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14 agosto 2023

CROATIA & BOSNIA HERZEGOVINA 2023 july

Cascadas de Kravice (Bosnia H.)

Nunca había visto tanto turismo. Pero tampoco nunca había salido de España en Julio-Agosto. En 2022 Croacia recibió casi 19 mill. turistas (14 mill. en 2021) y en 2023 lleva ya un +20% en 6 meses. Brutal.

La mejor época para viajar a Croacia puede que sea Mayo, Junio, Septiembre y Octubre, evitando los meses fuertes de verano ya que, especialmente la costa, está literalmente abarrotada. 

Sí, a priori viajar a Croacia en Julio o Agosto es toda una temeridad… aunque también lo es hoy a cualquier otro destino mediterráneo. 2023 está siendo un año turístico desaforado que incluso supera la “normalidad” pre-pandemia.

Isla de Hvar (Croacia)

En mi caso, una inesperada “ventana” para hacer un viaje de 13 días con mi hija, cristalizó en un road-trip de 900 km en 13D, 12N y 7 alojamientos por 2 países: Croacia y Bosnia Herzegovina, tras descartar (por precio de vuelos y clima) otros destinos más deseados e interesantes como Sao Tomé y Príncipe, Ghana o Costa de Marfil. Ya caerán. 

Ha sido, en cualquier caso, un viaje que me ha gustado mucho. Contra todo pronóstico, diré que los 3 días en Bosnia Herzegovina, una joyita natural, con mayor diversidad cultural, más “tradicional”, menos turística, menos explotada y con (mucho) mejores precios, creo que me han gustado más que el global de Croacia, aunque quiero pensar que sigo influido por el turismo masivo y arrasador que a veces ensombrecía el innegable atractivo de Croacia: “Mediterráneo” en estado puro, un destino demasiado de moda en el que por cierto parece que no ha pasado nada y vaya si pasó… en la Guerra de los Balcanes. 

Mostar (Bosnia)

Kasjuni beach (Split, Croacia)

Hay viajes que te dan mucho que pensar y aunque la de Bosnia y Herzegovina fue una experiencia viajera muy completa que agrupaba varios tipos de viaje, me dio mucho que reflexionar sobre la sociedad y las guerras étnicas o religiosas. 

Y es que obviamente viajar es mucho más que compartir, reír, comer, beber, conocer, aprender… y volverse con muchas fotos y videos: también es sentir y emocionarse. Quedan aún muchas fachadas ametralladas y edificios derruidos por las bombas.

Dubrovnik (Croacia)

Porque Croacia, que salió de una guerra devastadora, es uno de los lugares turísticos más populares en el sureste de Europa, con millones de turistas que acuden en masa a este diverso país cada año. 

Aunque el país está bastante bien conectado por una extensa red de autobuses, la mejor manera de conocer Croacia, si no te desvías a la interesante Península de Istria, es hacer un road-trip de Zagreb a Dubrovnik, o al revés, por la rocosa y escarpada costa dálmata. Si bien el viaje entre estas dos ciudades (605 km) podría llevar unas 6 h, hay tanto que ver en el viaje de Zagreb a Dubrovnik que vale la pena tomarse su tiempo y pasar varios días viajando entre estas dos ciudades. 

P.N. Lagos de Plitvice (Croacia)
Zadar (Croacia)

Croacia es uno de los grandes destinos turísticos de Europa. Su primer argumento es en teoría su maravillosa costa adriática, repleta de islas e islotes, aunque no diría que es un destino de sol y playa. 

El país, con una historia y cultura muy interesantes, ofrece una naturaleza desbordante, espectacular y casi intacta, lo que se puede apreciar en sus ocho parques nacionales. El patrimonio cultural e histórico es otro gran reclamo turístico: la influencia del Imperio Romano todavía es visible en ciudades como Zadar o Split, declarada Patrimonio de la Humanidad; mientras Dubrovnik, la principal ciudad costera, conserva sus murallas y palacios del S. XVI y ha servido de escenario para producciones como Juego de Tronos: han sabido aprovechar el filón y montado recorridos temáticos para visitar sus localizaciones y muchas tiendas de souvenirs de la serie.

Dubrovnik (Croacia)

Con independencia del turismo y de la época de mi viaje, de la "abarrotada" Croacia he regresado con cierta sensación de haber estado en un destino algo “sobrevalorado” como destino turístico. 

A veces me pasa. Para mí ha sido algo evidente. La sensación de sobrevaloración, incluso yendo fuera de temporada, surge inevitablemente al comparar Croacia con otros destinos mediterráneos que ya había visitado. 

Dubrovnik (Croacia)
Zadar (Croacia)

Al margen de gustos y preferencias, es posible que Croacia esté siendo víctima de su propio éxito y que, al margen de los indeseables efectos secundarios de viajar allí en temporada alta, me ha parecido que la entusiasta oferta viajera de Croacia quizás no sea "tan tan" impresionante como pintan agencias mayoristas y toda la extensa maraña de agencias de tours y circuitos organizados (Civitatis, Viator, Getyourguide, Tripadvisor), webs y algunos blogs y revistas de viajes que parecen “financiadas” por el Gobierno croata que, con potentes campañas publicitarias, obvian descaradamente además la alta masificación -un verdadero hormiguero humano-. y unos precios desorbitados que además ni mucho menos están a la altura de la calidad que uno esperaría a cambio

Se podría explicar en parte por la elevada inflación europea. Todo está ya más caro que antes.

Bosnia Herzegovina fue otra cosa, desde luego.

Blagaj (Bosnia H.)
Croacia ha logrado mejorar su reputación turística desde desde la Guerra de Los Balcanes, gracias a las redes sociales y a fuertes campañas publicitarias que ponen en extraordinario valor todo… incluso lo que puede que no sea realmente tan impresionante como se dice.

En Croacia he conocido, hay que decirlo, lugares muy espectaculares, pero una cosa no quita la denuncia de una cierta saturación... que ennegrece un poco la experiencia, más allá de elogios que en muchos casos pueden ser desmedidos en mi opinión. 

Lo que está claro que Croacia, con sus claroscuros, no es un destino para espíritus solitarios: la fascinación por este país no para de crecer y, en temporada alta, tendrás que compartirlo con miles de turistas llegados de todas partes de Europa, especialmente de Alemania, Países Bajos y Austria. Croacia recibió en 2021 11 mill. de turistas.

Especialmente afectada por el llamado "Sobreturismo", Dubrovnik, aún desbordada por los fans de la serie Juego de Tronos, ya encabezaba en 2019 una lista europea de visitantes anuales (36) por cada residente local, y hablamos de una ciudad que tiene una población relativamente modesta (unos 42.000 habitantes): 1,5 mill. turistas la visitaban cada año.

Tremendo: en 2019 (año prepandemia) el 25% del P.I.B. de Croacia provenía del turismo (vs. 14% España, 10,6% Italia o 8,4% Francia). Está todo dicho.

En esa estadística de ciudades europeas, el 2º lugar lo ocupaban Venecia, la belga Brujas y la griega Rodas, todas ellas con 21 turistas anuales por cada residente local, lo que lleva a imaginarse a la sobrecargada Dubrovnic (con 36). La super turística Barcelona ocupa el puesto 20º del ranking, con "solo" 5 turistas/año por habitante. Y se quejan...

Puente de Mostar (Bosnia H.)

Pocitelj (Bosnia H.)
De todo este viaje destacaría especialmente, además de todo lo que ví en Bosnia, que me encantó, la isla de Hvar, Trogir y Zadar. Los preciosos (pero no tan impresionantes) Lagos de Plitvice estaban saturados de gente. 
Split me decepcionó un poco por lo mismo y en fin, de Dubrovnik pienso que puede terminar devorada por su propio éxito. Una pena porque es de verdad imponente. Y eso que estoy seguro de Dubrovnik ha vivido tiempos peores, tras algunas medidas adoptadas en los últimos años (luego hablaré de ello). 

