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03 abril 2024

IVORY COAST 2024 march

Volver al África negra ha sido de nuevo una experiencia extraordinaria. Costa de Marfil era una corazonada.

Mi itinerario por este fantástico país que exhala vida, ha sido muy potente con más de 2.500 km en 15 días... que me han parecido un mes. 

Una combinación fascinante de emociones, una amalgama única de momentos muy auténticos conectando con las esencias de la cultura de este increíble país africano. 

Ha sido una espectacular aventura a medida, exigente, muy completa, intensa y con fuertes contrastes. No puedo pedir más. 

Junto a Benín, puede que sea uno de los mejores destinos posibles en África, si buscas algo diferente. 

He vuelto con un material audiovisual imponente…. he sido testigo privilegiado en un verdadero paraíso fotográfico, donde una sonrisa y un saludo te abre todas las puertas. Y, como siempre, la cámara del móvil resulta menos intimidante...

Una apoteosis sensorial desbordante con la extraña sensación de quedarme muchas veces con más preguntas que respuestas en un viaje con sorpresas apabullantes. Antropología pura. 

África es mucho África.

Parando en aldeas perdidas que no aparecen ni en Google Maps. Seguridad total y flotando siempre en el ambiente, la magia y misterio de antiquísimas creencias. Constantes recuerdos de Benín y sus ceremonias vudú.

Y es que la enorme diversidad antropológica en Costa de Marfil es desconcertante
Las antiguas costumbres y creencias africanas, las influencias musulmanas y cristianas y numerosas etnias con sus propias tradiciones distintivas contribuyen a una mezcla insólita de culturas ancestrales. 


Dividiré esta publicación en varios apartados:

1. INTRODUCCION (Idioma, Clima, Visado, Vacunas, Moneda, Religión, etc)
2. MI ITINERARIO
 Y solo para los más curiosos
3. GRUPOS ETNICOS
4. POLITICA Y CONFLICTOS

También puedes ver dos trepidantes reportajes en video sobre esta aventura de 15 días, de la que regresé con más de 400 archivos de grabaciones realizadas. Ambos grabados en 4K con un Iphone 15 Pro Max y una calidad extraordinaria. La edición, también en 4K, ha sido mi mayor reto hasta ahora en post-producción audiovisual.




1- INTRODUCCIÓN

Apenas he visto turistas: el turismo de masas es inexistente y es que viajar por el país por tu cuenta no es fácil: necesitas un guía experto que te ayude a acceder a comunidades que constituyen el corazón y el alma de este fabuloso país, lleno de cánticos, tambores y danzas animistas.

Esperaba un país sorprendente pero mi expectativa se ha visto superada con creces. 

Tanto es así que, una vez “reposadas” las experiencias, honestamente diré que este gran viaje se cuela por pleno derecho en los puestos más altos de mi ranking de destinos favoritos. 

Cada día vivido ha sido sencillamente increíble, manteniendo un nivel inesperadamente altísimo en mi medidor de satisfacción viajera que –pese a todo lo ya viajado- se ha visto continuamente desbordada con imágenes que aún perduran en mi mente, recuerdos imborrables, por lo insólito, por lo auténtico y misterioso y por lo enriquecedor. Viajar es conocimiento. El baile en Costa de Marfil es una expresión cultural rica y emocionante que merece ser valorada y apreciada en su contexto histórico y social.

Además, por haber sido también un viaje solidario buscando los lugares de mayor pobreza y abandono, he comprobado las necesidades que existen en las zonas rurales más aisladas y contribuido con toda la ayuda que pude llevar (15 kg de material escolar, sanitario, ropa, balones de fútbol, etc.), algo que he venido haciendo de forma responsable en otros destinos como Benín, Camerún, Mozambique, Etiopía, Madagascar, Zanzíbar, Siria y Myanmar.


El país es llamado así porque las rutas de exportación de marfil de todo el África subsahariana pasaban por sus puertos ya con anterioridad a la época colonial. 

Hoy disfruta de una estabilidad que permite profundizarlo a fondo sin límites y es culturalmente muy rico: sus cuatro grandes áreas culturales (Akan, Gur, Mandé y Krú) conforman más de 60 etnias que pueden reducirse a cuatro grupos etno-linguísticos por características culturales e históricas comunes, y que albergan todos ellos costumbres y ritos iniciáticos muy variados constituyendo auténticas riquezas, fuentes de enseñanza y conocimiento para los viajeros que buscamos lo insólito y descubrir un África negra más auténtica. Sin trampa ni cartón. 

Para mí, haber podido visitar muchas de estas comunidades para conocerlas, y apoyarlas económicamente, a través de un formato de turismo cultural y responsable, es respetarlas y también es ayudarlas

Así, mi “temor” por el riesgo de verme envuelto en alguna posible “turistada” en torno a festejos, ceremonias o rituales ad-hoc, fue infundado y quedó eliminado desde el primer minuto cuando vi la logística y el modus operandi. 

Este tipo de danzas o rituales mágicos no son "shows para turistas" sino que tienen siempre un fin. Además, los eventos no están “garantizados”, hay que negociarlos y a veces es un honor muy especial concedido a pocos forasteros. Cruzar el hermetismo de sus verdaderos significados, motivaciones y función de roles no está al alcance de cualquiera: imposible profundizar demasiado, el misterio nunca desaparece tras el repetitivo son con el que los músicos golpean sus tambores, que aún resuena en mi cabeza con una energía contagiosa.

Pero es que además ha sido precisamente el Gobierno marfileño quien ha ido animando y empujando a los pueblos a poner en valor y mostrar al mundo sus tradiciones ocultas, aunque algunas siguen estando restringidas para forasteros.

Muchas religiones tradicionales africanas están resistiendo frente al cristianismo y el islam y buscan cómo adaptarse a los nuevos tiempos, Debieran de ser reconocidas como un “tesoro nacional” a proteger y conservar.

Sí, hay que concertar las danzas o ceremonias con antelación (y reconfirmar) con los jefes de las aldeas, fecha, hora y precio, y casi siempre a través de un sub-guía o contacto intermedio. La hospitalidad está garantizada y algunas despedidas fueron muy emotivas. 

Las ceremonias se presenciaban en una rabiosa primera fila, se mascaba tensión y en ocasiones angustia. 

El respeto y temor que mostraban los niños de las aldeas durante las danzas les hacía a veces mantenerse algo alejados... pero cada ceremonia era toda una fiesta local: al final, mostraban el dinero entregado y a veces, por transparencia, se repartía públicamente entre los danzantes y jefes del poblado. Cooperativismo en estado puro.

En este nuevo gran viaje al África Negra he descubierto una enorme diversidad etnográfica, presenciado algunas de las danzas con máscaras que muchos dicen son las más impresionantes de toda África, observado formas de vida únicas y asombrosas (como la de las "komiáns", sacerdotisas curanderas iniciadas en la práctica de comunicarse con el mundo de los espíritus), pasado la noche en un campamento en el corazón del Parque Nacional de Tai, en la frontera con Liberia, y admirado algunas joyas arquitectónicas y un destartalado pasado colonial en Grand Bassam. 

No abunda la información sobre este trocito del África Occidental, impresionante y tan lleno de grandes contrastes, que en 2020 figuraba como la tercera economía emergente del continente africano (tras Botsuana y Nigeria) según The Economist, y que sigue siendo hoy primer productor mundial de cacao.

Iba a viajar en solitario pero finalmente se sumaron tres buenos amigos viajeros. Ha habido química, empatía y buena conversación.

No ha sido un grupo organizado por una agencia intermediaria europea, sino un viaje privado negociado y contratado directamente con un magnífico guía marfileño, muy profesional y conocedor del terreno, Daniel Kouaho, director general de Osmosis Akan +, con 30 años de experiencia, cuyo castellano roza la perfección y al que debo de agradecer su extraordinario talante y también que excepcionalmente haya sido él quien nos haya acompañado personalmente en esta singular y apoteósica aventura, y con quien anhelo poder viajar a Burkina Faso y Mali en 2025 para, entre otras, poder visitar la mítica Tombuctú, una vez se termine de apaciguar el yihadismo radical por aquella zona. 

Éste no es un viaje que se deba hacer por libre. No por peligro sino por eficiencia viajera. 

Sin duda ha sido clave la implicación de Daniel, todo un referente en Costa de Marfil, muy bien relacionado y con gran reconocimiento por su actitud y alto “expertise”, traducido en ayudar a esclarecer o a interpretar todas las preguntas y dudas… y haber sabido improvisar ante inesperados cambios de planes por conscientes retrasos acumulados o por cancelaciones inesperadas, lo que hacía a veces complicado seguir el apretado programa previsto. Y siempre evitando que se nos hiciese de noche en la carretera. 

Si te interesan sus servicios, pídeme su email y móvil por privado a través del Formulario de Contacto en este Blog.

También agradezco a Daniel ayudarnos a socializar con la gente y a haber dado respuesta a mi demanda de conocer lugares fuera de las rutas habituales, pueblos, aldeas y danzas menos visitados (muchos tours suelen ir a los mismos sitios)… y vivir experiencias lo más extraordinarias e insólitas posible. Algunas fueron de verdad brutales.
 
Hicimos muchas paradas en carretera junto a mercados de frutas y verduras o simplemente para estirar las piernas y beber alguna cerveza…


La República de Costa de Marfil, en francés Côte d’Ivoire, se encuentra en el África Occidental, limitando con Mali y Burkina Faso al Norte; con el Océano Atlántico al Sur, con Ghana al Este, y con Guinea y Liberia al Oeste. Todo esto marca necesariamente...

Aunque en general el país es llano, salvo las montañas más elevadas situadas en el noroeste (con el Monte Nimba de 1.752m), es muy variado en diversidad geográfica con 3 grandes áreas
En el Sur hay una franja costera atlántica de 515 km, más lluviosa y con grandes plantaciones de productos de exportación como el café, el cacao y el plátano, con una laguna costera de ecosistema único a 300 km de la frontera con Ghana. Después, en el Centro, una zona boscosa ecuatorial y, ya en el Norte, una meseta recubierta de sabanas y matorral seco.

Costa de Marfil posee 8 Parques Nacionales y 21 Reservas Naturales, pero solo 2-3 son realmente visitables. 

Hay zonas de playa como San Pedro, Grand Bereby, pero la bohemia y decadente Grand Bassam, y la discreta, elitista y muy cara área de Assinie fueron desarrolladas para los ricos de Abiyán que acuden los fines de semana.

