Un viaje que ha conseguido engancharme: he conocido y disfrutado de una Sicilia inmensa y soleada que combina arte, gastronomía, vinos, mar y playa de una manera con la que muy pocos lugares de Europa compiten.
Los napolitanos dicen “ver Nápoles, después morir”. Y es que es una ciudad única que te ofrece mucho, siendo una gozada patearla, perderse por sus callejones, escuchar hablar a sus habitantes y aceptar que no entenderás nada; el napolitano no es un dialecto y es reconocido por la UNESCO como un idioma real que se escucha en la zona de Nápoles y en la región de Campania. Me resultó difícil de entender (difiere del italiano por sus orígenes griegos) y casi siempre prefería hablar en inglés.
Nápoles es una ciudad para caminar. Yo hice casi 19 km en un solo día.
Frente a unas fachadas de iglesias y catedrales, curiosamente y en general, bastante mediocres, sus interiores eran, en muchos casos, más que impresionantes y una inmensa gozada visual.
También me encantó la gastronomía aunque más aún, los excelentes vinos blancos que probé.
Dividiré este post de este viaje en tres secciones:
Puedes ver dos videos HD de este viaje;
1. INTRODUCCIÓN
LOGISTICA
A la isla de Sicilia, aparte de en ferry (a solo 3 km de la Italia peninsular por el Estrecho de Messina), puedes llegar volando con muchas combinaciones desde aeropuertos italianos o del resto de Europa:
• Entrando por Palermo y saliendo por Catania (mi elección)
• Entrando por Catania y saliendo por Palermo
• Y estas opciones se ampliarían si considerases entrar o salir usando el diminuto aeropuerto de Trapani (que recibe vuelos de Nápoles, Bolonia, Londres, Roma, Varsovia y Bríndisi).
Sicilia es una isla repleta de tesoros y con un patrimonio inmensamente rico. Por ello debes crear tu propio itinerario, en función del ritmo deseado, tus intereses y bagaje viajero.
ALOJAMIENTO
TRANSPORTE
Muchas calles tampoco están bien señalizadas y pueden ser de sentido único. Para evitar líos, no pierdas de vista tu app de GPS. No te fíes de los taxistas y acuerda precio antes, aunque yo solo los usé en los aeropuertos de Nápoles y Palermo. En Sicilia también tienes autobuses públicos y privados e incluso una red de ferrocarriles. Muchos son los muros de hormigón y los puentes de las carreteras que tienen parte de sus hierros al aire y oxidados; y no hablemos de la deficiente iluminación de los numerosos túneles. Hay cierta indolencia en el mundo de la construcción y en general un mantenimiento deficiente en una isla que es muy montañosa.
Diré también que esa fama en Sicilia de tener ciudades caóticas, en la práctica no es para tanto porque fundamentalmente vas a visitar a pie sus centros históricos, que son peatonales, no tienes que preocuparte por el ruido o por el tráfico. Llegar hasta allí, y aparcar bien, es ya otra historia.
Por cualquier carretera en la que circules verás bolsas de basura. Algunos arcenes más parecían un vertedero. Y la limpieza de algunas calles brilla por su ausencia. Llevan así décadas y la mafia tiene mucho que ver. Es una de las grandes batallas de los sicilianos y de Italia en general: el Gobierno italiano está combatiendo la gestión ilegal de residuos, algo que ha estado siendo aprovechado por la mafia para lucrarse, presionando por obtener concesiones. Italia es otro mundo.
CLIMATOLOGIA
En mi caso fui a mediados de Junio y las temperaturas oscilaron ya entre 20 y 32º, con picos puntuales de 37º en el este. Y siempre soleado menos un día que hubo una fugaz tormenta de verano. Es una isla mediterránea peculiar: en verano hace muchísimo calor y no es difícil que el siroco norteafricano la barra de sur a norte durante días. Y el invierno es cálido en la costa, pero en el interior las temperaturas bajan de 0º y la nieve incluso puede aislar los pueblos de montaña.
MAFIA
GASTRONOMIA
Me encantó el Arancino, una especie de bola de arroz frito con carne, tomate, guisantes, huevo duro y mozzarella... u otros ingredientes.