Split
Pero aunque no ir en verano y hacerlo en primavera o septiembre (cuando aún hace buen tiempo) podría hacer cambiar algo la percepción global de tu visita a Croacia, debo ser objetivo y eliminar este factor de la ecuación... aunque me temo que la masificación no me ha resultado tan determinante.

Algún día tenía que visitar Croacia y Bosnia Herzegovina…y además siempre es una gozada absoluta viajar con una gran viajera como mi hija Leire.

Dividiré esta publicación en 5 apartados:

  1. INTRODUCCIÓN
  2. REFLEXIÓN SOBRE LAS GUERRAS
  3. LA GUERRA DE LOS BALCANES (para iniciados)
  4. MI ITINERARIO (13D / 12N)
  5. EL "PROBLEMÓN" TURISTICO EN DUBROVNIK
Dejo los links a los dos videos de este viaje




Vamos al lío...

1- INTRODUCCIÓN

Croacia es país miembro de la Unión Europea desde el 1 de julio de 2023, y del espacio Schengen desde el 1 de enero 2023, por lo que los ciudadanos europeos ya no necesitan visado para viajar a Croacia. Ya se paga todo en euros, aunque anteriormente también se aceptaban. 

La inflación croata es hoy del 13,5% frente al 10% en la eurozona. Ello, sumado al ya esperado "redondeo" al alza tras el paso del kuna al euro, convierte a Croacia en un país más caro de lo esperado... aunque más aún en zonas como Dubrovnic, donde la cosa es ya bastante sangrante...

Croacia tiene casi 4 millones de habitantes. La pensión de jubilación media ronda los 400 euros mensuales y el salario medio está en mil euros

Cuenta con casi 1800 km de costa y más de 1.200 islas e islotes…. aunque solo 60 habitadas. Y allí no hay (salvo alguna excepción) playas de arena. 

Con paisajes exuberantes y ciudades medievales con una rica historia, has de olvidarte de una gastronomía excelsa y de playas de ensueño. Que no te engañen si ese es tu objetivo. Debes saber que la comida en Croacia –fuera del fast food- es muy cara y bastante mediocre, incluso en los mejores restaurantes. Las 'konobas' son una especie de tabernas en las que se come buena materia prima a buen precio.

Los vinos locales, sobre todo los blancos, eran sensacionales pero en carta estaban a partir de 30 eur la botella (por copa, de 7 eur en adelante, y con solo 150 cl… medida escasa). La cerveza local también era cara, a partir de 4 eur para un botellín de un tercio. "¿Cash or card?" ha sido la expresión que más he oído por todo el país al ir a pagar: Dios mío he gastado más dinero del previsto…y con pocos “caprichos”.

Split (Croacia)
Dubrovnik (Croacia)
Llama la atención que haya en Croacia hasta 10 lugares declarados Patrimonio “Cultural” de la Humanidad por la UNESCO: la ciudad antigua de Dubrovnik, el núcleo histórico de Split, la ciudad histórica de Trogir, el conjunto episcopal de la basílica eufrasiana en Poreč, la Catedral de Santiago de Šibenik, la llanura de Stari Grad en la isla de Hvar, cementerios de tumbas medievales “stećci”, fortificaciones venecianas de defensa de los S. XVI al XVII: Stato da Terra – Stato da Mar Occidental. También tiene Patrimonio “Natural” UNESCO: los Hayedos primarios de los Cárpatos y otras regiones de Europa, y el Parque Nacional de los Lagos de Plitvice. 

P.N. Lagos de Plitvice (Croacia)

Souvernirs en Dubrovnik (Croatia)

Todos los veranos llegan hordas de fanáticos a Dubrovnik para ver la misma belleza mágica que atrae a los buscadores de localizaciones hollywoodenses: la ciudad fue elegida como ambientación para “Desembarco del Rey” en Juego de Tronos

Pero la invasión anual de este ejército de turistas justamente amenaza lo que los atrajo en primer lugar. Y es que es difícil sentir la majestuosidad de este lugar cuando estás casi apretujado por las calles. Además de por las multitudes, los residentes que viven dentro de las murallas de Dubrovnik se quejan del efecto en el mercado inmobiliario local y están muy preocupados por los turistas vandálicos e irrespetuosos. Hablo de esto al final de esta publicación...

Mostar

Enclavada en el corazón de los Balcanes, Bosnia y Herzegovina posee algunos de los lugares más bonitos de la antigua Yugoslavia. Compartiendo frontera con Croacia al norte y oeste, Montenegro al sur, y Serbia al este, la tranquila Bosnia brinda la oportunidad de llevar a cabo un viaje profundo por unos Balcanes cuya alma se evidencia que es común

Bosnia todavía suena a territorio en conflicto pero la guerra tuvo lugar en la década de los noventa del siglo pasado, duró dos años y medio y terminó en diciembre de 1995. Dicho esto, la sorpresa es encontrarse con un país balcánico en estado puro, una tierra de áspera belleza que conserva cicatrices de la guerra civil, pero que hoy ofrece una interesante mezcla de culturas y una espontánea hospitalidad a sus visitantes, que todavía no son muchos. Por eso hay que ir cuanto antes....

Bosnia y Herzegovina, con 3,5 mill. habitantes, registró solo 502.000 turistas en 2021. En este pequeño país, el turismo representa solo el 4% de su P.I.B.

Puente de Mostar (Bosnia H,)
Mi visita a Mostar, en Bosnia y Herzegovina, ha sido clave en las sensaciones viajeras traídas de esta última aventura. 

Esta ciudad, símbolo de la paz,  no se entiende sin su famoso puente medieval. 
Símbolo trágico de la Guerra de los Balcanes de los años 90, así como de la separación étnica existente en la región, es una construcción originaria del S. XVI, ejemplo de la arquitectura otomana en la región. 

La voladura del mismo en 1993 dio la vuelta al mundo, así como sus trabajos de reconstrucción, en los que participó el Ejército Español (fue reinaugurado en julio de 2004). Son muy populares los saltos y clavados desde la zona más alta del puente, cayendo los intrépidos lugareños sobre las heladas aguas del río. Impresionante.


2- REFLEXIÓN SOBRE LAS GUERRAS

Fotos de Internet

Más adelante hablaré de la terrible Guerra de Los Balcanes: el 6 de abril de 1992 se inició el conflicto en Europa más sangriento desde la II Guerra Mundial. Murieron cerca de 100.000 personas. y tras haber conocido de cerca en este reciente viaje los terribles efectos en la población de los conflictos bélicos, me gustaría hacer antes algunas reflexiones. 

Actualmente, Bosnia y Herzegovina continúa fracturado por líneas étnicas, sin apenas capacidad para consensuar su pasado ni afrontar el futuro. Aun afronta graves problemas internos: las heridas de la horrible guerra civil, el desempleo bordea el 45% y hay altos niveles de corrupción y clientelismo político. 

Todo es muy reciente y el negacionismo de lo ocurrido se ha consolidado, casi 30 años después, en el lado serbobosnio y el serbio. Un problema que hace que muchas de las heridas del peor conflicto europeo de la segunda mitad del siglo pasado sigan abiertas.

Mientras la guerra en Bosnia provocó miles de muertos (se habla en total de más de 8.000 musulmanes, hombres y niños, de los que 1.000 aún no han sido localizados), el resto del mundo miraba para otro lado. Más grave si cabe es el hecho de que hablamos de asesinatos, verdaderas atrocidades y masacres, fosas comunes, de crímenes de guerra, violaciones a mujeres y niñas… un verdadero genocidio considerado como crimen de derecho internacional. Se tardó demasiado en intervenir militarmente en Bosnia en medio de circunstancias muy duras y terribles, con un brutal coste por la inacción. 