Además de ser un paraíso tropical, es también un país en claro progreso económico que está modernizando rápidamente su modo de vida y su cultura… aunque sin perder su identidad. Todavía. 

En 2018 su Gobierno adoptó una Estrategia Nacional de Desarrollo Turístico con el ambicioso objetivo de situarse en el Top 5 africano para 2025, con 5 millones de visitantes anuales. Mucho?. Mejor ir cuanto antes...

Tiene una situación geográfica privilegiada, con preciosas costas y espacios naturales, las plantaciones más importantes del mundo de cacao y anacardos y algunas ciudades históricas muy pintorescas.

Su capital es Yamusukro, aunque la mayor parte de las instituciones de gobierno se sitúan en Abiyán, la capital económica donde las lagunas se abren paso entre rascacielos, con casi 6 mill. habitantes, en un país que tiene casi 30 mill.

Tras algunas impactantes experiencias africanas en el pasado (entre las que destacaría Camerún y Benín, que tanto me marcó), me decidí por este nuevo destino, hospitalario y acogedor, de espíritu alegre y aún bastante desconocido porque fue algo inseguro durante años: después de la declaración de independencia en 1960, el país experimentó dos guerras civiles. 

Las cosas permanecieron inestables hasta 2011 cuando el derrotado presidente Ggagbo fue arrestado y extraditado a la Corte Penal Internacional en La Haya. Al final de esta publicación hablaré sobre esto, pero ya solo para curiosos de la “segunda capa” de un destino.

Como en el resto de África, y también en Medio Oriente, el país tiene que enfrentarse a numerosos retos antes de lograr un lugar privilegiado en el atlas de los viajeros internacionales, desde la construcción de infraestructuras a la formación de personal cualificado
Pero el desafío más importante consistirá en convencer a los viajeros de que se trata en verdad de un destino (muy) seguro. La presencia del islamismo radical se da más en las fronteras con Malí y Burkina Faso. En España, no demasiadas agencias con destinos africanos incluyen a Costa de Marfil, algo bastante chocante y que previsiblemente deberá de ir cambiando.

Quizás los fuertes vínculos culturales y políticos del país con Francia pueden implicar que muchos marfileños estén fascinados por Occidente pero sin duda están tremendamente orgullosos de sus propias costumbres ancestrales, credos y modos artísticos indígenas. 

No es para menos. 

Por otro lado, los marfileños respetan mucho la buena educación y la cortesía, y la música la utilizan como parte de celebraciones con motivos tan variados como el nacimiento, la muerte o la cosecha.

Aunque el turismo es hoy aún incipiente, parece estar ganando impulso lentamente. Tiene sentido: el “boca a boca” funciona. 

Muchos viajeros que han repetido África no han pasado aún por un Costa de Marfil, hoy ya muy seguro, que tiene tantos atractivos que ofrecer: ha sido una verdadera aventura llena de máscaras, colores, danzas y acrobacias al ritmo de música con cánticos y fuertes percusiones, con rituales insólitos, ceremonias de animismo, fuego y comunicación con ancestros. 

La danza en Costa de Marfil es una manifestación cultural y artística de gran importancia, y alberga una amplia gama de estilos y ritmos tradicionales que reflejan la historia y las tradiciones de cada grupo étnico. No solo es una forma de entretenimiento, sino también una manera de transmitir mensajes, contar historias y celebrar ocasiones especiales. Cada estilo de baile tiene su propia identidad y significado. 

Y contacto con muchas comunidades, en ocasiones muy aisladas. Las máscaras son una de las formas de arte más importante del país. Su complejidad y variedad sirve a numerosos fines; suelen representar a animales, a las almas de los muertos y a deidades. Es un lujo poder ver de cerca y admirar el arte tribal de las distintas etnias. 

Los pueblos Senoufo, Dan (o Yacouba) y Baoulé son maestros en estas imponentes tallas. Las máscaras suelen representar animales, las almas de los muertos y determinadas deidades. 

En la cultura marfileña, las máscaras son sagradas y también “peligrosas”: no cualquier familia puede tener una. Tampoco permiten que cualquier persona se ponga una máscara. Creen que cada una tiene su propia alma y que, cuando entra en contacto con un rostro humano, esa persona se transforma en lo que representa la máscara.

Aún seguían de resaca “futbolera”: su selección nacional de fútbol ganó en febrero 2024 la Copa Africana de Naciones, de la que fue país anfitrión. 

Esto supuso una gran oportunidad de fortalecer su imagen de potencia económica regional.

Costa de Marfil es un país joven, rico en recursos y el índice de natalidad es muy elevado: un potencial que se debería de encauzar hacia el progreso y no hacia la pobreza o la emigración. En las zonas rurales, las mujeres tienen 6 hijos de media y el 70% de la población tiene menos de 25 años. 
Se ven niños por todos lados, la mayor parte escolarizados y bien nutridos… aunque por el Norte vi muchos con verdaderas “averías” de cirugía en sus ombligos. 

Me llamó la atención la degradación y la basura en caminos, carreteras y muchos pueblos y ciudades. Muchísimo plástico por todos lados, incluyendo botellitas de licor y miles de bolsitas de plástico utilizadas para beber agua, té o café…que todo el mundo tira al suelo después de consumirlas. 

En otros países africanos también sucede parecido: el efecto visual es muy negativo y falta concienciación (aunque también instalar papeleras…).

En general las principales ciudades de Costa de Marfil están bien comunicadas por unas más que aceptables carreteras. En zonas remotas algunas pistas y carreteras pueden encontrarse en muy mal estado incluso en temporada seca, como la ruta que conduce al Parque Nacional de Tai.

El país estuvo cubierto por una densa selva tropical, pero buena parte fue talada durante el auge agrícola, y lo que queda hoy está siendo atacado por la tala forestal ilegal. 

Varios picos en el oeste se elevan a más de 1.000 m, y una laguna costera con un ecosistema único se extiende a 300 km al oeste de la frontera con Ghana. 

Todas las mezquitas de origen sudanés del noreste de Costa de Marfil son el segundo Bien de Carácter Cultural que ha recibido en 2021 el sello de Patrimonio de la Humanidad tras haberlo alcanzado en 2012 la ciudad histórica de Grand Bassam, primera capital colonial del país. 

A estos dos se suman otros tres Bienes Naturales también reconocidos por la Unesco: la Reserva natural integral del monte Nimba (compartido con Guinea), el Parque Nacional de Taï y el Parque Nacional del Comoé. 

Hay que destacar el importantísimo papel que desempeña la agricultura en la economía marfileña: representa el 25-35% de la economía nacional y el 40-70% de los ingresos por exportaciones

Es el primer productor mundial de cacao, que representa el 10% del PIB y una cuota del 44% de la producción mundial. Alrededor de 6 mill. de personas viven de los ingresos ligados al cacao. 
Exporta la mitad como grano en bruto. Un ambicioso plan estatal tiene como objetivo reapropiarse de todo el proceso, controlado mayoritariamente por manos extranjeras. Pero los cultivos se están viendo afectados negativamente por las fuertes lluvias que está trayendo el cambio climático.

Cerca de la mitad del cacao marfileño ya se procesa dentro de sus fronteras (transformado en pasta, polvo, manteca o licor): son alrededor de un millón de toneladas, de un total de 2,2 millones, lo que sitúa a Costa de Marfil como segundo procesador mundial tras Países Bajos. 

Pero casi todo se exporta y por ello hay poco consumo interno de chocolate. Lo curioso era que allí solo te ofrecían café soluble y cacao en polvo importado de Europa, siendo como es el tercer productor mundial de café. Además de estos cultivos, vi muchos de hevea (caucho), de piñas, de plátanos, de mangos, etc.

No quiero olvidar contar que los últimos datos del Africa Wealth Report 2023, publicado por Henley & Partners, una firma especializada en servicios a multimillonarios, señalan que son ya 2.400 los marfileños los que tienen más de un 1 mill. usd, +27% que hace una década. Cuatro de ellos acumulan fortunas que superan los 100 mill. usd. 

Pero el reverso de la moneda lo ofrecen los censos de la agencia Frontex: solo en sept 2023, más 14.000 marfileños trataron de emigrar irregularmente a Europa, algo no reconocido por el Gobierno... que les acusa de "falsos marfileños".


IDIOMA

En Costa de Marfil, por mucho inglés que sepas, no te va a servir de nada: en ningún sitio hablan ese idioma, ni siquiera en los hoteles.

La lengua oficial es el francés, aunque muchos usan el idioma del grupo étnico al que pertenecen, como el Baoulé (hablado en el centro y sur del país); el Senoufo (en el norte); o el Yakouba (utilizado por los Dan). 

Así que, aunque en algunas poblaciones remotas es complicado comunicarse porque el Francés brilla por su ausencia, este idioma está realmente muy extendido (lo habla con fluidez el 70% de la población), y es utilizado como idioma interétnico.


CLIMA

El norte de Costa de Marfil es una zona calurosa en la época seca. Hay una estación de lluvias de julio a septiembre con tormentas ocasionales que en la mayoría de los casos no interrumpen los viajes. 

En el sur hay dos épocas de lluvia, la primera empieza en mayo hasta la mitad de agosto, y la segunda empieza la mitad de septiembre y dura hasta la mitad de octubre. 

La temporada alta de turismo va de diciembre a febrero.

Lo más sensato es visitar Costa de Marfil entre noviembre y marzo, cuando el calor y la humedad son un poco más bajos y las tormentas son más raras. 

Además, en esta época del año hay menos mosquitos portadores de malaria.



VISADO

La solicitud telemática de visado (e-visa), para hasta 90 días, se realiza a través de una página web (https://snedai.com/e-visa/). Tras completar la inscripción previa y el abono de la tasa de 73 € es necesario conservar el certificado de confirmación de la aprobación de la solicitud (llamado "pré-enrôlement approuvé"), que deberás imprimir y presentar tanto a la compañía aérea como en el aeropuerto de Abiyán.

La falta de presentación de dicho documento puede suponer la denegación de la entrada al país. El visado es expedido en el aeropuerto de Abiyán tras la presentación de la Confirmación de la Inscripción.

Desconozco el proceso si entras por fronteras terrestres.








VACUNAS

Para visitar Costa de Marfil se exige la presentación del Certificado Internacional de vacunación contra la Fiebre Amarilla. Hasta 2016 se administraban dosis de refuerzo cada 10 años, pero la OMS determinó entonces que una sola dosis ya era suficiente para tener inmunidad de por vida. Apenas me miraron la cartilla.

