación íntima entre agua, tierra y cielo surgió una cultura obsesionada con el orden, la medida y la vida eterna.

Los orígenes (c. 3100 aC.)

Al principio, Egipto estaba dividido en dos reinos: el Alto (sur) y el Bajo (norte). Hacia el 3100 a.C., el rey Narmer (Menes) unificó ambos y fundó la Primera Dinastía, dando origen al Estado egipcio. Desde entonces, los faraones fueron considerados dioses vivientes, garantes del equilibrio cósmico (o maat).

Con esta unificación nace la escritura jeroglífica, la administración estatal, la arquitectura monumental y una religiosidad centrada en la vida después de la muerte.

El Reino Antiguo (c. 2686–2181 aC.) — La era de las Pirámides

Durante las dinastías III a VI, Egipto alcanzó una organización casi perfecta. En tiempos del faraón Zoser, el arquitecto Imhotep erigió en Saqqara la primera pirámide escalonada: un experimento que culminaría con las Pirámides de Giza, bajo los faraones Keops, Kefrén y Micerinos (IV Dinastía).

El Reino Antiguo fue una época de prosperidad, arte refinado y tecnología constructiva sin precedentes. Los egipcios dominaron la cantería, la alineación astronómica y la logística a gran escala. Pero con el tiempo, el poder de los gobernadores provinciales (nomarcas) debilitó al faraón y el país se fragmentó.

Primer Período Intermedio (2181–2055 aC.)

Fue una etapa de crisis y descentralización. Egipto se dividió y los gobernadores locales asumieron el control. Sin embargo, esta inestabilidad dio paso a una visión más humana del faraón y a un arte más expresivo.

El Reino Medio (2055–1650 aC.) - Renacimiento cultural

Los faraones de Tebas, encabezados por Mentuhotep II, reunificaron el país. Se promovieron grandes obras hidráulicas y se extendió la agricultura hasta Nubia. Fue una etapa de equilibrio político, literatura brillante (como el Cuento del Náufrago) y nuevas ideas religiosas: el más allá empezó a ser accesible no solo al faraón, sino también a los hombres comunes que vivieran según el maat.

Hacia el final, invasores asiáticos —los hicsos— introdujeron el caballo, el carro de guerra y nuevas técnicas metalúrgicas.

El Reino Nuevo (1550–1070 aC.) — El esplendor imperial

Los faraones tebanos expulsaron a los hicsos y fundaron la XVIII Dinastía, iniciando la edad de oro de Egipto. El poder y las riquezas alcanzaron su máximo esplendor: los ejércitos egipcios dominaron Siria, Palestina y Nubia. Destacan figuras legendarias:

  • Hatshepsut, reina-faraón que gobernó con sabiduría y promovió el comercio.
  • Tutmosis III, el “Napoleón egipcio”, gran conquistador.
  • Akenatón, el hereje que introdujo el culto al dios único Atón, una especie de monoteísmo temprano.
  • Nefertiti, su esposa, símbolo de belleza y diplomacia.
  • Tutankhamon, su hijo, que restauró la religión tradicional y cuyo tesoro intacto fue hallado en 1922.
  • Ramsés II, el más poderoso y prolífico, constructor de templos colosales como Abu Simbel y protagonista de la célebre batalla de Qadesh contra los hititas, el primer tratado de paz conocido.

Durante el Reino Nuevo se excavaron las Tumbas del Valle de los Reyes, sustituyendo las Pirámides como lugar de enterramiento, y se perfeccionaron la escultura, la medicina y la astronomía.

El ocaso del Egipto faraónico

Después de Ramsés III, el poder faraónico se debilitó. El país fue invadido sucesivamente por libios, nubios, asirios y persas. En el 332 aC., Alejandro Magno entró en Egipto sin resistencia y fundó Alejandría, una ciudad faro de la cultura helenística.

A su muerte, su general Ptolomeo se proclamó faraón, iniciando la dinastía ptolemaica, de origen griego pero profundamente egipcia en símbolos y ritos. Esta etapa culminó con Cleopatra VII, aliada de Julio César y Marco Antonio, la última faraona y una de las mujeres más influyentes de la historia. Su suicidio en el 30 a.C. marcó el fin del Egipto independiente: el país pasó a ser provincia del Imperio Romano.


Legado y aportaciones

La civilización egipcia dejó un legado inmenso:

  • Arquitectura y arte monumental: Pirámides, templos, estatuas colosales.
  • Matemáticas y geometría: base del trazado arquitectónico y la medición del Nilo.
  • Astronomía: calendario solar de 365 días, esencial para la agricultura.
  • Medicina avanzada: conocimiento anatómico y prácticas quirúrgicas documentadas en papiros.
  • Escritura jeroglífica: sistema complejo descifrado por Champollion gracias a la Piedra de Rosetta.
  • Visión del más allá: creencia en la inmortalidad del alma, momificación y juicio ante Osiris.

Todo en Egipto giraba en torno a la idea de perpetuar el orden cósmico y la vida eterna. Por eso sus templos, tumbas y monumentos no fueron construidos solo para los vivos, sino como puentes hacia la eternidad.

Tras siglos de olvido, la expedición napoleónica (1798) y el descifrado de los jeroglíficos despertaron la “egiptomanía” europea. Desde entonces, Egipto volvió a ser un símbolo de misterio, sabiduría y belleza antigua.

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