La OTAN, liderada por EE.UU., intervino finalmente con su potente fuerza aérea en febrero de 1992 contra Serbia que, con cerrazón, seguía masacrando a los musulmanes bosnios, y ante la inefectividad de sanciones comerciales previas. 

También lo hicieron en la primavera de 1999 de nuevo contra Serbia, sin el apoyo de la ONU y Rusia, con el fin de evitar una limpieza étnica contra la población albanesa de Kosovo.

Me pregunto cuándo se debe de intervenir militarmente, como último recurso, para parar atrocidades de semejante magnitud?. 

Hablamos de masacres, limpieza étnica y de terribles matanzas y violaciones de Derechos Humanos. Desgarrador. Recuerdo solo algunos conflictos armados muy sonados en los que hubo una inicial (o total) inacción por parte del resto del mundo. Ningún conflicto es igual a otro:

Iraq 1988. Sadam Hussein provoca 5.000 muertos por armas químicas a los kurdos iraquíes. La comunidad internacional miró para otro lado por intereses petrolíferos y porque proteger entonces a Sadam era contener a Irán.

Srebrenica (Bosnia) 1995: el Ejército de los Serbios de Bosnia atacó esta “zona segura” con presencia de fuerzas de paz de la ONU.

Ruanda 1994: conflicto étnico entre tutsis y hutus. 800.000 muertos. Se les dejó a su suerte.

Kosovo 1998: los serbios (Milosevic de nuevo) atacaron esta provincia musulmana de mayoría étnica albanesa con ansias independentistas. Y ahí siguen con problemas cada poco tiempo...

Sin olvidar las masacres de Siria (Alepo,…), o la guerra en Libia… en las que despiadados dictadores amenazaron y atacaron a la población, sin que las potencias occidentales interviniesen para proteger a los civiles. O terribles matanzas como las de Haití y muchos olvidados estados africanos.

Tampoco queda tan lejos (1.975-79) lo que hizo el sangriento y genocida Pol-Pot y los jemeres rojos en Camboya… con casi 3 millones de asesinados.

No pretendo ser exhaustivo, pero me resulta imposible no recordar que en septiembre de 2023, las llamas de una disputa centenaria se volvieron a avivar en Nagorno Karabaj y sus alrededores: una región montañosa del Cáucaso Sur, que forma parte de Azerbaiyán pero que para la población de mayoría armenia de la región, es conocida como la República de Nagorno-Karabaj, un estado independiente de facto desde 1988. Las recientes imágenes del éxodo en Nagorno Karabaj de miles de armenios temiendo una "limpieza étnica" son impactantes... éste es un conflicto muy complejo.

En algunos de mis viajes he conocido de cerca los efectos de algunos terribles conflictos bélicos: he visitado Camboya, Siria, Líbano, Bosnia Herzegovina, Irán, Socotra (Yemen) con efectos indirectos, y próximamente Iraq, país donde ni había armas de destrucción masiva ni alianzas estratégicas con grupos terroristas, pero sí un ataque a civiles kurdos con armas químicas. Aguardo con impaciencia este gran viaje.

Me encanta la geopolítica y sus complejidades, analizar conflictos como simple viajero observador y aún a riesgo de cometer algún error de lectura involuntario

Aprendo y trato de comprender las raíces de los conflictos y su efecto en la población. Un aliciente viajero brutal. 

Y, en mi viaje a Bosnia Herzegovina, he visto de nuevo la sinrazón de los conflictos de naturaleza étnica y religiosa y cómo las heridas tardan muchos años en cerrarse.


3- LA GUERRA DE LOS BALCANES (para iniciados)

La Guerra de los Balcanes enfrentó a varios pueblos al este de Europa entre 1992 y 1995 y se calcula que murieron 130.000 personas. Fue uno de los primeros conflictos que se retransmitieron por TV en todo el mundo. 
A menudo se presenta aquella historia de manera simplificada: "los serbios eran los malos y, con el apoyo del gobierno yugoslavo, atacaban a los croatas". Sin embargo, en todos los bandos hubo líderes políticos y religiosos que incitaron a la guerra y enfrentaron a la población.

En junio de 1991, Croacia y Eslovenia declararon su independencia de Yugoslavia, federación que se formó tras la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) y que agrupaba seis repúblicas dominadas por diferentes grupos étnicos: Bosnia y Herzegovina, Croacia, Eslovenia, Macedonia, Montenegro y Serbia. Los principales protagonistas del conflicto fueron Croacia (de mayoría católica), Bosnia (de mayoría musulmana) y Serbia (mayoría ortodoxa).

Hasta 1980, el presidente comunista de Yugoslavia, Tito, había conseguido reprimir los movimientos separatistas y mantener una cierta unidad en la federación. Pero la llegada al poder del nacionalista Slobodan Milosevic como presidente de Serbia en 1989 supuso el fin de la convivencia. El resto de repúblicas se sentían atacadas por la ideología supremacista de Milosevic, que consideraba a los serbios superiores al resto, así que decidieron independizarse de Yugoslavia.

El ejército yugoslavo luchó con los serbios para evitar que el resto de repúblicas se independizaran. Croacia estuvo en guerra con Serbia durante cinco años hasta firmar la paz en 1995. El conflicto entre serbios y croatas provocó decenas de miles de muertos. En cambio, el conflicto contra Eslovenia duró solo diez días, ya que la Federación de Yugoslavia no quería dedicar esfuerzos a este conflicto y se retiró enseguida.

Pero el conflicto más duro y trágico fue en Bosnia-Herzegovina, donde el ejército yugoslavo cometió diversos crímenes contra la humanidad para evitar que Bosnia fuera un país independiente. Se produjo una limpieza étnica para terminar con los no serbios en este territorio. 
El ejército internacional de la OTAN acabó interviniendo (tarde) y bombardeó a los serbios para poner fin al conflicto.

El final de la guerra se firmó el 1995 en Estados Unidos, en una conferencia de paz a la que asistieron los presidentes de Croacia, Bosnia y Serbia. Según los Acuerdos de Dayton, los serbios reconocían la existencia de Bosnia como estado independiente.

Pero la Guerra de los Balcanes no terminó ahí. En 1998 estalló otro conflicto, esta vez entre serbios y albaneses, por el territorio de Kosovo. 

Al final de la guerra, este territorio quedó como una provincia autónoma de Serbia administrada por la ONU. En 2008, el gobierno de Kosovo declaró unilateralmente su independencia, reconocida por la mayor parte de la comunidad internacional pero no por Grecia, Eslovaquia, Chipre, Rumanía, España. Tampoco potencias como Rusia o China reconocen la independencia del país.


4-   MI ITINERARIO (13D / 12N)

Ha sido un road-trip algo apretado en el que la idea era no pasar en un mismo lugar más noches de las necesarias. Y a veces con 1 sola noche es suficiente. Pero no ha sido paliza de conducción.

Las excepciones fueron Zagreb (al aterrizar de noche), la isla de Hvar (por querer visitar desde allí también la isla de Brac), Mostar (imprescindible!) y Dubrovnic (donde posiblemente me sobró una noche... pero el vuelo de vuelta despegaba por la mañana).


El desencadenante de este viaje fue una irrechazable oferta de KLM, dados los altos precios hacia otros destinos, de Bilbao a Zagreb, regresando de Dubrovnik a Bilbao. Ambos con escala en Ámsterdam: a la ida de 7h y a la vuelta de 4h. 

Puede que éste haya sido el viaje que más rápido he preparado, en su diseño, ruta, alquiler de coche y apartamentos, y lugares para ver. En 2 días tuve ya todo reservado. A priori con buenos precios de coche, gasolina, apartamentos con Booking (entre los 70 eur en Mostar y 140 eur en la muy cara Dubrovnik)… lo malo fue a la hora de comer y beber: Croacia es muy cara, sobre todo Dubrovnik donde ya es abusivo.