Además se recomiendan las vacunas contra la Fiebre Tifoidea, Hepatitis A y B y Tétanos. Y seguir un tratamiento preventivo contra la Malaria. Lo mejor será que pidas cita en un Centro de Vacunación Internacional y pongas al día tu cartilla de vacunación para evitar experiencias desagradables. 

Lo cierto es cuando yo fui no había mosquitos por ningún sitio y, a mitad de viaje, dejé ya de tomar el fucking Malarone.





MONEDA

CFA (“sefa”) son las siglas de Communauté Financière Africaine, Tiene un tipo de cambio fijo, que desde la creación del euro es de 1 Eur = 656 CFA (1.000 CFA = 1,5 eur). 
Se trata de la moneda común de 15 países del África subsahariana, incluyendo a los 8 que forman la Union Économique et Monétaire Ouest Africaine, una especie de “Unión Europea” que nació en 1945 impulsada por Francia para cohesionar las economías de sus colonias en África Occidental y que actualmente está formada por Benin, Burkina Faso, Costa de Marfil, Mali, Níger, Senegal, Togo y Guinea-Bissau (ex colonia portuguesa). En Costa de Marfil es casi imposible conseguir billetes o monedas de pequeña cuantía; en hoteles, restaurantes, tiendas, farmacias y no digamos ya en puestos callejeros, nunca tienen cambio de los billetes de más valor.

Esta moneda, que pervive como último vestigio simbólico del colonialismo francés en África. la emite el Banco Central de Francia (que cobra por ello). La dependencia de la antigua potencia colonial se ve reflejada en casi todos los aspectos culturales y económicos del país. 


COMIDA Y BEBIDA


Salvo en los hoteles, la comida y la bebida es en general muy barata para los europeos.

La comida más extendida es la carne a la parrilla o guisada, que puede ser de pollo o pintada (ave muy común en la zona), aunque también es habitual el pescado o los caracoles gigantes. 

El acompañamiento consiste en Attiéké (mandioca rallada de textura similar al couscous), Alloco (trozos de plátano frito) o arroz blanco.Se puede comer bien por todo el país pero –para no esperar demasiado tiempo- 
se debe de encargar (e incluso pagar un anticipo) previamente los platos que quieres consumir en los restaurantes unas horas antes, ya que el proceso es, primero ir al mercado y después elaborar lo que has pedido, por lo que siempre son alimentos recién cocinados.

Tienen la tradición, heredada de Francia, de hacer pan todos los días, y realmente es exquisito y natural. Me sorprendió también que en muchos sitios, tanto de costa como de interior sirven pescado, a buen precio y en general bien elaborado.

Me llamó la atención la enorme cantidad de bares y restaurantes informales que puedes encontrar por todo el país (llamados “maquis”, de menús del día), con gente comiendo barbacoas de carne y pescado y bebiendo cervezas

Hay locales para todos los presupuestos: restaurantes (muchos de ellos de propietarios libaneses), maquis y kiosques (ideales para tomar un café con leche y un bocadillo de tortilla francesa). 

En cuanto a la bebida, el licor nacional es el vino de palma, elaborado artesanalmente a partir de la sabia de algunas especies de palmera. En cerveza local, hay marcas como Ivoire, Bock o Beaufort, en envases de 0,33l o de 0,65l por 1 euro. 


RELIGION

La inmensa mayoría de la población sigue adherida a creencias tradicionales. Una parte fundamental de estas religiones es la adoración de los antepasados. Los marfileños realizan rituales buscando la protección y bendición de los muertos que, según sus creencias, se transforman en espíritus pero permanecen en contacto constante con el mundo de los vivos.

Otras religiones importantes en el país son el Islam y el cristianismo, practicadas por un 25% y 12% de la población respectivamente. Y es que alrededor del 20% de la población son trabajadores (la mayoría musulmanes) de las vecinas Liberia, Burkina Faso y Guinea.



2- MI ITINERARIO

En Costa de Marfil amanecía sobre las 6,30am. Y allí era 1 h menos que en España.


día1 – Salida Bilbao 7,20am – ABIYÁN. Llegada 23,45h 
día 2 - ABIYÁN - ABENGOUROU
día 3 – ABENGOUROU – BONGOUANOU - YAMOUSSOUKRO
día 4 – YAMOUSSOUKRO – KONDEYAOKRO - KORHOGO
día 5 - KORHOGO - UNIVERSO SENOUFO -  KORHOGO
día 6 – KORHOGO – BOUNDÍALI - ODIENNÉ
día 7 – ODIENNÉ – MAN
día 8 – MAN – VATOUO - DANANÉ – BLOLÉ - MAN
día 9 – MAN - TAI
día 10 - TAI - PARQUE NACIONAL DE TAI (CAMPAMENTO SELVA)
día 11 – CAMPAMENTO P.N. TAI - GUIGLO
día 12 – GUIGLO - GRAND BASSAM
día 13- GRAND BASSAM - ASSINIE
día 14 - ASSINIE
día 15 - ASSINIE - ABIYÁN 
día 16 - Vuelo regreso 1,45am


Llegué un 5/Marzo. Pese a diseñar un programa de viaje muy completo, cierto que condicionado por las fechas inamovibles de unos vuelos muy baratos (470 eur i/v), tuve que renunciar no solo a muchas otras danzas en diferentes aldeas, sino también a algunas zonas interesantes, por quedar muy a desmano de una apretada ruta prevista de 2.500 km.  Pienso en las costeras San Pedro, Sassandra y Grand Bereby, o el Parque Nacional del Comoé (hasta hace poco algo inseguro por el cercano yihadismo en Mali).

Pero sobre todo me dio pena no visitar los pueblos y ciudades del noreste, en la zona de Kong, cuyas mezquitas de estilo sudanés fueron reconocidas en 2021 como Patrimonio de la Humanidad: se trata de pequeñas construcciones de tierra con vigas de madera sobresalientes y contrafuertes verticales coronados por cerámicas o huevos de avestruz y esbeltos minaretes. Todo no se puede.

La ruta la hicimos en una furgoneta Toyota Tiace de 14 plazas, con espacio de sobra para maletas, compras, nevera grande, etc…porque solo éramos 6 pasajeros: el conductor, el guía, 3 amigos y yo. 

Hicimos muchas paradas en mercados de carretera y en diminutas y humildes aldeas remotas... pero donde nunca faltaban antenas parabólicas de Canal +.

Todos los hoteles (salvo el campamento en la selva) fueron dignos, limpios y algunos incluso buenos, muchos con piscina... con el agua no siempre muy limpia. El excelente hotel en Assinie, caso aparte: era caro. 

Camas en general siempre un poco duras. Habitaciones con cama doble (curioso: allí no existe el formato de dos camas individuales).

Llevamos mucha comida de España, sobres de embutidos y latas. No sobró nada.

Y por cierto: no había mosquitos (ni siquiera en la selva de Tai)… por lo que a mitad del viaje decidí dejar de tomar el fucking Malarone.



Día 1 – SALIDA DE ESPAÑA - ABIYÁN (hotel ASTHORIA PALACE).

Vuelos con AirFrance. Despegué de Bilbao un 5/marzo a las 7,20am. Facturé maleta directa a Abiyán pero tuve que pagar 125 eur por exceso de peso (33 kg, máximo 23 kg) pese a indicar que llevaba unos 15 kg de material solidario para su reparto en Costa de Marfil.

Una escala muy larga (9h) en Paris CDG, permitió recorrer durante 6h. esta preciosa ciudad a pesar del frio.

París, siempre espectacular...






Llegué al hotel de Abiyán muy cansado a las 2am. Nos esperaba un amigo del guía, para facilitar CFAs para todo el viaje a un cambio ventajoso (1 eur = 655 cfa). Solo usé mi tarjeta de crédito en los aeropuertos y en el hotel de Assinie.

También conseguí por 3 eur una tarjeta SIM prepago de Orange que pude ir recargando con gigas cuando fue necesario. Muy barato (7 gigas = 7 eur) y con buena cobertura por todo el país. En todos los hoteles había un wifi razonable, nunca muy bueno.


Día 2 - ABIYÁN-ABENGOUROU (hotel LE ROYAUME)

En ruta desde Abiyán, hice varias paradas en carretera... que tanto me gustan





Así llegamos al gran centro agrícola del país, la ciudad de Abengourou, cerca de la frontera con Ghana, capital del reino Indenie, rodeada de un paisaje de selva tropical y habitada principalmente por el pueblo Agni, una rama del grupo Akan que emigró desde Ghana. 

El nombre "Abengourou" deriva de una expresión ashanti que significa "no me gustan las largas discusiones".

Por la tarde ya, “la primera en la frente”: primer día en Costa de Marfil y comencé con una de las experiencias más potentes e inolvidables del viaje... sin duda uno de los mejores highlights: a solo 1 km fuimos al pueblo de Akouakro, más “auténtico” que otros cercanos más visitados como Nzebenou o Aniassue (donde también hay otras escuelas), para conocer una pequeña escuela de Komiáns y asistir a una danza tradicional. 

Aunque predominan las mujeres, hay komians de ambos sexos, según la región y subgrupo étnico. 

Los akan entran en contacto con el mundo espiritual mediante los "komiáns" que, en estado de trance, son poseídos por los espíritus, o bosons, del bosque y del agua. El culto a los ancestros forma parte de su mundo espiritual. Los komians, al igual que los chamanes, dicen ver el mundo invisible. 

Pero lo que los diferencia es su paso obligatorio por un proceso de aprendizaje, una iniciación a través del contacto diario con el padre o madre iniciador, que les va transmitiendo la sabiduría a lo largo de los años, hasta que se considera que ya puede ser entronizado como komián, previa aprobación de los espíritus en sucesivas ceremonias iniciáticas, que incluyen la estancia durante meses en bosques sagrados.

Tenía mucho interés en verlo: sabía que podría ser algo extraordinario. Pero aún así "no lo vi venir", la verdad. Quedé impactado y me resulta difícil describir la experiencia vivida.


En las escuelas de Komiáns, el curso de iniciación de 3 a 7 años. En la escuela, una "Komián" convive con las/los iniciados/as, creándose un vínculo muy especial.

La gente acude a las prestigiosas y poderosas Komiáns en busca de curas o tratamientos para enfermedades como la infertilidad, la epilepsia o enfermedades mentales. Otros van para recibir asesoramiento sobre problemas personales. También hacen curas de mal de ojo o posesiones. Son hechiceras y afirman predecir el futuro. 

Estas fetichistas provienen de entornos rurales y de clase trabajadora. La escuela no recibe subvenciones y lucha por sobrevivir año tras año (por eso las donaciones son muy bienvenidas). Una vez completada su formación, regresan a vivir a su aldea y generalmente realizan otra actividad.