Para probar maravillosos platos locales de pasta tienes infinidad de alternativas y rincones secretos, perdidos entre calles, donde podrás probar unos vinos blancos apoteósicos.
Mi itinerario de viaje ha sido:
Días 3 y 4- Vuelo a Palermo (2 noches)
Día 5 –Valle de los Templos - Scala dei Turchi - Agrigento (noche).
Día 6 – Scala dei Turchi – Sciacca – Salinas – Marsala (noche)
Día 7 – Salinas – Erice – Trapani (noche)
Día 8 – Reserva Natural Zíngaro – Scopello (noche)
Día 9 – Monreale – Cefalú (noche)
Día 10 – Taormina (noche)
Día 11 – Taormina - Catania (noche)
Día 12 – Vuelo de regreso (Catania-Nápoles-Bilbao)
- Selinunte (entre Agrigento y Marsala) por habernos quedado ya saciados de arqueología en el Valle de los Templos.
- San Vito lo Capo (entre Trapani y Scopello) por ser un lugar de vacaciones tradicional para muchos sicilianos e italianos en general. Muy turístico, playa bonita pero llena de hamacas y sombrillas.
- El Volcan Etna (entre Taormina y Catania), muy a mi pesar. Mala suerte, el cráter estaba muy humeante con una niebla que impedía hacer la excursión con buenas vistas. A veces pasa. Una pena.
- Las islas Eólias, a 1h. en ferry, en la costa nordeste de Sicilia, por tiempo disponible. Una pena. Es un exótico archipiélago de 7 islas (incluida Strómboli) que mezcla paisajes volcánicos, calas agrestes, puestas de sol y poblados prehistóricos. Patrimonio de la Humanidad, es muy salvaje y debes de valorar si te merece la pena en función de tu ruta y tiempo disponible. Hay quienes van solo unas horas o varios días…
- Al sur de Catania, Siracusa (una ciudad muy agradable, con la península de Ortigia y su laberinto de callejuelas y plazoletas) por estar fuera de ruta.
- Por igual motivo, al sur de Siracusa, no vimos Ragusa, Módica y Noto (tres tranquilas localidades de marcado acento barroco).
2. DÍAS 1 y 2: NÁPOLES
Benvenuti a Napoli!.
RUTA A PIE
A la mañana siguiente comenzamos una ruta a pie por lo más interesante de Nápoles, tratando de aprovechar muy bien el tiempo pero haciendo muchas paradas para descansar, picar o beber algo.
Era aún pronto y el ambiente en las calles (un miércoles 15/Junio) no era tan vigoroso y vivaz como pasadas unas horas, bajo un día soleado y caluroso. Al final del día, comprobamos que habíamos caminado casi 19 km. pero para nosotros no es tanto. Calzado cómodo, discreción y a disfrutar.
Hay dos grandes zonas para ver caminando: el casco histórico y la zona del Puerto. Comenzamos por la primera, que era donde estaba nuestro B&B.
Se trata del verdadero corazón de la ciudad, la calle más antigua y uno de los lugares más pintorescos que se pueden ver en Nápoles. Esta larga vía recta, de unos 2 km, va desde el Barrio Español hasta Forcella.
En este barrio tan característico lograrás sumergirte en la vida diaria de los napolitanos, donde el caos y la esencia de la vieja Nápoles se mezclan con los olores y el bullicio de las motos, pizzerías y pequeños negocios que venden absolutamente de todo. Spaccanapoli cuenta también con decenas de edificios antiguos, monumentos e iglesias en cada esquina, haciendo que posea también un gran valor histórico y cultural. Sientes aquí la verdadera atmósfera napolitana...
Llegamos a la zona del Duomo y nos quedamos con la boca abierta.
La entrada al Duomo o Catedral de Nápoles es gratuita y merece mucho la pena, imponente, uno de los lugares más visitados de la ciudad, no en vano aquí se guarda en varias cápsulas la sangre del patrón de la ciudad, San Genaro que, según se dice, vuelve a licuarse cada 19 de septiembre.
Los artesanos exponen y venden sus obras de arte en sus tiendecitas, a la vista de cualquiera que quiera disfrutar de un arte que se transmite de padres a hijos. Pero no sólo hay pesebres en esta zona, hay muchas tiendas de artesanía. Encontramos la Vía San Gregorio Armeno uniendo dos calles perpendiculares del casco antiguo de Nápoles, la Vía dei Tribunali y la Vía San Biagio dei Librai.