Día 1. BILBAO – AMSTERDAM – ZAGREB (2 noches)

Aunque ya había visitado antes Ámsterdam en 3 ocasiones, no me lo pensé dos veces y a la ida cogimos un tren rápido (15 min.) desde el Aeropuerto de Schiphol (10 eur ida y vuelta) para estar 5 horas pateando esta maravillosa ciudad antes de regresar al aeropuerto...

Amsterdam estaba llena de gente como nunca antes la había visto, lo que confirma que además de ser un centro turístico de primer orden, en julio y agosto la cosa se pone bastante fea y es mejor evitarla, como muchos otros destinos europeos…

En mi caso, la opción de visitarla en una escala tan larga, la ví como una oportunidad. Como un regalo inesperado.



Nuestro vuelo llegó a Zagreb por la noche, así que fuimos directamente a nuestro apartamento en la mismísima Plaza Dolac, donde ya estaban preparando los tenderetes para el famoso Mercado diario del día siguiente.


Día 2. ZAGREB

Un día completo en Zagreb para mí fue suficiente. Capital de Croacia, es una bonita ciudad que tiene no tiene demasiado que ofrecer. A veces coqueta pero también monumental, con historia, cultura y un ambiente que mezcla lo antiguo y lo moderno, lo tradicional y lo vanguardista.

Solo sorprende por el encanto de su espíritu centroeuropeo. Por la noche se transforma pero me siguió pareciendo sobria. Ni de lejos es tan interesante como, por ejemplo, Budapest, que visité recientemente.

Eclipsada por Dubrovnik o Split, se habla poco de esta ciudad. La mejor manera de explorar Zagreb es a pie, ya que está preparada para peatones. Así podrás admirar su arquitectura heredera del imperio Austro-Húngaro, sus parques y plazas. 

Con un cierto aire “vienés”, Zagreb rompe el estilo del resto de ciudades costeras de Croacia. Se suele recomendar visitar el Mercado Dolac, perderse por la Ciudad Baja y acceder en el antiguo funicular a la Ciudad Alta, donde te encuentras con la Zagreb más histórica. No obstante, su herencia monumental no es la de Budapest ni la de Viena.

Me llamó la atención que, para desayunar, en las cafeterías no hay comida... ésta has de comprarla en pequeñas panaderías/pastelerías donde te ponen en bolsitas de papel tus caprichos matutinos favoritos y así luego te los llevas a comer a la terraza de la cafetería elegida... donde los cafés siempre se sirven acompañados de un vaso de agua.

Zagreb se divide en dos zonas principales: la Ciudad Alta (la parte más antigua y medieval de la ciudad, con callejuelas, donde se encuentran algunos monumentos emblemáticos como la Catedral, el Parlamento o la iglesia de San Marcos) y la Ciudad Baja (la parte más moderna de la ciudad, donde se concentran los edificios del S. XIX, varios museos, los parques y las zonas comerciales y de ocio).

Zonas peatonales como la calle Gajeva, Llica -principal área comercial-, o Tkalciceva -zona de reunión de jóvenes y llena de tiendas con tesoros locales- no pueden faltar en tu itinerario.

Estos son algunos lugares a visitar, todo a pie.

La Catedral de Zagreb es el edificio religioso más importante de Croacia y uno de los símbolos de la ciudad. Se trata de una impresionante construcción gótica con dos torres gemelas que se elevan sobre el cielo de Zagreb. Estaba en obras...

La iglesia de San Marcos: otra de las joyas arquitectónicas de Zagreb y uno de los edificios más fotografiados de la ciudad. Construida en el S. XIII, se encuentra en pleno corazón de la Ciudad Alta, con un espectacular tejado multicolor con los escudos de armas de Croacia, Dalmacia, Eslavonia y Zagreb. 



La Torre Lotrščak: una torre defensiva del S. XIII que formaba parte de las murallas medievales de la ciudad. Desde su cima se puede disfrutar de una magnífica vista panorámica de Zagreb y sus alrededores. La torre es famosa por albergar un cañón que dispara todos los días a las 12am, una tradición que se remonta al S. XIX y que sirve para marcar el tiempo a los ciudadanos. Vaya susto!.





 

El Funicular de Zagreb es el medio de transporte más antiguo y más corto (64 metros) de la ciudad. Une la Ciudad Baja con la Ciudad Alta en solo 55 seg. Inaugurado en 1890, conserva su aspecto original, con dos vagones azules que funcionan con electricidad. 

El Museo de las Relaciones Rotas: uno de los museos más originales y curiosos que ver en Zagreb. Se trata de un espacio dedicado al amor, al desamor y a todo lo que queda después de una ruptura sentimental. El museo expone objetos personales donados por personas anónimas que cuentan sus historias de amor fracasado, desde las más tristes hasta las más divertidas. 

El Mercado Dolac funciona desde 1930 al aire libre y es el más famoso y concurrido de Zagreb. Se encuentra en la plaza del mismo nombre. Un lugar ideal para conocer la vida cotidiana de los zagrebienses y para comprar productos frescos y locales como frutas, verduras, quesos, embutidos, flores y artesanías. 

Funciona todos los días desde las 7:00 hasta las 15:00 horas, excepto los domingos que cierra a las 13:00 horas. Mejor ir a primera hora. Las típicas sombrillas rojas que cubren los puestos son todo un icono de Zagreb. Debajo del mercado hay otro mercado, ya con carnes y pescados.





La Puerta de Piedra: uno de los vestigios de las antiguas murallas medievales de Zagreb y uno de los lugares más sagrados de la ciudad. Se encuentra en la calle Kamenita, que conecta la Ciudad Alta con la Ciudad Baja. La puerta tiene una capilla dedicada a la Virgen María, cuya imagen se salvó milagrosamente de un incendio en el S. XVIII. Es un lugar de peregrinación y devoción



En las plazas de Zagreb puedes ver una cartelería brutal con todos los sitios para visitar: muestran junta "toda" su artillería turística. Un exceso...

Como siempre, me gustó más perderme por lugares poco turísticos para captar una esencia diferente... porque además no soy mucho de monumentos...

Fuimos a un lugar muy especial que nos encantó, una "rareza" poco conocida en Zagreb: el Tunel Gric, un tunel con algunas ramificaciones que dan a diferentes calles de Zagreb. Se construyó debajo de la parte alta de la ciudad como refugio ante los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial. En 2016 se rescató y se ha convertido en una (escondida) atracción turística, albergando a veces espectáculos, exposiciones, etc. Merece la pena visitarlo, no es muy grande, mide unos 350m.



Otros rincones en Zagreb...










 






Entramos al Museo de Las Ilusiones, una rareza ... pensado para niños y adultos. Curioso...


 

Día 3. PARQUE NACIONAL DE LOS LAGOS DE PLITVICE – ZADAR (1 noche)

Tomamos un taxi al aeropuerto de Zagreb para recoger allí un Renault Clio reservado en Booking.com, por 8 días a todo riesgo sin franquicia (52 eur/día). Hubo que pagar in situ 50 eur más por la asistencia en carretera en Bosnia Herzegovina y 20 eur por conductor adicional (a mi hija, como a mí, también le encanta conducir)

Google Maps fue un aliado imprescindible y te recuerdo que, si tu línea móvil es europea no pagas nada por el roaming en Croacia (no así en Bosnia Herzegovina, donde deberás tener cuidado en la zona fronteriza para no tener activado el roaming cuando el operador sea ya bosnio... porque pagarás mucho).

Tras 140 km llegamos a un precioso lugar de exuberancia natural y acuática. 

El Parque Nacional de los Lagos de Plitvice alberga 16 lagos de color turquesa conectados por cascadas y rodeados de bosques. La entrada al parque cuesta 40 eur. Mejor sacarla anticipadamente por internet para asegurártela: en verano se pueden agotar. Pero hazlo directamente en la web del parque y no en las de intermediarios oportunistas (más caras y confusas). El parque se puede visitar todos los días desde las 7h hasta las 20h en verano y desde las 8h hasta las 16h en invierno. 