Nos explicaron que estas fetichistas, cuyas sacrificadas vidas están llenas de prohibiciones, son intermediarias entre el mundo físico y el metafísico,  entre los hombres y los espíritus, que eran como unas “linternas mágicas” para la población. 

El término “Komián” se refiere al estado de trance que alcanzan en el ritual durante la posesión del espíritu. 

Durante la ceremonia quedé más que impresionado al sentir la fuerza y energía de este grupo de mujeres (también había un hombre) de la etnia Akan: sin duda puede ser una de las experiencias más auténticas que se pueden vivir en el África negra profunda. 


En medio de una expectación contenida, con gente del pueblo animando y cantando sentados y, en contraste con mi entusiasmo, los niños de la aldea con cara de miedo aguardando a unos 40m, fue apareciendo un grupo de cuatro mujeres y un hombre, con sus cuerpos cubiertos de arcilla y caolín, un polvo blanco sagrado (usado también para delimitar en el suelo el espacio de la danza), que se balanceaban al ritmo de cánticos y fuertes percusiones y tambores, agitando diversos utensilios. 

Me resultaba imposible poder discernir entre trance y posesión. Me limité a observar con mucha atención para dejarme llevar por el ambiente que se habñia creado.

En realidad, había tres Komiáns (dos mujeres y un hombre, con gorros rojos), acompañados por otras dos mujeres en proceso de iniciación, vestidas de blanco y sin ese gorro. También participaban bailando 2 mujeres más con ropa normal.

Casi al final, nos invitaron y hubo que salir a bailar, imitando sus movimientos, lo cual fue muy aplaudido y agradecido… porque la intención es lo que cuenta.

En esta escuela se estaban capacitando para convertirse en "Komiáns" o sacerdotisas animistas certificadas, empapadas de la tradición, las propiedades medicinales de las plantas y las técnicas de resolución de conflictos, en un momento actual en el que los Komiáns temen por su propio futuro a medida que la sociedad moderna va abandonando las tradiciones. 



 

 




Ningún rey local o jefe tribal puede ser entronizado sin la intervención de estas sacerdotisas, que participan en la cohesión y la estabilidad de estas regiones. 

Luego, pueden ocupar puestos oficiales en sus aldeas locales o incluso establecer consultorios privados. 

La escuela, rodeada de selva y casas de adobe, contaba con un espacio donde se celebran las danzas, basadas en una religión que cree que los espíritus habitan en ríos, montañas y bosques, así como en las figurillas (fetiches) que ocupaban un lugar de honor frente a la danza.

Gestos serios en todos los intervinientes (Komiáns e iniciadas). Concentradas y con miradas de complicidad y asentimiento.







Tras esta cultura intrínseca a la sociedad marfileña, falta una decidida política nacional que preserve este patrimonio cultural. Las críticas a los Komiáns, sobre todo de iglesias evangélicas, son cada vez más insistentes y mordaces. 

Como ocurre con la mayoría de las religiones animistas, éstas son veneradas en pueblos de todo el continente africano, y los Komiáns están hoy buscando benefactores para salvar sus escuelas e incluso permitirles expandirse a otras regiones.














Cuando terminó la ceremonia, tuvimos el privilegio de –mientras se limpiaban- poder hacerles algunas preguntas sobre cuestiones de su aprendizaje y contacto con los espíritus. Tímidos pero afables, con una personalidad muy peculiar, lo desconcertante y solemne de sus respuestas culminó una experiencia brutal.  
En cuanto a cuándo y cómo una persona "siente la llamada" para acudir a una escuela de Komiáns y comenzar una larga formación e iniciación, no hallé respuestas claras: hablaban de quienes se sienten  elegidos por los espíritus porque ya desde pequeños entraban en trance de manera inexplicable o porque desarrollaban comportamientos extraños o inexplicables, como locura o histeria, y que luego una Komián debía determinar si ese estado era por otras causas o si realmente se trata de un verdadero "elegido"... en cuyo caso sucede a veces que algunos reniegan de entregarse a la iniciación para ser un Komián aceptando la llamada de los espíritus: no lo asumen, en ocasiones desanimados por familias que lo ven como un atraso y una superstición.




Después visitamos al rey de este poblado, a quien -como marca la tradición- ofrecimos de regalo una botella de ginebra: nos dio la bienvenida, su bendición… todo en un contexto de máximo respeto y rodeado de sus “notables”. 

Pero yo no me quitaba aún a los Komiáns de la cabeza.

Hay un documental de 73 min. en blanco y negro llamado KOMIÁN, de 2014, aún disponible  en plataformas como Filmin y que ha estado presente en 6 Festivales de Cine, dirigida por el gran viajero y escritor Jordi Esteva en la que él mismo intenta averiguar más sobre el espíritu de la pantera que se manifestó durante el rodaje de su anterior documental “Retorno al país de las almas” sobre las creencias ancestrales y los fenómenos de trance y posesión. 



Día 3 – ABENGOUROU - ANISSUÉ - BONGOUANOU - TOUMODI - YAMOUSSOUKRO (hotel CANAAN HILLS)

Paramos en Aniassué a recorrer esta pequeña aldea en la carretera.




Nos saltamos una visita a los peces sagrados del Lago Sokote por la sequía y así llegué a Bongouanou, capital del reino Moronou. Allí visitamos al rey de Kangandi que nos recibió en un ambiente tradicional y nos presentaron una danza tradicional ahossi, casi epilética, donde todos bailaron incluso, de nuevo, nosotros. Los ritmos eran más “caribeños” pero muy frenéticos.Todos cantaban.













Después hicieron un ritual de libaciones (derramar líquido al suelo) con la botella de ginebra que habíamos regalado al rey, quien nos bendijo y agradeció la visita...

La libación es un ritual ancestral en África que también se práctica en otras partes del mundo. Se ofrece una bebida para honrar al creador, a las divinidades menores, a los antepasados sagrados, a los seres humanos presentes y no presentes, así como a la protección de la tierra que da el sustento...




Pasé por un cercano hospital para hacer entrega de parte del material sanitario que había llevado de España. El rey estuvo también presente. Todos agradecieron mucho la ayuda. No es en absoluto habitual por allí que un extranjero haga eso...




… y después fui andando hasta un colegio a entregar parte del material escolar. Por orden del gobierno, ya no dejan fotografiar a los niños en clase.






 

 

Paramos a comer en Toumodi, visité su mercado por la tarde bajo un calor abrasador.






Llegamos por fin a Yamoussoukro, a 238 km de Abiyán, y comenzamos por una visita a los muchos campus universitarios que había, en medio de enormes avenidas desiertas. En medio de la nada. 



Luego fui a ver el lado sur de un enorme lago artificial, una excentricidad, donde viven más de 300 cocodrilos sagrados del Nilo, algunos enormes, donde el cuidador les alimenta a diario sobre las 17h. 

En 2012, un guardián veterano murió atacado por una de las criaturas durante una sesión fotográfica organizada para las fuerzas de paz de la ONU. Hasta hoy se contabilizan ya 12 muertes por ataques

Me contaron también que las crías se cuelan a veces por las tuberías de desagüe al lago y luego aparecen en la ciudad.






 

Fuimos al hotel: bañito en la piscina hasta que se puso a diluviar y nos quedamos allí mismo a cenar entre cortes de luz...
 

Día 4 – YAMOUSSOUKRO - KONDEYAOKRO - KATIOLA - BEMAVOGO - NAWALAKAHA - KORHOGO (hotel LA ROSE BLANCHE)

Por la mañana, comenzamos con la visita en Yamoussoukro de la famosa Basílica.


Yamoussoukro (o “Yamkro”) no es precisamente un epicentro cultural, pero vale la pena detenerse aquí aunque sólo sea para sorprenderse ante la rareza de la capital que se construyó en el lugar de la residencia del ex primer presidente del país, después de la independencia, Félix Houphouët-Boigny, que tenía grandes sueños de crear una ciudad que pudiera rivalizar con las mejores de Europa. 


Ciudad desmesurada, con inmensas avenidas de varios carriles, enormes paseos llenos de farolas y vacíos de gente y una colosal basílica (Nuestra Señora de la Paz) inscrita en el Libro Guinness de los records como “el edificio religioso más grande de Africa”, con su cúpula a 158m de altura, 20m más que la de San Pedro en Roma, que sirvió de inspiración. Es un complejo de edificios gigantes que se terminaron en 1990, cuando fue consagrado por el Papa Juan Pablo II.. 

Es realmente difícil pensar que estás en el África Occidental mientras caminas por este edificio alucinante; la basílica tiene 7.000 asientos y espacio para más de 11.000 fieles de pie. Fuera, caben unos 300.000 fieles. Pero hoy sólo atrae a unos pocos cientos los domingos. 
Es territorio Vaticano (hay una bandera dentro), que es quien además lo gestiona. 

No se pueden sacar fotos dentro, solo desde las puertas en el exterior. Prepara tu zoom.

El edificio ciertamente refleja la pasión de su fundador por la tradición y la tecnología: las cruces ornamentales católicas clásicas y las espectaculares vidrieras se complementan con un sistema de megafonía de alta potencia y unidades de aire acondicionado integradas en cada asiento de cada banco. Increíble.

Su construcción fue tan costosa (secreto nunca desvelado) como controvertida. Houphouët dijo entonces: "Cuando Dios nos da un regalo, es de mala educación preguntarle cuánto costó". Algunas estimaciones contemporáneas sitúan la cifra en unos 300 millones usd.. 


Deseoso de mostrar su orgullo y alegría al mundo, Houphouët saludó aquí a celebridades desde Michael Jackson hasta Nelson Mandela. La basílica es la atracción turística más popular de todo el país, con 160.000 visitas (extranjeros y locales) registradas en 2017.


Aunque esta sería una parada casi obligada en cualquier viaje a Costa de Marfil, la iglesia está envuelta en una clara controversia ya que muchos sentimos tristeza por el incalculable desperdicio de dinero, dado el nivel de pobreza del país. 


 

La espectacular basílica te deja estupefacto y con los ojos bien abiertos. Se mantiene en óptimas condiciones y cuenta hasta con guías de habla inglesa. 

 

 

 




El palacio presidencial, donde hoy está enterrado Houphouët-Boigny, sólo se podía ver desde lejos.

Durante dos días, tocaba ya meterse de lleno en el llamado “Universo Senoufo”, area geográfica y étnica muy peculiar.