Cuando llegamos a Vía San Gregorio Armeno pasamos por una de las opciones para conocer la “Nápoles Subterránea”, una visita que desestimamos para no perder mucho tiempo (2h). Y es que hay muchísimo por ver. Gran parte de la ciudad alberga debajo de ella un auténtico laberinto de catacumbas y galerías. La Nápoles subterránea se trata de un recorrido por las entrañas de la ciudad, a través de muchos túneles con escasa iluminación utilizados para fines turísticos, existiendo muchos tours y recorridos diferentes.
Tampoco estamos más de 5-10 min. en cada iglesia... pero lo cierto es que hay tantas y algunas son tan impresionantes que no es posible pasar al lado y no entrar para flipar en colores.
Desde aquí y dando ya por finalizada la visita al “Centro Storico” de Nápoles, nos fuimos hacia la zona del puerto, pasando antes por la famosa Galería Umberto I, que no es más que un centro comercial inaugurado en 1887 y está dedicado a Umberto I rey de Italia, por su ayuda durante la epidemia de cólera de 1884. El estilo arquitectónico es muy chulo, recuerda al de un lugar muy similar en Milán, con techos muy altos y acristalados y un elegante suelo de mosaicos.
Salimos por la animada calle Toledo, muy ya cerca del “Barrio Español” y aprovechamos para perdernos entre las callecitas adyacentes, que son las que realmente merecen la visita a esta zona de Nápoles, algo degradada pero tan pintoresca.
Por supuesto, comimos un helado de pistacho en la heladería más famosa de Nápoles: Gambrinus.
Se trata de uno de los símbolos de la ciudad, de la plaza más grande e importante de Nápoles. Con más de 25.000 m2, alberga entorno a ella varios de los principales edificios de la ciudad. Edificios como el Palacio Salerno, la Basílica de San Francisco de Paola y el Palacio Real se encuentran en ella. La plaza del Plebiscito es un importante lugar de reunión para los napolitanos y actualmente se utiliza para todo tipo de eventos, espectáculos y manifestaciones. Había preparado un concierto y la plaza quedaba algo deslucida…
Aquí encontramos también un mirador al Vesubio y una zona de bañistas. Seguimos hasta el Castel dell’Ovo o Castillo del Huevo, donde decidimos no entrar ya que habíamos leído que no vale mucho la pena. Era la zona del puerto deportivo, donde comimos en una “crudería”: nos sirvieron una deliciosa fuente de mariscos crudos y unos tartares de pescado, con un vinazo a la altura, claro.
Desde aquí seguimos nuestra ruta en dirección al Castel Nuovo, que estaba cerrado pero ofrece unas perspectivas diferentes de la ciudad y también en el trayecto que hay hasta llegar a él.
Nápoles nos encantó y creo que no puede ser más recomendable… siendo perfecto el combinarlo con Sicilia.
3. SICILIA
DIA 3 y 4: PALERMO
Reservamos un taxi al aeropuerto de Nàpoles y tomamos un vuelo de 35 min. con EasyJet a Palermo. Un taxi de Uber nos esperaba y en 30 min llegamos a nuestro B&B, en una ubicación insuperable: Boutique B&B Vintage donde estuvimos 2 noches (94 eur/noche doble con desayuno, el precio más caro del viaje junto con el B&B de Cefalú).
Es verdad que Palermo no está muy limpia por algunas zonas, cercanas a los grandes mercados sobre todo, pero las demás están bien. Sí que vi una ciudad desordenada, pero así es la idiosincrasia del sur de Italia. Aunque el tráfico no me pareció tan caótico, ojito en los pasos de cebra, incluso con semáforos en verde: muchos coches y motos se los saltan.
Fundada por los fenicios en el S. VIII aC., Palermo ha sido muchas veces ocupada y es tremendamente multicultural en estilos, con edificios que evocan el Neoclásico (Teatros) y el paso de romanos, bizantinos, árabes, normandos, españoles, austriacos, etc. Su patrimonio es asombroso, y aunque se ve en algunas partes descuidado, en eso reside justamente su encanto y tremendo atractivo.