Los colores son los protagonistas de este inmenso parque en el que disfrutas de cascadas, lagos y 4 rutas senderistas de diferentes duraciones. Rutas perfectamente señalizadas te adentrarán, a través de pasarelas de madera, en las entrañas de Plitvice, donde también podrás disfrutar, usando la misma entrada de acceso, de un (lentísimo) barco transbordador eléctrico por un lago más un autobús de regreso si lo deseas. Mejor acceder por la entrada nº 1, siendo el itinerario más recomendable el C (casi 4h). Lleva mucha agua y algo para comer si no quieres pagar de más por un mediocre y caro perrito o hamburguesa dentro del parque.

La erosión de la fuerza del agua sobre la roca caliza ha creado, a lo largo de millones de años, un fantástico paisaje kárstico. Se trata de un mosaico de lagos en distintas altitudes comunicados por 92 cataratas. El agua es la protagonista constante, a través de los riachuelos, las cascadas, los hayedos, y el sonido que invade todo el recorrido. Está prohibido bañarse y en verano hay mucha gente. Demasiada (aunque no lo veas en las fotos).















Es el parque natural más popular de Croacia, con esos lagos de color azul eléctrico, interconectados por cascadas impresionantes y rodeados por un denso bosque. 

Un millón anual de visitantes acude hasta un precioso espectáculo natural que fue el primer lugar de Croacia que en 1977 fue declarado Patrimonio Mundial por la Unesco.

Cuenta con una mañana o tarde entera para realizar la visita de esta gran área verde. Hay que pasar al menos 3 o 4h para poder pasear por los lagos superior e inferior. Hay recorridos de 8h también.


ZADAR

A unos 120 km al sur de Plitvice llegamos a Zadar, ciudad costera que logró renacer de sus cenizas tras los bombardeos sufridos durante la II Guerra Mundial. 

Hoy en día, paseas por sus calles y ves catedrales, ruinas romanas y el arte contemporáneo que decora sus vías más transitadas. El casco antiguo está en una península, rodeada de un paisaje de pinares que se asoman al mar, y todo su suelo es blanco y satinado...

Por Zadar pasaron desde los romanos a los bizantinos pasando por el imperio astro-húngaro. Y tiene una reciente historia manchada de negro ya que también fue duramente bombardeada por los serbios durante la Guerra de los Balcanes: ahora está perfectamente reconstruida y se ven pocas huellas de la tremenda guerra que azotó esta región en los años 90.

Hay una peculiar y extraña instalación conocida como “El Saludo al Sol”, realizada por el arquitecto croata Nikola Basic. Un inmenso círculo de 22m de diámetro compuesto por 300 placas solares de vidrio de diferente grosor y paneles fotovoltaicos que absorben los rayos de sol durante el día transformándolos en un espectáculo de luces al caer la noche. 
No esperé a verlo... había demasiada gente... y me quedo corto.

La puesta de sol fue preciosa... pero leí que es "de las bonitas del mundo", en fin... lo dirá gente poco viajada.






Junto a él, otra icónica "obra de arte": el “Órgano de mar”, un sistema de tuberías que forman escalones a lo largo de 70m de muelle donde las olas rompen provocando un tenue sonido muy particular: es la música del mar?. Poca cosa... 

Lo mejor es sentarse en este punto y disfrutar de la fabulosa puesta de sol, siempre y cuando no te lo impidan las hordas ruidosas de turistas que pasan a pocos metros de ti...

La antigua capital de la Dalmacia romana tiene calles empedradas y una arquitectura bien conservada. 

Esta ciudad amurallada con sus barcas atracadas en los laterales de las puertas de entrada tiene un encanto especial. Zadar podría ser una de esas ciudades discretas y con encanto que mantiene un aire personal y genuino... aunque el turismo puede que la esté cambiando ya demasiado. 

Por la noche había mucho ambiente por las calles, onda Ibiza.

Aunque esta pequeña joya en el Adriático recibe solo una fracción de los turistas que Split o Dubrovnik, sigue creciendo en popularidad y no es difícil ver por qué. 

El casco antiguo cuenta con ruinas antiguas que incluyen un foro romano y antiguas murallas venecianas, y el paseo marítimo es un sitio muy chulo para pasear.



Una terracita para cenar?

 
 

Me encantaron el Mercado del Pescado y el de frutas y verduras.




Pero el mayor interés turístico de Zadar reside principalmente en el centro histórico de la ciudad amurallada. Allí se encuentran los lugares que todos visitan:

Ciudad amurallada y puertas de la ciudad: Todo el casco histórico de Zadar está amurallado y tanto las murallas como las puertas de acceso son Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. La puerta más famosa es la Puerta Terraferma construida a mediados del S. XVI durante la época veneciana. 

Plaza de Narodni trg; Independientemente de la puerta por la que entres a la zona amurallada de Zadar, te recomiendo que tu primera parada sea la plaza principal del casco viejo, Narodni trg. Allí encuentras la oficina de turismo de Zadar, un buen punto de partida para hacerte con un plano y tener un poco más de información para patear la ciudad. 

Catedral de Santa Anastasia, construida entre el S.VII y el XIV. Puedes entrar gratis. Es el lugar religioso más importante de Zadar.

Iglesia de San Donato: el centro de Zadar cuenta con un montón de iglesia. Me llamó la atención, y  está justo al lado de la Catedral, la Iglesia de San Donato, con una planta redonda...




Foro Romano: Es el más grande de Croacia. A día de hoy sólo quedan varios restos de columnas antiguas. Cerca está la Columna de la Vergüenza, donde antiguamente encadenaban a los presos. 


La Plaza de los Cinco Pozos: Antiguamente desde estos pozos se abastecía de agua a toda la ciudad. Un lugar curioso.


DÍA 4. SIBENIK – TROGIR (1 noche)

Dejamos atrás Zadar y conducimos 1 hora para llegar a la localidad de Sibenik, con callejones empinados y estrechos que te llevan a la fortaleza de Santa Ana y San Juan. La catedral, considerada Patrimonio Mundial, está construida exclusivamente con piedra.

Sibenik tiene un casco histórico interesante. En esta bonita ciudad puedes detenerte un par de horas y tiene buenos restaurantes.

 




 

 




 

 



TROGIR

Continuamos hacia la pequeña "isla" de Trogir (conectada a tierra firme por una serie de puentes) y que apenas tiene 1 km2 de superficie. 

Trogir es una de las ciudades con más encanto de la costa. Es Patrimonio UNESCO y tiene cierto aire veneciano, con un bonito paseo marítimo y un casco antiguo precioso, con estrechos callejones adoquinados y de piedra resbaladiza por el paso del tiempo en el que dejaron huella griegos, romanos y venecianos. 

Pura historia plasmada en diversos ejemplos arquitectónicos como palacios, iglesias, torres y fortalezas. Hay que cenar en uno de sus restaurantes con acogedoras terrazas interiores. Arcos y pasadizos medievales, plazas diminutas y palacios gótico-renacentistas le dan un toque perfecto para perderse por sus calles.

 


Es una “pequeña Dubrovnik”, una cucada de ciudad medieval amurallada que puedes recorrer a pie sin problema. Su propia situación la hace una parada ideal y conveniente en tu road-trip por Croacia. Y es que cuenta con uno de los cascos antiguos mejor conservados de Croacia. Para acceder a la parte antigua deberás hacerlo por uno de los dos puentes que la unen a tierra firme.  

Debes encontrar un lugar para estacionar antes de cruzar el puente, ya que será casi un 50% menos costoso y solo tienes que caminar unos 200m más. 