Salimos en dirección a Korhogo, capital del país Senoufo, y en ruta paramos en el pueblo Baoulé de Kondeyaokro donde íbamos a visitar los tejedores, pero estaban de luto y solo pudimos ver la exposición para la venta de unas telas preciosas junto a una pequeña aldea. 

Aquí habita la etnia Baoulé, que es de las más importantes de Costa de Marfil, representando a casi una cuarta parte de la población, y conocidos por sus finas tallas de madera y las máscaras Goli.



 


La estructura política del pueblo Baoulé se basa en un consejo de ancianos que representan los distintos linajes de la comunidad. Cada aldea está gobernada por un jefe de aldea (en las pequeñas) o por una reina o un rey (en las grandes), asistido por algunos consejeros. 
La sociedad Baoulé es matriarcal y los derechos de las mujeres son sagrados.

 

Después visité Katiola para conocer a las famosas alfareras Mangoro. Luego hice unas compras de artesanía en un recinto que funcionaba como cooperativa de negocios artesanales locales.



 



 


 

Antes de llegar a Korhogo, paré en Bemavogo, una aldea muy humilde auténtica por la que me encantó pasear ante la sorpresa de la gente que te saludaba al pasar. Repartimos algunos regalos y ropa.

 



 


 

 



 



 


Después del check-in en el hotel, partimos al anochecer al pueblo senoufo de Nawalakaha donde íbamos a presenciar una danza animista que combinaba el trance con fuego y  movimientos espirituales, llamada Djinangoro que quiere decir “presencia del genio”. 

Esta danza mística se acompañaba de unos instrumentos musicales muy rudimentarios y consistía en varios danzantes con el torso desnudo que se turnaban pasándose ramas y palos encendidos por la cabeza y otras partes del cuerpo sin quemarse

Con incredulidad y asombro, vi el espectáculo sentado en primera fila totalmente a oscuras y muy pendiente de que no llegase el fuego o las cenizas a mis piernas. A veces no sabía si estaba todo controlado...


 




 






 

 

 

La sensación fue indescriptible… y la despedida también, con decenas de niños gritando. Otro highlight del viaje. Brutal.

 






Día 5 - KORHOGO - "UNIVERSO SENOUFO" - KORHOGO (hotel LA ROSE BLANCHE)

Visitar el Norte es encontrarse con la verdadera África, impregnada de lo sobrenatural y de lo místico. Claramente menos desarrollado, viajas a través de paisajes preciosos y, por remotas carreteras, ves pueblos senoufos muy pintorescos con un estilo de vida aún más tradicional. 

No es sencillo comprender su cultura artística, vida diaria y rituales espirituales

Entre los Senoufo prima el concepto de comunidad sobre el del individuo. División por linajes y castas (herreros,  granjeros, tallistas, curtidores, hechiceros). Veneran a espíritus de la naturaleza y a ciertos antepasados. 

Los bosques cercanos a las aldeas se consideran sagrados y son usados como escuelas y lugares de culto. Los Senoufo son famosos por la peculiar techumbre de sus casas y por la fabricación y tintura de tejidos. Un pueblo cargado de tradiciones, aldeas en la sabana donde se conservan antiguos oficios y rituales ancestrales.

Korhogo es una de las principales ciudades del norte y sirvió de base para explorar sus interesantes alrededores, donde en cada pueblo existe una “especialidad”. 

Me encontré con una espectacular región de animismo y bailes de máscaras. Tienen casas sagradas decoradas con bajorrelieves y grandes graneros de arcilla, y estas áreas generalmente no pueden ser “tocadas” por visitantes occidentales. Te dan una bienvenida cálida aunque a veces cautelosa. Sin embargo, la hospitalidad es una parte integral de su cultura y están orgullosos de compartir sus historias y mostrar sus habilidades artísticas.

Fuimos a Katia, pueblo de tejedores tradicionales, donde vimos los telares y la afanosa y metódica forma de trabajar, con técnicas de hace 11 siglos: con el algodón en hilos y secados al sol, los teñían con pigmentos naturales colocándolos sobre unos soportes de madera y cosiéndolos juntos en tiras para ir formando una tela completa

 






 


De nuevo entregué material sanitario en un cercano hospital, que me enseñaron por dentro. Después repartí regalos para los niños a través de un líder local.




 



Después paré en un bosque sagrado con unos árboles gigantescos.




 

 



Visité Fakaha, a 15 km de Korhogo, aldea famosa por sus pintores tradicionales, y por la supuesta estancia aquí de Pablo Picasso, que se dice que los reconoció como fuente de inspiración. Pude ver cómo esta casta de pintores trabajaba sobre telas de algodón mostrando sus tótem y escenas cotidianas de su vida. 

Con fascinante destreza y gestos precisos, utilizando cuchillos o bastoncitos de madera que humedecen en boles con líquidos, el algodón blanco se convierte rápidamente en una obra de arte. Aparecen figuras de animales o personajes, con un aire de Picasso.


 






 

Abracé al pintor de una tela preciosa que compré... y que ya he enmarcado en un enorme cuadro... de 97 x 114 cm


Por la tarde visité el pueblo de Kapelé para ver a los fabricantes de las llamadas “perlas”, a base de una arcilla que luego pintan y dan brillo con una resina vegetal. Con ellas hacen pendientes, pulseras, collares, etc…

 



 

Después fui a Waraniene, también famosa por sus tejedores, pero en este pueblo asistí a la asombrosa danza iniciática de las Máscaras Panteras llamada Boloyé, que forma parte de la iniciación senoufa que dura 21 años dividida en tres ciclos de 7 años. 























Los jóvenes bailarines demostraron su maestría y una tremenda agilidad a través de acrobacias rítmicas y unas piruetas imposibles. 

Antiguamente representada en los funerales, la Boloye se ha convertido hoy en una danza de regocijo. Sin embargo, conserva aún su carácter sagrado. Cuentan que Boloye era originalmente un baile infantil y que sería más tarde cuando los adultos lo mejoraron, perfeccionando sus instrumentos y dándole mayor importancia. Solo los "iniciados" tienen derecho a hacer el Boloye, una danza de alegría que tiene otros poderes místicos, incluído el de hacer llover. 

Las edades de los bailarines varían entre los ocho y los quince años. Y su número varía entre dos y cinco bailarines. La danza de la pantera o Boloye está hecha de acrobacias. Los bailarines a veces saltan sobre ambos pies, a veces sobre un pie muy alto.

Sin duda fue otro de los grandes highlights del viaje, una experiencia brutal y emocionante que estuvo precedida de un lento baile donde participaron los niños del pueblo y que me dejó en ocasiones sedado por la elegancia y sutileza del movimiento del baile de algunas niñas...





 

Aqui las máscaras no están talladas en madera, sino que consisten en un traje en forma de saco que se supone recuerda al patrón de una pantera. 

Los músicos sostenían inmensos bologues, instrumentos hechos con grandes calabazas y sin cuerdas, con las que conseguían un sonido de percusión alucinante que me atrapó con sus ritmos poderosos e hipnóticos. Estaba estupefacto.

Allí nos hablaron sobre una sociedad secreta masculina senoufo llamada Poro, que tiene un complejo ritual de iniciación en el que sus jóvenes, llamados colobele, pasan hasta 3 meses recluidos en el bosque. 

Uno de los trabajos de un colobele es realizar ceremonias tradicionales de máscaras, conocidas localmente como la Danza de la Pantera. Aunque esta tarea no es la más importante de un miembro de Poro, ciertamente es una de las más espectaculares de ver. Me pareció tremendo… veía cómo las máscaras de tela reflejaban el compulsivo esfuerzo de respirar por la boca cada vez que terminaban un turno de angustiosas acrobacias en competencia para ver quién saltaba más...







 






 

 


 



 


 






 
 

Día 6 – KORHOGO - BOUNDÍALI - ODIENNÉ (hotel LES FRONTIERES)

Visité en Natio-Kobadara una cooperativa de fabricantes artesanales de manteca de karité, una grasa con muchas propiedades sanadoras para la piel. 

Era un lugar muy potente, lleno de toneles, cubos y fosas llenas de esta manteca, con un olor muy fuerte, Ni un hombre trabajando por allí...

Y es que era una cooperativa solo de mujeres, destinada a mejorar sus condiciones de vida en el ámbito rural mediante el fortalecimiento de sus habilidades y su capacidad productiva. Esta cooperativa ha conseguido que las mujeres no sólo recolecten los frutos del árbol del karité sino que los procesen obteniendo una manteca de excelente calidad que pueden vender en el mercado internacional. 

De esta forma consiguen un valor añadido que les proporciona mayores ingresos y permite que no dependan económicamente de sus maridos. 






El árbol del karité crece en países como Burkina Faso, Costa de Marfil, Malí y Sudán, y da unos frutos parecidos a unas nueces que esconden unas almendras blancas, de las que tras su lavado, secado, triturado, tostado y amasado con agua hirviendo, se obtiene esta manteca, utilizada también en la cocina local, aunque su principal propiedad y atractivo es la hidratación de la piel. 

Este árbol, considerado sagrado y parecido al olivo, debe de ser silvestre (su cultivo es un fracaso) y puede llegar a vivir hasta 300 años, aunque no comienza a dar frutos hasta pasados los 15 años. Cuando el árbol se considera adulto, hacia los 30 años aproximadamente, se pueden llegar a obtener hasta 20 kg de frutos (que solo se recogen si caen a la tierra), de los que se extraen solo unos 5 kg de semillas que darán lugar a tan solo 1 kg de manteca. 

El lugar me encantó, me levantó el ánimo aunque las condiciones de trabajo eran extraordinariamente duras e insalubres





 






Después compramos una gallina viva y fuimos a visitar una famosa roca sagrada llamada Shienleo que significa en lengua senoufo “mi dios protector”. 

Allí acuden los senoufos desde siempre a hacer ofrendas para solucionar problemas de índole variada, con matanzas de animales y sangre derramada. 

Una mujer sacrificó allí mismo la gallina y derramó la sangre por el suelo. Asistimos a una especie de ceremonia de petición de deseos. 

Después quise que me hiciesen un ritual de adivinación… con resultados “poco relevantes” y que se tradujeron en que hubiese tenido que llevarles otro animal para sacrificar y comida para que las hechiceras despejasen unas “franjas oscuras que acechan mi vida”.











Fuimos a visitar el afamado pueblo místico de Niofoin con sus impactantes y míticas casitas de fetiches con techos de paja que nunca se quitan: solo van sumando una capa más cada año

Un pueblo fascinante para descubrir los fetiches que les protegen y donde se siguen practicando ritos tradicionales, sacrificios animales (también perros) y se conservan muchas de sus tradiciones antiguas. 