Palermo es Sicilia en esencia: bulliciosa y vital con un desorden que tiene ese punto de auténtico y romántico frente a otros destinos de postín.
Pasear sin rumbo es una excelente opción, sobre todo caminando por la Via Alessandro Paternostro, ocupada por gente que bebe en locales de moda; o por la Via Bara All’Ollivella, llena de restaurantes; o por Vittorio Emanuele II y Maqueda, las arterias que trazan la vida palermitana y que se cruzan en los Quattro Canti.
Solo algunos highlights:
• El Palacio Normando: antigua residencia de los reyes normandos en la Edad Media, el palacio alberga ahora el parlamento regional. También llamado Palazzo Reale, está construido en un lugar donde antiguamente había una fortaleza árabe del S. IX. Ampliado por los normandos y transformado en un complejo palaciego de una de las cortes de mayor importancia en Europa. La visita es muy interesante porque incluye exposiciones y hallazgos arqueológicos.
• La (muy) impresionante Capilla Palatina (1132-1140) está en la 1ª planta del Palacio Real. Ostentosa capilla privada que muestra el estilo arquitectónico que dirigieron los normandos. Columnas romanas sostienen un interior románico, coronado por un techo de madera árabe y adornado con espectaculares mosaicos bizantinos. Apoteósico.
• San Juan de los Eremitas con sus grandes cúpulas rojas
• Catedral de Palermo: mezcla de varios estilos arquitectónicos como el árabe-normando, gótico y barroco. El exterior es realmente impresionante y vale la pena verlo. Preciosa, dorada (comenzada en 1184) es otro monumento al pasado normando de la ciudad.
• Teatro Massimo, el teatro de ópera más grande de Italia y el tercero de Europa. Reabrió sus puertas en 1,997 tras un largo periodo de abandono. Allí se rodaron las escenas del atentado contra Michael Corleone en la 3ª parte de El Padrino.
• Mercado de Ballaro, para disfrutar de los aromas y colores sicilianos. Mantiene un encanto decadente que lo hace muy especial y único. Los gritos de los vendedores unidos a los intensos olores en ese entorno tan especial hace que sea una pasada.
• Puedes caminar a lo largo del Fioro Itálico, un lugar muy popular con una bonita vista al mar, a cuyo comienzo había una terraza de copas en la arena.
• En el interior de la fabulosa Chiesa de Santa Caterina D´’Alessandria vimos “Exstasis”, un espectáculo de luz y sonido muy conseguido.
DIA 5: AGRIGENTO
Tras dos días en Palermo, donde el coche no es necesario, alquilé uno con el que me aseguraba cupiesen 2 trolley “medianas”. Pero en vez de un Citroën C3 (el que cuenta con mayor maletero dentro de los modelos pequeños) me dieron un Opel Corsa y nos sirvió por los pelos. No debes de dejar equipaje a la vista en tus paradas de carretera o en parkings de ciudades.
Nuestro B&B estaba en la plata 5ª de un edificio. L'Alba sui Templi (72 eur, doble con desayuno, baño privado fuera). Su dueño, que hablaba algo de español, muy simpático, nos dio algunos consejos para comer y cenar. En frente había un parking gratuito.
El Valle de los Templos (calcula 2,5h de visita) es un recinto arqueológico impresionante en el que se reúnen un buen número de templos clásicos griegos restaurados luego por los romanos. Dicen que son de los mejor conservados del mundo.
El conjunto lo presiden cinco templos dóricos del S. V aC. (el de la Concordia, el de Juno, el de Hércules, el de los Dioscuros y el de Júpiter Olímpico) esparcidos a lo largo de una extensa superficie salpicada de olivos y almendros y con unas vistas espectaculares del paisaje siciliano. El mejor conservado de todos ellos es el Templo de la Concordia, junto al ícaro caído. Todo es Patrimonio de la Humanidad desde 1.997.
Fuimos en coche a visitar al atardecer la aclamada Scala dei Turchi, a 18 km de Agrigento, un icónico acantilado junto a una playa preciosa con forma de lomas de un blanco inmaculado a través de “escalones” que van a morir al mar. Un lugar precioso y de largo una de las mejores playas de Sicilia. Este acantilado de piedra caliza blanca que baja en el mar turquesa es muy famoso por esas formas de escalones tallados por el viento y el mar.