 









 

 


 



Día 5. SPLIT (1 noche)

Al día siguiente salimos hacia Split, con altas expectativas... que luego no fueron para tanto, la verdad. Antes de llegar al apartamento, fuimos a Kasjuni Beach, playa cercana a Split pegada a un acantilado con cuevas, hasta que fuimos a hacer el check-in.




Split es un destino turístico increíblemente popular, pero en mi road-trip por Croacia y Bosnia H., , con 1 sola noche fue para mí suficiente. 

Split es base de operaciones para explorar las islas a las que se puede acceder en ferry (y coche), como hice para pasar 2 noches en la isla de Hvar y, desde allí ir en catamarán a la isla de Brac. Eso estuvo mucho mejor. 

Nada más llegar a esta bonita ciudad costera me llamó la atención la cantidad de gente que había… muchas familias y muchas terrazas. También las edificaciones, en su mayoría construidas con piedra blanca. 

Para mí sin duda algo sobrevalorada, y no solo por la incomodidad de un turismo consumista y voraz, de Split había leído que perderse por sus calles de era disfrutar de una perfecta combinación entre edificios clásicos y modernos. La verdad es que junto a las columnas del antiguo peristilo del Palacio se reparten hoy muchas cafeterías y tiendas, hoteles, palacios… y B&B. 

Si visitas la segunda ciudad de Croacia tienes bastantes papeletas para pasar mucho rato dentro de una imponente fortaleza amurallada, el Palacio de Diocleciano, con más de 200 edificios que alguna vez fueron miles: una lujosa villa de planta rectangular que ocupaba 38.000 m2. 

Originalmente construido por el emperador romano Diocleciano a principios del S. IV dC, hoy es el corazón y el alma de Split. Patrimonio de la Humanidad y un verdadero paso por el túnel del tiempo que lleva ahí 17 siglos. Una mini-ciudad dentro de Split y lugar perfecto para perderse callejeando: un barrio laberíntico repleto de comercios y monumentos… y un ambiente bonito aunque muy turístico. Está extraordinariamente bien conservada y aún hoy viven intramuros unos 3.000 vecinos. Sirvió de decorado para series como Juego de Tronos. 

Split estaba muy sobrepasado de gente, y el encanto se reduce inevitablemente.

Muy caro todo… pero aún no había llegado a Dubrovnic.

 




















 




 
 


 


Día 6. ISLA DE HVAR (2 noches)

Al día siguiente tomamos un ferry a la isla de HVAR (se pronuncia “juár”). 124 eur ida y vuelta para 2 personas y un coche pequeño. Una isla (no tan) tranquila y rural pese a los barcos y yates…Hvar es una ciudad medieval, con palacios góticos, murallas del S. XIII, suelos de mármol… y muchos bares y restaurantes… 

Una de las grandes cualidades de Croacia es la transparencia de sus aguas. El agua cristalina y azul turquesa del Adriático croata ha sido calificada por la Agencia Europea de Medio Ambiente como “excelente” y como una de las más limpias del mundo. Por ello no puedes viajar a Croacia y no conocer sus islas. Está claro que será difícil visitarlas todas -hay más de 1.100- pero sí que puedes dedicarles unos días a algunas de ellas. 

Tienes la opción de viajar en el ferry con tu coche y quedarte  a dormir en la isla, o simplemente hacer la visita de día y volver a Split a pasar la noche.

La isla de Hvar concentra bonitos paisajes salpicados de campos de lavanda, días soleados, tranquilidad y, para aquellos que lo busquen, una imparable vida nocturna. 

Darte el "lujo" (literal, por precio) de disfrutar de una bebida mientras contemplas las inigualables vistas al mar desde cualquier rincón de esta elegante isla, es una gozada.. 












 

 










 






Dia 7. ISLA DE BRAC

Al día siguiente, desde la isla de Hvar, tomamos un catamarán para pasar unas horas en la isla de Brac. 40 eur ida y vuelta por persona en solo 40 min. Brac tiene la montaña más alta de toda la costa dálmata, con 780m.

Llegamos al puerto de Bol, cerca de la (sorprendentemente) famosa playa Zlatni Rat (en español “Cuerno de Oro”) que encuentra a escasos 3km. Hay dos formas de llegar hasta esta playa, puedes ir andando, o tomar un barquito que por 4 eur te lleva desde Bol hasta la misma playa.

Zlatni Rat es un apéndice (no de arena, sino de piedrillas) que divide en dos una incómoda playa que en total mide poco más de 600m. El mar Adriático es de un azul intenso. Su lengua se adentra hasta 200m en el mar formando una especie de “cuerno dorado” que altera su forma según decidan viento y mareas. Petado de gente.

Claramente sobrevalorada, esta playa solo seduce por su fotografía aérea, así que me dediqué a verla y explorarla desde otras perspectivas más interesantes.

Varios chapuzones y la cerveza en los bares de la playa... carísima. Comimos en un estupendo restaurante de Bol y, en una vinoteca compramos 10 botellas de vino croata…que regresaron a Bilbao intactas.

Con tiempo podrías hacer un recorrido por otros pueblos de esta isla, como Supetar, Splitska, Postire, Sutivan o Milna


  

 










Días 8 y 9. OMIS – BOSNIA: CASCADAS DE KRAVICE- POCITELJ - MOSTAR (2 noches)



OMIS

De vuelta en ferry muy temprano desde la isla de Hvar a Split, ya en la parte continental de Croacia, comenzamos la ruta hacia Bosnia Herzegovina, pero antes paramos en el encantador Omiš, un pequeño pueblo costero que se puede visitar en una hora o menos. Omiš es famoso por sus bonitos acantilados que llegan directamente al puerto.

Y es que en un radio de apenas 500m coinciden el mar, un río, dos montañas y una ciudad con un bonito centro histórico repleto de bares, restaurantes y ambiente marinero croata. 

Omiš es un lugar bastante desconocido de Croacia, lo que aumenta su atractivo. Durante dos siglos, estuvo gobernada por piratas que hostigaban las rutas comerciales del Mediterráneo. 

La desembocadura del río Cetina y lo agreste de la geografía les daba protección. El Cetina es un río color esmeralda que tiene 102 km y pasa al pie de la montaña Dinara –la más alta de Croacia, con 1831m– y enlaza Vrlika, Sinj, Trilj y Omiš, en la región de Dalmacia, hasta desembocar en el Adriático. Hoy, en lugar de piratas, hay piragüistas que descienden entre meandros decorados con cabañas de pescadores.





BOSNIA y HERZEGOVINA

Tocaba ya cruzar la frontera con Bosnia Herzegovina. El paso en coche fue algo lento. Pasaportes y listo. 

Meter a Bosnia Herzegovina en mi road-trip por Croacia fue un acierto pleno. Enclavada en el corazón de los Balcanes, dicen que posee algunos de los lugares más bonitos de la antigua Yugoslavia. 

Compartiendo frontera con Croacia, Montenegro y Serbia, la tranquila Bosnia brinda la oportunidad de llevar a cabo un viaje por unos Balcanes cuya alma dicen que es común. Bosnia todavía suena a territorio en conflicto pero la terrible guerra tuvo lugar en los años 90, duró dos años y medio y terminó en diciembre de 1995. 

La sorpresa es encontrarse con un país balcánico en estado puro, una tierra de áspera belleza que conserva cicatrices de una brutal guerra, pero que hoy ofrece una naturaleza preciosa, una interesante mezcla de culturas y una espontánea hospitalidad a sus visitantes, que todavía no son muchos. 

Antes de llegar a Mostar, donde íbamos a estar 2 noches, hicimos dos interesantes paradas:


CASCADAS DE KRAVICE (o KRAVICA)

A 30 km de la frontera, primero visitamos las Cascadas de Kravice a solo 40 km ya de la fantástica Mostar. Ubicadas en la zona más calurosa del país, son un auténtico oasis rodeado de un entorno precioso y fotogénico. 