En Niofoin, buena parte de sus habitantes practica la poligamia pero mujeres y hombres viven en casas separadas: en una misma familia donde el hombre tiene varias mujeres, cada mujer dispone de su propia casa y el hombre vive solo en la suya, siendo la mujer la que se desplaza a casa del hombre cuando quieren “verse”, y nunca al revés. Esta es una diferencia con los pueblos Dan (también animistas) en el oeste de Costa de Marfil, donde es el hombre quien se desplaza a la casa de la mujer.


 





 












 


 
 
Llegamos a Boundíali, pequeño pueblo a 2h de Korhogo. Comimos en la ciudad, antes de visitar a 10 km un campamento en Kantara donde vivían los Fulani (que ya conocí en Benin y Camerún), un grupo nómada allí llamado también Peulé, fácilmente reconocible por sus sombreros de paja cónicos, que vive en aldeas y pastan ganado en las tierras cercanas. Las mujeres aquí son muy acogedoras y coloridas en su vestimenta y pude ver algunos de sus hogares, conociendo su vida diaria y su cultura.







 



 

 

 






A continuación fui a otro pueblo senoufo, Ndara, donde vi la Danza de las Chicas Vírgenes llamada N'Goron, que es parte de la iniciación "Poro": los jóvenes iniciados pasan meses juntos en recónditas arboledas sagradas donde aprenden los secretos sociales y religiosos que les convierten en un genuino Senoufo. Después de siete años hay una gran celebración para aquellos que han pasado por todas las etapas de iniciación, en particular la danza de las chicas vírgenes se realiza al final de la primera etapa de iniciación.

El carácter iniciático del N´Goron marca el final de un proceso ya iniciado por los jóvenes salidos directamente del bosque sagrado. De hecho, es bailado por chicas que aún no han perdido la virginidad, compañeras de estos jóvenes iniciados, finalizando el rito iniciático del "Poro", que se considera una organización secreta cuya transmisión de valores se realiza por generaciones en el bosque sagrado, por un período generalmente siete años. 

Así, la iniciación en Poro permite al joven adolescente, aún laico, formarse y enseñarse el conocimiento de ciertos misterios de la vida. A través y después de su paso en el bosque sagrado y habiendo recorrido todo el proceso iniciático, adquiere un alto estatus social y/o espiritual, elevándolo en la tradición haciéndolo llegar a la edad adulta. Es entonces cuando, habiendo alcanzado la mayoría de edad, los ancianos del pueblo lo autorizan a elegir a su amada, quien debe bailar para él y prepararla para el baile N'Goron.

En determinadas localidades como Boundiali, localidad situada al oeste de la localidad de Korhogo, capital del norte de Costa de Marfil, el N'Goron, más allá de su carácter iniciático, es una danza competitiva para elegir a la mejor bailarina entre las novias de los jóvenes iniciados. En la práctica, cada iniciado prepara a su amada tanto física como místicamente. Físicamente deberá estar preparada para ganar la competencia y místicamente para poder protegerse y alejar cualquier ataque que pueda impedirle competir y salir victorioso. Esta fase preparatoria dura varios meses, comenzando cuando los iniciados abandonan el bosque sagrado y finalizando con el inicio de la temporada de lluvias, durante casi 10 meses.

La competición se desarrolló en la plaza pública del pueblo, bajo la mirada de todos y de la autoridad del jefe del pueblo. Realizan movimientos ondulantes del pecho resaltando sus torsos desnudos, al ritmo de canciones y percusión. Después de las competiciones, se elige a la mejor bailarina y se convierte en la líder de las jóvenes de su generación. Ahora se le rinde respeto y honores dentro del pueblo. Además, es el orgullo de su familia pero especialmente de su futuro marido porque se supone que cada bailarina debe casarse con su pretendiente.

Durante el baile, un hombre se estuvo sentando y revolviendo sobre unas brasas mientras cantaban y bailaban a su alrededor. Impresionante.

Fue otro de los highlights de este gran viaje. De nuevo, asombrado y entusiasmado.







 


 






 



 

 

 

Desde Boundíali, unas 4h hasta la pequeña y tranquila ciudad de Odienné, en el noroeste del país. El viaje se realiza por caminos en malas condiciones. Fue más lento pero en esta región es parte de la aventura. La región de Odienne está poblada por el pueblo Malinke, descendientes del antiguo imperio de Mali.

Llegué a Odienné casi de noche y salí solo a dar una vuelta. 







Día 7 - ODIENNÉ-MAN (hotel AMOITRIN)

Largo viaje de unas 7h hasta la ciudad de Man, capital del país Yacouba (o Dan), que se encuentra al pie de las montañas Toura, en la zona más verde y fértil del país. Con picos y valles, en Man el aire era más fresco y los paisajes más embarrados.

 

Por la sequía, prescindimos de visitar los peces sagrados en Silakoro, pueblo ubicado en plena selva tropical con casitas de adobe y techo de paja. 

El culto a los antepasados en sociedades ancestrales de África juega un papel dominante en las danzas: se venera a sus heroicos ancestros y se adora a deidades, pero como no son visibles, su presencia se concreta en “mascaras”.

Los bailarines, mediante la encarnación en médiums animales y espirituales, transmiten sus pensamientos y emociones a través de movimientos, posturas y expresiones faciales para llamar la atención de lo espiritual. 

Fui a Ggboni, otra pequeña aldea animista de la etnia Yacouba (Dan), muy cerca de Liberia, junto a un bosque “sagrado”, donde creen que residen los espíritus de sus antepasados y controlan la fortuna y la vida de los vivos, debiendo ser honrados con sacrificios y danzas de máscaras en las que participa todo el pueblo. 

Iba a presenciar una impresionante danza llamada Guegblin. Los tambores anunciaron la llegada de las máscaras y todos estábamos expectantes. Las máscaras de Guegblin bailan para celebrar una buena cosecha y proteger al pueblo de enfermedades. La ceremonia comenzó con un numeroso grupo de mujeres vestidas de blanco cantando. Se les unieron ancianas que actuaban como sus guardianas espirituales. No paraban de bailar y cantar al son de un conjunto acústico y visual tenso y emocionante. Tras unos bailes de jóvenes iniciados apareció una máscara que flotaba con elegancia sobre la arena. 



Poco después, un danzante principal con otra máscara de ave zancuda, se movía sobre unos largos zancos que le elevaban hasta casi 3m. Daba vueltas sobre sí realizando acrobacias al son del tam-tam. Cuantas más vueltas da, más prosperidad le espera al pueblo. Y si cae, mal augurio. 

A su alrededor, otros vigilaban muy de cerca sus pasos para evitar daños por caídas. Espectacular y arriesgado. Graznaba como un ave y el estridente sonido daba cierto respeto. Fue algo impresionante. 




La verdad es que fue todo un espectáculo. Las fotos lo dicen todo. Interiormente me repetía “no me lo puedo creer”. Satisfacción viajera máxima.




 


 


 





 




 


 



 






Después, los niños del pueblo salieron a despedirnos. 



Pasé por un colegio cercano y dejé material escolar a los profesores…





En ruta a  Man, por una carretera rodeada de anacardos, comí en Toubá, donde fotografié este bonito mural en la pared.


Paré en Yohleu, pueblo de herreros tradicionales pero ese día no estaban trabajando…





 

 


Seguíamos haciendo paradas por la carretera…








 



Caminé hasta la Cascada de Zapledeu, de 20m, en las afueras de Man junto al Monte Tonkpi. La proximidad de esta atracción natural a la ciudad atrae a lugareños los fines de semana para darse un chapuzón en la piscina de la cascada, rodeada de una exuberante vegetación. 

Lo cierto es que caía poca agua y todo estaba muy desangelado: recientemente por una gran tormenta cayeron varios árboles y el cauce mostraba unos efectos devastadores.











Llegamos a Man al atardecer. Salí a dar una vuelta y luego cenamos pescado en un maquis de la carretera central.

 

Rodeada por 18 montañas y colinas (algunas superando los 800m, como “El diente”, un icono paisajístico en la región), Man es una pequeña ciudad, enérgica y colorida, con un animado mercado a lo largo de una larga calle polvorienta repleta de peatones, carritos, furgonetas y coches. Y sin turistas.







Día 8 – MAN - VATOUO - DANANÉ - BLOLÉ - MAN (hotel AMOITRIN)

Visité los monos sagrados del bosque de Gbêpleu, aunque no pude entrar y me quedé en la entrada para ver cómo les alimentaban. Poca cosa.

 

 


 

Fui caminando a visitar un frágil puente de lianas en el pueblo de Vatouo, cerca de Danané, sobre el río Cavallí. que llega a la frontera con Liberia y sirve de divisoria entre ambos países hasta su desembocadura en el Océano Atlántico.

Más espectacular y auténtico que el otro puente similar en la zona, el del pueblo de Lieupleu, construído junto a otro de cemento. Hay unos cuantos por África occidental.

La leyenda dice que lo rehacen todos los años en una sola noche: seleccionan una madrugada de viernes y, bajo la luna, una casta de iniciados (llamados “hombres araña”) deben tenerlo listo antes del amanecer para poder seguir accediendo al bosque sagrado. 

Son sagrados para los Dan porque son construidos a base de estas lianas del bosque, y todo lo que sale del bosque es sagrado. Por eso, con el máximo respeto, se descalzan para cruzarlos. Y tampoco se puede fumar.







 

 

 


 





 


 


Dejé Vatouo y fui a un inmenso mercado en Danané, donde aproveché a comprar más bolsitas de unas cayenas buenísimas.




 


  



Por la tarde fui a otro pueblo remoto, Blole, donde vi la Danza de la máscara Gla. de origen bélico pero también participante en la resolución de conflictos. Esta máscara sagrada se porta acompañada de amuletos que protegen a su portador por su poder contra la brujería. 

Fue también espectacular aunque el listón estaba ya muy alto por las danzas vistas anteriormente.













 



 


Día 9 - MAN- TAI (albergue LE BON SAMARITAIN)

Madrugamos y, atravesando arrozales, llegué a Guiglo, donde cambiamos de vehículo para poder dirigirnos al pueblo de Tai, base de operaciones desde donde poder acceder a su Parque Nacional por el norte.

 




Pero antes de llegar a Tai, paramos en el pueblo de Zagne, donde visité su mercado y comí en un maquis (restaurante local de menús).