Como muchos, cruzamos una valla (que prohibía e impedía el paso por desprendimientos) para poder subir una pequeña cuesta blanca resbalosa y admirar embobados una espectacular puesta de sol.
Por la noche salimos de nuevo por Agrigento para ver el ambiente y cenar algo.
DIA 6: SCALA DEI TURCHI – SCIACCA – SALINAS - MARSALA
Paramos a comer en Sciacca, un lugar sin demasiado encanto pero con un enorme puerto donde fuimos a comer a un lugar de sicilianos y, aunque costó mucho entendernos con el camarero, al final resultó una velada gastronómica inmensa.
No paramos en Selinunte, uno de los enclaves arqueológicos más destacados del Mediterráneo. Del siglo VII aC. datan sus Templos Orientales, la Acrópolis, la Ciudad Antigua y el santuario de Malophoros, levantados junto al mar en una estampa única. Ya tuvimos suficiente con el Valle de los Templos.
La idea era ir acercándonos a Marsala para parar en al menos dos bodegas para hacer algunas catas y comprar vino. El fallo fue que al ser domingo estaban todas cerradas menos una (Donnafugata), donde por los pelos pudimos probar un blanco y comprar 2 botellas.
Marsala es una pequeña ciudad con una importante producción de vinos y que se abre poco a poco al turismo. El vino de Marsala, muy peculiar y de fama mundial, es extraordinario. Las viñas que allí se cultivan producen vinos blancos y tintos de un excepcional sabor y aroma; desde el siglo XIX estos vinos se exportan a todo el mundo. Existen numerosas bodegas donde degustar esta joya vinícola.
Pero, antes de pasear por sus calles del centro donde se asoman antiguos palacios nobles, monumentos e imponentes iglesias de estilo barroco, tras dejar las maletas, nada más llegar hicimos una actividad muy recomendada: ir a las Salinas de la laguna para ver la puesta de sol mientras tomas un vino en un escenario impresionante. Había muchos lugares con aparcamiento, llenos de gente haciendo lo mismo. Esto se repite a diario. Una gozada.
DIA 7: SALINAS + ERICE + TRAPANI
En ruta ya hacia Trapani de nuevo pasamos por las Salinas para ver de día todo el espectacular entorno y visitar algún centro de producción para comprar sal. Al salir de Marsala, hay que tomar la SP21.
Esta tranquila carretera, llamada Camino de la Sal, te lleva bordeando las salinas en un paisaje que es visita imprescindible de la región.
Los molinos restaurados y las salinas son preciosos.
Hay un teleférico que comunica la ciudad de Trapani con la villa de Erice. El viaje ida y vuelta tarda unos 10 minutos y cuesta 9 €. Es la principal atracción de la ciudad. Para subir allí tienes dos opciones: A unos 30 min en coche o a 10 min en teleférico. No hace falta decir que la segunda opción te dará una gran vista.
Este bonito pueblo en la cima de la montaña es famoso por su castillo colgado en el acantilado y sus bonitas calles empedradas. El panorama que se puede admirar desde arriba es uno de los más bonitos de Sicilia, con vistas de las salinas de Trapani y las paradisiacas islas Egadi.
Caminando alrededor de esta fotogénica aldea, tendrás acceso a muchas vistas preciosas de Trapani y del mar.
Calles empedradas y empinadas en un encantador pueblo medieval, ubicado en la cima del Monte San Giuliano con sugestivas calles y tiendas de artesanía local.
Probamos otro vino blanco excepcional en un lugar que he de nombrar, “Bazar del Miele”, una vinoteca donde Antonnella nos atendió de lujo con muchos panecitos con diversas salsas y productos locales.
Ya en Trapani fuimos darnos un baño a la playa y después salimos a dar un paseo por su centro histórico, con calles típicas como Via Garibaldi o Corso Italia. Una mezcla soberbia de Románico, Barroco, influjos árabes, normandos y españoles animan las fachadas de las iglesias y cada rincón del tranquilo y precioso centro histórico de esta ciudad costera.
DIA 8: RESERVA NATURAL DEL ZINGARO - SCOPELLO
Llegamos a la pequeña y preciosa aldea de Scopello. Un lugar tranquilo, fuera de ruta, muy siciliano, nos encantó.