Y es que el río Trebizat deja allí uno de los espectáculos naturales más impresionantes del país. Cuenta con 200m de saltos de agua de más de 25m por diez puntos, que desembocan en un precioso lago de color turquesa. 














La zona está llena de vegetación, con árboles, álamos e higueras. Incluso las formaciones de toba forman gruesos líquenes, musgo y hierba. El agua de este parque natural está muy fría pero puedes nadar por el lago y acceder a algunas de los rompientes de las cascadas. Hay un par de chiringuitos para comer algo y el aparcamiento queda al lado. La entrada es de 12 eur.  






CIUDAD FORTALEZA DE POCITELJ

Con vistas al río Neretva, Počitelj parece haber nacido de la misma montaña sobre la que se alza. 

Este pequeño pueblo a menos de 30 km de Mostar, es parada obligatoria si visitas Bosnia y Herzegovina. Tiene una larga historia como ciudad fortificada, y desempeñó un papel de gran importancia estratégica durante la época medieval bajo el gobierno húngaro. 

Durante la ocupación otomana en cambio, fueron construidos los edificios protagonistas de la vida pública, como mezquitas, el hammam y los baños turcos, las escuelas y la torre del reloj. El lugar es muy interesante para ver los restos de las culturas otomana y bizantina. En 1996 fue añadido a la lista de los 100 lugares con patrimonio cultural más amenazado del World Monuments Watch.

Ahora podemos vislumbrar sólo una parte de la belleza original de este lugar porque aunque se ha conservado casi intacto hasta el siglo pasado, la guerra de los 90 perjudicó gravemente a muchos de estos edificios preciosos.

En estas calles empedradas de piedra gris, nos aventuramos por caminos estrechos que pasan debajo de las terrazas y se convierten en escaleras para subir a la Mezquita Hadži Alija. 

Este edificio, construido a mediados del 1500, ha sido restaurado varias veces: la última remodelación se inició en 2002 y sacó a la luz otra vez la cúpula y el minarete, destruidos por las bombas de la guerra de 1993.

 

Subí hasta la fortaleza que domina la ciudad, con un paisaje realmente impresionante en medio de una quietud reparadora, un lugar para respirar tranquilidad y donde escuchar el pasado que todavía se mantiene atrapado entre las piedras. Recordaba la marabunta de Split, vaya contraste…






 

MOSTAR 

Sarajevo, Mostar, Srebrenica... son nombres que me sonaban mucho con el recuerdo de la última y cruel Guerra de los Balcanes, esa que originó el desmembramiento de Yugoslavia en seis repúblicas desde los primeros años 90. 

Todas esas localidades corresponden a lo que hoy es Bosnia y Herzegovina, uno de esos seis países independientes surgidos del "paraíso de la autogestión" en tiempos de Tito. 

Mostar: esta colorida ciudad de Bosnia pasó a la historia por el triste bombardeo que la arrasó, y de su icónico puente, en plena Guerra de los Balcanes. 
Es un sitio precioso, con callejuelas empedradas salpicadas de tiendas de artesanía, mezquitas, restaurantes buenísimos… y las vistas de su famoso puente. Antes de llegar a Mostar, empezamos ya a ver casas destrozadas, sin techos, con balas en las paredes. Fue una guerra demasiado reciente y Mostar sufrió toda su locura.

Recorriendo las calles de Mostar percibí una ciudad joven, tolerante, multicultural, multirreligiosa, alegre y festiva. Es un lugar, en el que nos resultaba muy complicado encajar que hubieran estado matándose a tiros y bombas hace tan sólo 30 años, toda llena de francotiradores.

 

Entendería que Mostar pueda dejar a algunos un sabor algo agridulce porque, aunque es mucha la historia que va ligada a esta ciudad, su centro histórico está repleto de tiendas de souvenirs, restaurantes y turistas por todas partes que la pueden desvirtuar. 

Pero a mí –tras unos días en una abarrotada Croacia- me encantó; Mostar es un destino potente con una trágica historia detrás, algo que pudimos comprobar en el (muy recomendable) Museo del Genocidio y Víctimas de la Guerra…

La historia de Mostar es casi la historia de su puente Stari Most (“puente viejo”) que durante siglos unió la comunidad musulmana (bosniaks) y la católica (bosnios croatas) y fue construido entre 1557 y 1566 por petición de los ciudadanos de Mostar al Sultán Solimán el Magnífico del Imperio Otomano. 

Una maravilla de la arquitectura, tiene una anchura de 4m, una longitud de 30m. y 24m de altura.




Cuando estalló la guerra en Bosnia en 1992 los habitantes de Mostar, en su gran mayoría bosniaks musulmanes y bosnios croatas, unieron sus fuerzas para luchar contra los bosnios serbios (de religión ortodoxa) que apoyaban la idea de una Gran Serbia, recordando el poder de la Yugoslavia unida. 

Lograron su objetivo y los bosnios serbios fueron expulsados de Mostar. Fue entonces cuando ocurrió algo inesperado: bosnios croatas y bosnios musulmanes, que habían convivido en paz durante siglos y luchado de la mano, comenzaron una guerra civil para conseguir la supremacía de la ciudad. 

Imágenes del puente destruido en 1.993 (internet)

















Mostar se convirtió en un crisol de odio. Los vecinos luchaban entres si, y en 1993, la ciudad antiguamente pacífica, se había convertido en una ciudad dividida. 
El principal bulevar de la ciudad fue la línea del frente durante la Guerra de los Balcanes. Los francotiradores estaban a la orden del día, disparando desde cualquier edificio, haciendo imposible la vida cotidiana, tiñéndola de terror. 

En la actualidad, se siguen mostrando muchos edificios quemados, otros están dañados con agujeros de bala y de obuses. La primera impresión fue de pesadumbre viendo los horrores de la guerra en la ciudad y las heridas aún hoy son muy visibles.

El Stari Most, el puente que fue símbolo inequívoco de la convivencia pacífica y de la armonía entre oriente y occidente durante cientos de años, fue bombardeado por la milicia croata (HVO) a las 10.15h del 9 de noviembre de 1993. 

Los testigos del bombardeo cuentan como el rio Neretva, uno de los más fríos de Europa, comenzó a ‘sangrar’: sus aguas verdes se tiñeron de rojo y hubo quien dijo que Dios mismo estaba castigando al pueblo de Bosnia. Esta “sangre”, obviamente, tenía explicación científica: entre los componentes de las piedras del puente había un mineral que al entrar en contacto con el agua provocaba este efecto. Pero la imagen de un río que llora con sangre la autodestrucción de su pueblo parece apocalípticamente acertada. Aquella mañana el río Neretva no solo fue golpeado por toneladas de roca y piedra que vigilaban la ciudad desde 1566, con el puente se derrumbaron las esperanzas de una paz que cada vez se veía más lejana. 

La guerra siguió su curso acabando con miles de vidas y hoy el recuerdo de aquel “grito” se ha plasmado en la inmensa cruz que domina el monte Hum, a las afueras de la ciudad.













Han pasado 30 años y hoy Mostar es una ciudad muy turística, bonita a rabiar. 

Su puente fue reconstruido en 2004 con las mismas piedras rescatadas del fondo del río y los golpes de artillería se han sustituido por miles de clicks de cámaras de fotos. 

El centro de la ciudad es una auténtica joya, con sus mezquitas, sus tiendas de artesanía, sus (no tan) tranquilas calles y su gran emblema: el puente. Desde sus 24m de altura se obtienen unas vistas maravillosas, aunque algunos se lanzan al frío río… una vez que en el gorrito se consigue una cifra por la que estén dispuestos a jugarse la vida con un salto que requiere gran habilidad.









Fue el general bosniocroata Slobodan Praljak quien ordenó destruir el emblemático puente de Mostar, y se suicidó en 2017 con veneno en plena sesión judicial en el Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia en La Haya, en protesta por la confirmación de la sentencia que le condenaba a 20 años de prisión por crímenes de guerra y de lesa humanidad contra civiles musulmanes.