 




  

 

 


 


 

En Tai nos alojamos en un albergue muy básico pero limpio, y recorrimos esta pequeña ciudad.










 



Día 10 – TAI - PARQUE NACIONAL DE TAI (CAMPAMENTO SELVA)

Pronto fuimos al Ecomuseo de Tai, inaugurado en 2014, donde nos explicaron lo que se iba a ver y hacer en el Parque Nacional. También nos dieron instrucciones sobre cómo había que comportarse en la selva, algunas bastante chocantes pero lo asumí consciente de una más que probable falta de sensibilidad (no escupir en el suelo, ponernos mascarillas cuando hay monos cerca, mear en un agujero y taparlo, meter las botas en baldes de agua para entrar y salir del campamento,…).

 


 

 

Nos proporcionaron unas botas altas para salvar posibles picaduras y cruzar riachuelos. 
Tomamos un jeep que nos llevó en 15 min. hasta la entrada del Parque. 

Desde allí caminamos casi 10 km hasta alcanzar el campamento donde haríamos noche en unas enormes tiendas muy cómodas e incluso con baño exterior y ducha.... rodeados de ruidos y alguna que otra araña descomunal...

Hasta 2009, Taï estuvo fuera de rutas viajeras debido a la presencia de milicias. Ahora el único campamento dentro es uno “ecológico” abierto todo el año, que cuenta con varias cabañas muy dignas y una gran mesa para las comidas en un claro de la selva, donde también había paneles solares y bidones de agua potable.

El Parque Nacional de Tai, desde 1,982 Patrimonio Unesco por ser una de las últimas selvas primarias de África, esconde muchas especies ocultas… y hasta chimpancés que saben cascar nueces bajo las ramas de sus árboles (muchos están geolocalizados pero solo se pueden ver si entras por el Sur del Parque, a 213 km de San Pedro, y nosotros lo hicimos por el Norte desde Man). 

Es una Reserva de 5.300 km2 de selva tropical, con imponentes árboles de ébano, tan densa que los científicos apenas están comenzando a descubrir la riqueza de flora y fauna que se encuentra en su interior. Aunque es muy difícil verlos, también hay leopardos, hipopótamos, elefantes enanos y otras muchas especies.





 

 


Tras comer y descansar un rato en la cabaña, el guía del Parque nos llevó por la selva cerrada en búsqueda de los monos colobos rojos (viven en lo alto de los árboles). 










Casi anocheciendo llovió muy fuerte, y fue una gozada inmensa oír el rugir de la lluvia en plena selva.

 


Día 11 – CAMPAMENTO P.N. TAI -  TAI -  GUIGLO (hotel BOLIA RESIDENCE)

Este día madrugamos a las 6am para ir de nuevo con el guía forestal del campamento por la frondosa y aún oscura selva esta vez en búsqueda de los monos mangabeys (que pasan el 70% del día en el suelo), y verlos en sus nidos. Fue emocionante poder verles tan de cerca.






 


 


Tras el desayuno, recorrimos de nuevo los casi 10 km de vuelta hasta la entrada del Parque, donde el jeep del Ecomuseo nos hizo esperar un buen rato. 
Debo decir que si el trayecto caminando a la ida hasta el campamento fue algo duro, unas 2,5 horas, por el recorrido (casi 10 km, con  solo una parada), el calor sofocante, la alta humedad, el tipo de calzado facilitado y el alto ritmo de la caminata… el trayecto de regreso aún fue más duro, por ser ya la segunda caminata del día… lo que terminó por agotarnos en exceso, y no fue por la distancia recorrida. 

Definitivamente pienso que no es una actividad para cualquiera y que se debe de mitigar una paliza que es casi inevitable, por ejemplo modificando la hora de inicio, hacer 2 descansos en vez de uno y bajar un poco el ritmo. Incluso facilitar Isostar o algo parecido...

Por otro lado, quizás la “recompensa” para quienes hemos visitado ya otras selvas y visto muchas veces monos en estado salvaje, no sea del todo suficiente aunque ahora, a toro pasado, creo que sí mereció la pena el esfuerzo.

En Tai comimos y salimos ya hacia Guiglo donde llegamos tan cansados que ni salimos del hotel. Había sido un día muy potente.


Día 12 – GUIGLO - GRAND BASSAM (hotel LA MADRAGUE).

Salimos pronto hacia la costera Grand Bassam, la capital colonial.


Hicimos en ruta varias paradas en coloridos mercados de aldeas y puestos de frutas y verduras en carretera.

 

 










Antes de llegar al hotel de Grand Bassam, el guía nos llevó a la Oficina de Turismo de Abiyán, que amablemente abrió un sábado por la tarde solo para nosotros y donde nos hicieron un cálido recibimiento con algunos obsequios como camisetas, gorras, bolsas, postales,… y una taza de cacao soluble. Genial.


También tuve oportunidad de comprobar algo que había leído antes del viaje: a finales de 2023 se inició una operación de “limpieza” en las principales arterias de Abiyán, “abarrotadas de vendedores y artesanos”, para “presentar una bella imagen” de la ciudad.

Miles de familias se vieron bruscamente desalojadas ante importantes obras de infraestructuras en Abiyán, rostro al mundo de un país que hace tan solo 13 años se desangraba en una guerra civil y que hoy es una de las economías de más rápido crecimiento en la región, con un PIB que aumenta de media casi un 7% anual.



Llegué al hotel en Grand Bassam casi de noche. Me dí un masaje y salí a cenar pizza. Todo estaba muy tranquilo...




Día 13- GRAND BASSAM – ASSINIE (hotel COUCOUE LODGE)

Por la mañana, me levanté pronto para dar un paseo por una playa que parecía infinita.





No se aconseja nadar en el mar debido a la fuerte corriente atlántica. 

Desde la playa, se veían muchos lugares para tomar una copa y simplemente disfrutar del mar. 

Grand Bassam es tranquilo por las noches y hay algunos restaurantes para elegir comida internacional o africana en pequeñas terrazas de madera junto al mar.






Situada entre el Atlántico y la laguna Ebrié, la pequeña Grand Bassam fue desde 1893 a 1896 la capital colonial francesa en Costa de Marfil y su principal puerto de embarque.  Sin embargo, a partir de 1900, tras varias epidemias de peste amarilla, la ciudad comenzó un declive que se acentuó en 1931 con la construcción de Abiyán. 

Visité el Museo Nacional de Indumentaria, que fue más interesante de lo esperado. 


Era el antiguo palacio del Gobernador y tenía una pequeña y agradable exposición que muestra los trajes y estilos de vivienda de los diferentes grupos étnicos marfileños. Me encantó otra exposición fotográfica sobre los abusos en los primeros pasos del colinialismo francés. Tremendo...

 







 

Grand Bassam es hoy es una localidad turística cuyo antiguo y destartalado barrio colonial fue declarado en 2012 Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. 

Un paseo por la ciudad te lleva por los atrayentes y viejos edificios coloniales en estado decadente por los que es conocida esta ciudad; algunos han sido restaurados mientras que otros se están desmoronando lentamente testigos del paso de tiempo. 

Me pareció una gozada. En el barrio francés, y distribuidos a lo largo de una red de bulevares florales, estos antiguos y románticos edificios franceses se erigieron entre 1890 y 1930, con amplios balcones y que me recordaban a películas como “Lo que el viento se llevó”.


Destacaba la Casa Ganamet, de 1.920 y estilo neoclásico, quizás el edificio más icónico y fotografiado… con unos bajos llenos de grafitis que le daban aún mayor encanto.


 














 



También visité un Mercado de Artesanía a lo largo de una carretera. Hice algunas compras.
 
En ruta a Assinie, antes de comer unos pescados en un restaurante local en la playa visitamos Azureti, un pueblo de pescadores con mucho encanto… pero también con zonas muy sucias en la laguna.














Mientras comía, hice algunas compras a las mujeres que venían…





Salimos ya hacia Assinie Mafia a 60 km de Grand Bassam, todo un contrapunto del viaje, donde disfruté del mejor hotel del recorrido, con precios en comida y bebida más caros que en Europa. 

Largas playas de arena fina, bordeadas por un lado por la laguna y por el otro por un mar algo bravo, en una configuración paradisíaca. Tocaba ya un merecido descanso y relax bajo cocoteros. 

Otra cara de Costa de Marfil.




 












Pinta bien, verdad?


Día 14 – ASSINIE MAFIA (hotel COUCOUE LODGE)

La pequeña y tranquila Assinie toca la fibra sensible de los viajeros que queremos playita antes de regresar a Europa, pero también de la gente rica de Abiyán que va los fines de semana. 

Había poco movimiento. Toda la playa para mí, como lo cuento. El agua del mar estaba caliente.

Durante las décadas de 1970 y 1980, Assinie se ganó elogios por ser una especie de Ibiza en África occidental, con jóvenes fiesteros franceses e italianos que acudían en masa a sus clubs. 

Hoy en día es mucho más relajado y está orientado a familias y parejas. Los visitantes se hospedan en elegantes resorts a lo largo de la costa, toman el sol junto a la piscina con una piña colada en la mano, saborean langosta y queso, foie gras y embutidos franceses importados. 

Y es que desde hace varios años, con el auge económico del país y de su clase acomodada, Assinie ha experimentado un aumento del turismo. Se ha construido mucho y se sigue haciendo. A todo lujo. 

En esta larga franja de tierra del lado de una enorme laguna se siguen abriendo nuevos hoteles de lujo que se suman a los ya establecidos, mientras que los barcos conectan con la playa, donde están las habitaciones más caras de los hoteles y casas privadas para alquiler junto a algunas humildes aldeas de pescadores. 

La construcción de una nueva carretera de doble carril que se está ultimando, promete un futuro brillante para un turismo (francés y local con alto poder económico) que poco o nada tiene que ver con el resto de Costa de Marfil. 
El contraste es brutal. Pero a mí me gusta ver todo...

La playa es muy larga (casi 20 km) y ha conservado su encantador aspecto salvaje en los tramos no construidos por la estrechez de esta franja de arena entre el océano y la laguna. 

Los paseos por la playa fueron impresionantes y disfruté mucho sacando fotos de las aldeas de pescadores, mientras repensaba todo lo vivido en un viaje muy intenso pero maravilloso que estaba culminando de la mejor manera.

Qué lejos quedaban ya las Komiáns!... me parecía que había pasado un mes...

 









 

Para llegar a la playa había que tomar una pequeña lancha privada y gratuita del propio hotel que funcionaba 24h y que en 2 min. cruzaba la laguna y te dejaba ya junto a las palmeras.