Nuestro B&B estaba situado como si fuese el mismísimo ayuntamiento, en el mismo centro de la plaza central, con una sola ventana que era la nuestra: Bed And Breakfast Maria (60 eur doble, con desayuno, baño privado fuera).
Scopello es el pueblo más cercano a uno de los sitios más espectaculares de Sicilia: la Reserva Natural del Zingaro. Hay 2 entradas a la Reserva: Sur y Norte. La del sur es la más cercana a Scopello. No hay problema para aparcar, hay grandes estacionamientos. Una vez que hayas ingresado a la Reserva, no puedes perderte. Basta con seguir un camino de 7 km que bordea el mar y llega hasta la otra entrada. Se comienza con un túnel abandonado por obra paralizada por colectivos ecologistas en los años 80.
Me encanta el senderismo pero creo que nos equivocamos al iniciar a pie esta travesía costera porque fue una verdadera paliza bajo un fuerte sol y un calor de más de 30 grados. El sendero, con subidas y bajadas, tenía algunas zonas en muy mal estado. A pesar de llevar calzado adecuado, 14 km, que eran pocos para nosotros, se hicieron a veces algo complicados… y agotadores. El paisaje costero lo compensaba.
Tras regresar al B&B en Scopello, nos esperaba una grata sorpresa: Spiaggia dei Faraglioni, esta playa situada a 3 km nos transportó a otro universo gracias a sus llamados farallones —pequeños y altos peñascos rodeados de agua turquesa— que vigilaban la costa.
Excelente lugar para terminar la tarde en esta playa privada cuyo único problema fue el pago abusivo de una entrada de 10 eur. Junto a la playa hay un hotel en una antigua Tonnara (“atunera”) que era un lugar donde se llevaba a cabo la “mattanza”, método antiguo tradicional y colectivo de pesca del atún rojo, hoy prácticamente extinto tanto por la reducción de atunes como por la acción de los barcos pesqueros, que interceptan los atunes mucho antes de que lleguen a las costas.
Visitamos allí un museo sobre esa técnica y con fotos de lo que fue aquella “tonnara” hace décadas.
En este sugestivo y mágico lugar se han rodado muchos anuncios y películas, como una de las escenas finales de Ocean's Twelve.
En ruta a Cefalú, tocaba parar en un lugar obligado al que muchos van desde Palermo (a solo 5 km) pero que preferimos visitarla en ruta, días más tarde, para tratar de diluir un posible empacho de catedrales.
Ningún viajero debe perderse la catedral de Monreale, que tiene una cierta semejanza con la Capilla Palatina. Esta catedral, de las más extraordinarias de Europa, dicen que es el ejemplo más espectacular de arquitectura normanda en Sicilia.
En verano, suele estar atestada de cruceristas pero tuvimos suerte. La catedral es una maravilla de la arquitectura, con muchísimos mosaicos y un espectacular claustro.
Si mezclas una de las playas más fotogénicas de Sicilia con un casco histórico medieval sacado de cuento, del resultado sale Cefalú, pequeña y coqueta, uno de los mejores rincones de Sicilia.
Nuestro B&B fue excepcional, YEASY smart rooms Cefalù (91 eur, doble con desayuno en un hotel a 5 min) . Su simpático y entregado dueño, Federico, nos dio muy buenos consejos y nos proporcionó una plaza para aparcar gratis en la calle frente al alojamiento. Un crack.
Soñolienta, playera y bizantina, en su centro histórico destaca su Duomo (Catedral) de inspiración árabe-normanda y declarado Patrimonio de la Humanidad. La Piazza del Duomo es un lugar para tomar algo (siempre te ponen un trozo de pizza gratis) rodeado de preciosos edificios, y los callejones medievales repletos de restaurantes y tiendas.
Creo que a esas alturas del viaje ya habíamos visto todo lo que nos interesaba de iglesias y catedrales. Suficiente.
Y es que la estampa del agua con las casas pastel de pescadores y la catedral al fondo en lo alto es una de las postales más bonitas que ver en Sicilia y dicen que de Italia.
DIA 10: TAORMINA
Priorizar no es sencillo a veces pero Taormina prometía. Y más, con poco turismo… es la ventaja de viajar en Junio a Sicilia.
Situada junto al mar, mítica y clásica, a 200m sobre el monte Tauros, ofrece una fantástica vista de la bahía de Naxos y del Etna, levantándose en un balcón que mira al mar Jónico.
Su teatro griego, uno de los más célebres del mundo, tiene sobre todo la virtud del emplazamiento.
Es majestuoso, como colgando del acantilado cayendo al mar, y las vistas son brutales: desde allí se contempla el mar reposado y las cumbres del volcán Etna, que sigue en activo.Nuestro alojamiento, Bed & Breakfast Duomo Di Taormina (81 eur, doble con desayuno) estaba situado en un lugar inmejorable y a corta distancia de un enorme parking de 7 plantas a pocos metros de la “puerta norte” de esta pequeña ciudad donde comienza el Corso Umberto I, su arteria principal: una calle peatonal repleta de casas palaciegas, iglesias y mucho comercio. 1 km. de longitud en el que no hay tiempo para el aburrimiento y ofrece un paseo agradable con un enorme y magnífico mirador desde el que se avistaba, a uno y otro lado, la costa serpenteante y sus poblaciones.
Este islote, en el que vivió la sobrina de la reina Victoria de Inglaterra, está unido por un itsmo que queda mecido por una ensenada, no hay mucho sitio para toallas.
Aunque el entorno era muy bonito, la playa no nos pareció para tanto y no llegamos ni a bajar (de guijarros, como muchas de Sicilia) porque estaba a tope de gente. Sacamos unas fotos desde arriba y comimos en uno de los cercanos restaurantes.
Preciosa, elegante y tranquila, Taormina tiene mucho ambiente por la noche y mi recomendación es salirte de la calle principal para tratar de buscar algún pequeño rincón perdido donde tomar algo o cenar.
Luego nos apuntamos a una fiesta improvisada en un callejón...
DIA 11: TAORMINA - CATANIA
Como no pudimos hacerlo el día anterior, por la mañana fuimos a visitar el Teatro Griego. Se trata de uno de los mejor conservados del mundo, con espectaculares vistas del Mediterráneo y el Etna a sus espaldas.
La entrada cuesta 10 €. Exploré este espacio construido en el S. III aC. y tomé algunas de las fotografías más espectaculares de mi paso por Sicilia. La pena es que estaban preparando el montaje para el Taormina Arts Festival en el Teatro y las fotos quedan bastante deslucidas…
De Catania, segunda ciudad más importante de Sicilia, leí que era una ciudad un tanto oscura, sucia y decadente como buena parte del sur de Italia, pero no nos pareció para tanto.
Al contrario, algunas zonas me parecieron hasta elegantes. Mercados callejeros en calles estrechas o locales nocturnos para tomarse una buena copa son parte de la genética de esta ciudad, pero si nos vamos hacia el pasado, Catania está salpicada por la historia del Etna, ya que fue sepultada en el S. XVII dejando desolación y muerte a más de 20.000 personas.
Como llegamos algo pronto, al suspender la subida al Etna, tuvimos tiempo para ir a la playa.
Catania tiene un centro histórico peatonal muy bien cuidado, lo que le llevó en 2002 a ser incluida como Patrimonio de la Humanidad. Creo que merece la pena pasar al menos una noche en Catania.
El cruce de las calles Vittorio Emanuele II y Etnea puede ser tomado como referencia: a su alrededor se reúnen las atracciones principales de la ciudad y el bullicio de sus locales y restaurantes. Todo resultaba muy pintoresco.
La piazza del Duomo es el corazón de la ciudad. La organización de las ciudades de Sicilia es muy simple: todas tienen su propia "piazza del duomo" que concentra muchos monumentos. Esta plaza es el punto de partida de muchas preciosas calles pequeñas.
Dia 12: REGRESO A BILBAO
Me alegra seguir descubriendo nuevos rincones y culturas diferentes.
Sicilia y Nápoles son destinos muy vibrantes que te aconsejo visites fuera del periodo estival para disfrutarlos con tranquilidad y sin hordas de turistas.
... PENSANDO YA EN MI PRÓXIMO VIAJE A LÍBANO Y SIRIA.
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