 

 


Por la tarde, fui en una lancha muy lenta por el cercano PARQUE NACIONAL DE LAS ISLAS EHOTILÉ, un conjunto de seis islas repartidas por la laguna de Aby, justo antes de su apertura al mar: Ocupan un total de 722 hectáreas, sin contar los brazos de la laguna que las separan. 

Como todos los humedales costeros, el Parque alberga una extraordinaria fauna de aves. Leí que hay también cerdos salvajes, roedores, murciélagos gigantes y manatíes pero no vi nada de eso. 

Lamentablemente, el parque es objeto de actividades clandestinas como la tala de madera de manglar (conocida por ser excelente para ahumar pescado) y la caza furtiva. Y además, se están construyendo verdaderas mansiones en sus orillas que no invitan a confiar en un buen futuro para este Parque que pese a ello figura registrado en la “Lista Tentativa” para ser candidata a Patrimonio Unesco.














Cenamos en el pueblo unas langostas bastante insípidas y muy pequeñas.






Día 15 – ASSINIE MAFIA - ABIYÁN (noche de hotel no necesaria)


Tras un “late check-out” tocaba ya visitar la capital económica del país, Abiyán, a 80 km de Assinie, y que ha pasado de casi 3 mill. de habitantes en 1998 a casi 6 mill. en 2024, una quinta parte de la población del país (casi 30 mill.).

Metida entre lagunas y vías fluviales, con vistas a las olas del Atlántico, en Abiyán uno se pregunta si esos  brillantes rascacielos realmente pueden estar en África Occidental. 

Aunque Abiyán sufrió un duro golpe durante la crisis de 2011, el motor de la ciudad siguió funcionando y periódicamente se abren nuevos bares, bistrós y hoteles; Después de todo, dicen que esta es una de las ciudades fiesteras más elegantes de África. 

No sé si era ya el cansancio, o que llovía un poco, pero pienso que Abiyán es un lugar en el que debes de perder muy poco tiempo en tu viaje a Costa de Marfil.

Es la segunda metrópolis más grande de toda África Occidental. Visité la Catedral de San Pablo, que estaba cerrada. 

Si dispones de tiempo extra se recomienda ir al Museo Municipal de Arte Contemporáneo de Cocody y a la Reserva Forestal del Parque du Banco. Vi el barrio de Le Plateau, centro de negocios conocido por su rascacielos, con tiendas de lujo y terrazas.






Fui también a una especie de mercado de asadores de carne y embutidos al aire libre





Por la noche nos llevaron al aeropuerto para tomar el vuelo de regreso con AirFrance a la 1,45am. 

Me esperaba un vuelo de 6,30h a Paris CDG, donde la escala de 6h y el cansancio acumulado hizo que en esta ocasión no saliese del aeropuerto, como sí hice a la ida.


3 - GRUPOS ETNICOS


De sus casi 30 millones de habitantes, Costa de Marfil acoge entre cuatro y cinco millones de extranjeros, o al menos un tercio de su población, un caso casi único en el mundo. 

Mencionemos en particular a los burkineses (unos tres millones), los ghaneses (unos 500.000), los liberianos (100.000), los europeos (unos 20.000 franceses, de los cuales un tercio tienen doble nacionalidad, alemanes, belgas, etc.), los americanos y sirio-libaneses (alrededor de 100.000).

La población de Costa de Marfil es socialmente muy compleja. 

Se desglosa en casi setenta etnias aunque se pueden agrupar en cuatro grandes conjuntos etno-lingüísticos: 

Los Mandé en el norte. Suponen en torno a un tercio de la población total. Entre ellos se encuentran los Dioula.

El segundo gran grupo son los Voltaicos, oriundos de la región del Alto Volta, también llamados Gur. Entre ellos, podemos destacar a los senoufo. Vienen a ser un 17% de la población marfileña. 

El tercero son los Krou, procedentes de Liberia. Se fueron instalando en el suroeste y en la zona centro-oeste de Costa del país. Representan el 11% de la población y se pueden dividir en 17 grupos étnicos, cada uno con su propia lengua, siendo los principales los bété, los bakwé, los dida, los godié, los krou y los wê.

Por último, están los Akan o Kwa, procedentes de Ghana, que constituyen la comunidad étnica más numerosa, con cerca del 42%. A este grupo pertenecen los Abron, que se instalaron en la región de Bon Doukou, los Agni o Añí y los Baoulé, que se asentaron en el este y el centro-este. Muchos se dedican sobre todo a la agricultura, pero los del litoral sur se dedican también a la pesca. 
Tradicionalmente se han caracterizado por un sistema político centralizado, formando reinos como los de Abrón, Sanwí, e Indenié. En el pasado, los Akán tenían una organización social jerárquica, marcada por la división entre nobles, plebeyos, esclavos y libertos.







4 – POLITICA Y CONFLICTOS

Aunque me encanta la geopolítica, y siempre le dedico espacio en mis publicaciones, en esta ocasión voy a pasar de puntillas debido a la tremenda complejidad de la evolución de la política de Costa de Marfil desde su independencia, la influencia del colonialismo francés, la amenaza del terrorismo yihadista procedente del Sahel, la llegada del grupo Wagner a algunos países de la zona para defenderse del terrorismo,… 

Son aspectos ciertamente dificultosos de explicar. 

Solo daré unas pinceladas muy básicas.

Con la muerte de Houphouët-Boigny en 1.993 tuvo lugar una fuerte lucha de poder por su sucesión, aumentando la inestabilidad en el país. 

El aumento de la xenofobia y el racismo desde 1990 hasta el inicio de los conflictos, estuvo marcado por la creación del concepto Ivoirité, especie de símbolo de orgullo nacional pero que rápidamente se empezó a utilizar para discriminar a la población extranjera. 

En las elecciones del 2000 se restringió la participación de los denominados no marfileños, para restringir su participación y propiciar cambios en los derechos de propiedad que los privasen de la posibilidad de ser dueños de terreno cultivable. 

Las tensiones a partir de ahí culminarían con el estallido de dos guerras civiles a partir de 2002 y cuyo cese de hostilidades definitivo no ocurriría hasta noviembre de 2011. 

Muchos actores intervendrían durante el periodo de conflictividad; los dos bandos oriundos del norte y del sur; mercenarios procedentes de Liberia; la ONU y el ejército francés. Durante el periodo de guerra fueron segadas las vidas de entre 3000 y 4000 personas.

Pero no vayamos tan rápido:

FrancIa, con sus ocupaciones coloniales iniciadas en 1524, dominó más de 20 países de África occidental y septentrional. Alrededor del 35% de África estuvo bajo dominio francés durante más de 300 años. 

Países como Senegal, Costa de Marfil y Benín fueron utilizados como centros de comercio de esclavos de Francia en esos años y todos los recursos de la región fueron explotados. El período colonial de cinco siglos y las guerras de independencia en la región mataron a más de dos millones de africanos.

A mediados del 1800, Francia estableció diversos protectorados en Costa de Marfil, que fue una colonia francesa oficialmente desde 1893 hasta 1960, cuando declaró su independencia Esto explica por qué el idioma oficial  es el francés.

El primer presidente del país en 1960, Félix Houphouët-Boigny, gobernó hasta su muerte en 1993. Supo aprovechar bien su condición de “hombre de Francia en África” y el llamado “milagro marfileño” basado en los altos precios del cacao y el café. 

Pero este modelo comenzó a hacer aguas con la crisis de los 70 y el desplome de los precios de las materias primas. Su respuesta fue una megalómana huida hacia adelante: trasladar la capital del país de Abidyán a su ciudad natal, Yamousukro. 

Allí amplió su gran finca y residencia familiar, construyó grandes avenidas, llenó la ciudad de lagunas artificiales, algunas repobladas con cocodrilos, levantó las modernas escuelas del Instituto Nacional Politécnico que lleva su nombre y erigió su obra más faraónica: la Basílica de Nuestra Señora de la Paz, el mayor templo católico del mundo, réplica de la de San Pedro en Roma. 

Sin embargo, el plan de trasladar allí la capital no llegó a concretarse más allá de los decretos y hoy recorrer las amplias avenidas de Yamusukro es atravesar un paisaje de solares vacíos, donde la vegetación conquista el espacio que deberían ocupar los edificios.

Su sucesor fue derrocado en 1999, el primer golpe de estado del país. En 2001 se volvieron a realizar elecciones democráticas en el país. En 2002 Costa de Marfil se vio envuelta en una guerra civil que duró hasta 2004. 

En 2010, después de una elección polémica, se desató la segunda guerra civil marfileña, que duró oficialmente desde el 25 de febrero hasta el 11 de abril de 2011. 

Después, el hasta entonces presidente Laurent Gbagbo fue detenido y posteriormente trasladado a La Haya para ser juzgado ante la Corte Penal Internacional

El 21 de mayo de 2011, Alassane Ouattara fue investido presidente de la República. A partir de entonces, el país inició un lento proceso de normalización y reanudó sus relaciones con la comunidad internacional. La reconciliación nacional, el desarme y la reinserción de excombatientes fueron cuestiones clave.

El 15 de enero de 2019 el tribunal de La Haya absolvía de todos los cargos a Gbagbo, siendo puesto en libertad unas semanas más tarde. Él y su ministro Blé Goudé habían pasado encarcelados más de siete años. 

El juicio supuso un duro revés a la credibilidad del alto tribunal internacional. Mientras tanto, Alassane Ouattara no ha dejado de reforzar su autoridad en Costa de Marfil. Las próximas elecciones presidenciales tendrán lugar en 2025.

Son muchos los marfileños que cuestionan la transparencia electoral, la impunidad de la corrupción, la deficiente igualdad ante la ley o el respeto de los gobernantes por la legalidad.


En cuanto al yihadismo, hay que recordar que en 2020, al menos una decena de soldados marfileños murieron tras un ataque en el norte del país: fue el segundo atentado que sufrió Costa de Marfil tras el que tuvo lugar en Grand Bassam en 2016, pero fue el primero en la zona de influencia de los grupos terroristas que desangran al Sahel desde hace nueve años, lo que certificaba la extensión hacia el sur de la actividad yihadista. 

El tema parece que está más tranquilo ahora, pero resulta evidente que las regiones norteñas de los países del litoral se han convertido en refugio, y también en fuentes de financiación y aprovisionamiento para el terrorismo yihadista. 

Si viajas por allí, basta con no acercarse demasiado a las fronteras norteñas de Costa de Marfil, donde suele haber emboscadas contra puestos fronterizos, a veces con bajas militares marfileñas.

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