En la preciosa Mostar basta con salir de las calles centrales para encontrarse con una ciudad llena de cicatrices. Sus muros acribillados, las fachadas de los edificios tiroteados, los techos destrozados, los edificios abandonados, son los que sufren en silencio las heridas de la guerra. 

Y están allí, a escasos metros de los turistas que comen cevapi y beben cerveza sacándose selfies delante de un puente que parece un arcoiris de piedra. Los edificios se reconstruyen pero, ¿qué pasa con las personas?.







 



 






 





Mostar nos encantó...

Días 10, 11 y 12. BLAGAJ – DUBROVNIK (3 noches)

Ya en dirección a Dubrovnic, a solo 15 km de Mostar, se encuentra el hermoso y tranquilo Blagaj Tekija, un monasterio derviche del S. XVI, todavía en funcionamiento. 

Es un precioso lugar para visitar y una parte de la historia de Bosnia. El río Buna es uno de los tantos ejemplos de los ríos cársticos subterráneos del área. Lo ves saliendo de un acantilado con una pared de 240m. Cuando llegaron los otomanos, el sultán de la expedición quedó maravillado con este espectáculo natural y por ese motivo mandó construir un Tekija (especie de monasterio) al lado del agua. Hay una cueva donde te meten en un pequeño bote y algunos restaurantes.

Los Derviches son una hermandad sufí conocida por su ascetismo, estilo de vida que persigue la purificación del espíritu a través de la privación de los placeres materiales. En este culto abrazan la abstinencia, la soledad, la reclusión, la pobreza y el ayuno, y se predica la dimensión más mística del islam en la que la contemplación pacífica de la naturaleza juega un papel muy importante. En este lugar, 3 noches por semana, los Derviches realizan sus cánticos de alabanza a un Dios llamado Zikr mediante un ritual especial.

La casa cuenta con una mezcla de arquitectura otomana y estilo mediterráneo. Tiene un bonito acabado de madera de doble fachada blanca, techos de piedra, suelos cubiertos de alfombras, balcones, puertas talladas y baños con un techo de vidrios coloridos en forma de estrella.

Durante muchos siglos, este lugar se usó como lugar de encuentro para disfrutar de tertulias amistosas sobre temas científicos. En la actualidad, se sigue manteniendo esta tradición. Está abierto todos los días y la entrada es de 5€.










Antes de volver a cruzar la frontera con Croacia, paramos a comer en Trebinje, ciudad perteneciente a la República de Srpska, de mayoría serbia, que es una de las dos sub-entidades políticas que conforman Bosnia y Herzegovina, junto con la Federación de Bosnia y Herzegovina. Siguen con líos por problemas políticos y étnicos no cerrados tras el final de la guerra. 

En Trebinje, mientras comíamos, nos pusieron una multa por mal aparcamiento acompañada de un cepo en una rueda: desde el restaurante donde comimos llamaron a un teléfono y en tan solo 10 min. llegó un coche de camuflaje. Se bajaron dos  individuos muy serios: les pagué 15 eur sin mediar casi palabra. Pocas bromas con los nacionalistas serbio-bosnios.


DUBROVNIK

Tras 140 km desde Mostar, llegamos a Dubvronik, en cuyo aeropuerto dejamos nuestro coche de alquiler. Un taxi nos llevó por 40 eur a nuestro apartamento, algo cutre pero en una ubicación inmejorable. 2 maletas medianas y una caja con 10 botellas de vino nos impedían tomar un autobús.

Se la conoce como "La perla del adriático" pero una masificación absoluta, precios desorbitados y un calor agobiante en verano obligan a calificar Dubrovnik más bien como "El infierno del Adriático" y un destino más aconsejable en temporada baja. 

Es una ciudad de moda en toda Europa, con masivas llegadas de visitantes por tierra, mar y aire. Tanto fuera como dentro de la ciudad amurallada, ves continuamente carteles de “vivienda turística” por las calles y sus portales. Algo exagerado. Desconozco si los precios bajarán en temporada baja pero, en Agosto, he pagado 15 eur por un menú de desayuno con 4 tostadas pequeñas, un zumo de bote y dos piezas de mermelada y una de mantequilla. 



Dubrovnik tiene una esencia de ciudad pequeña y medieval bien conservada, con un patrimonio arquitectónico excepcional y decenas de joyas medievales a pocos metros unas de otras. Fue un cruce de caminos, desde romanos hasta turcos, que han dejado una profunda huella. La realidad es que fue reconstruida a finales de los 90, después de los constantes ataques sufridos por parte de los serbios en 1991 y 1992.

Si llegas a Dubrovnik por la costa desde Split, debes cruzar la frontera Bosnia, y después de unos kilómetros volver a entrar en territorio croata. ¿Trámites?: sólo paras en las cabinas de la frontera, muestras tu pasaporte (o DNI europeo) y sigues.






 

Fundada por los romanos en el S. II, “la Perla del Adriático”, como se conoce comúnmente, aúna un clima envidiable, una interesante cultura y un centro histórico precioso. Camina por los casi 2 km de muralla declarados Patrimonio de la Humanidad y déjate sorprender por las vistas que te ofrece en algunos tramos. Y desde aquí, contemplas cómo el azul del mar se funde con los tejados rojos de una ciudad arropada por gruesas murallas. 





 

Desde sus murallas, por un lado te quedas maravillado por las vistas de los acantilados y del mar, antes de dar un par de pasos hacia la otra baranda para disfrutar de cerca de la panorámica de los famosos edificios barrocos y calles de mármol. 
Te llevará más o menos una hora dar la vuelta a la ciudad antigua por sus murallas y los mejores momentos del día para hacerlo son temprano por la mañana o al atardecer, cuando las hordas de turistas y fans de Juego de Tronos se han dispersado y puedes disfrutar de más tranquilidad.




Perderse por sus callejuelas es la mejor actividad, algunas incluso con cierto aire “napolitano”. Lo malo evidentemente es la cantidad de turistas que caminan por las calles de la ciudad amurallada, es algo increíble, aunque diré que no tuve momentos de agobio consciente de que ya se han tomado medidas para contrarrestar las hordas de turistas y de que, con seguridad, Dubrovnik ha vivido momentos peores cuando recibía casi 15.000 cruceristas al día.



 

Y es que Dubrovnik fue una de las ciudades croatas "afortunadas" en tener localizaciones de la serie Juego de Tronos (junto a Split y otras).

Realmente allí entendí por qué fue elegida, sin duda en gran parte por su grandiosa muralla que rodea el Old Town. Muchos fans y seguidores de la serie deciden acudir a Dubrovnik con el objetivo de pisar los lugares donde los protagonistas grabaron algunas famosas escenas. Gracias al éxito de la serie, debido a la gran demanda de fans que acudían solicitando información sobre las localizaciones de Juego de Tronos, existen muchos tours con guías que te llevan a recorrer uno por uno los distintos escenarios de la serie.




 

 

 

Las Murallas de Dubrovnik son el símbolo y la atracción más famosa de la ciudad. Se trata de un conjunto de fortificaciones que rodean el casco antiguo de Dubrovnik, y que datan del S. XIII al XVII. Las murallas tienen una longitud de unos 2 km y una altura de entre 4 y 25m. 

Desde las murallas se puede disfrutar de unas vistas espectaculares de la ciudad y del mar. Las murallas se pueden visitar todos los días por un precio de 35 eur. Casi nada. El circuito de la muralla, con sus bastiones y torreones, te permite contemplar todo el perímetro de esta histórica ciudad, con sus edificaciones recubiertas de teja rojiza y despuntando las torres y agujas de sus numerosas edificaciones religiosas. También es una gozada poder ver el puerto, el castillo de San Lorenzo y la cercana isla deshabitada situada frente a la ciudad.

Los clásicos a visitar son: Stradun (300m de calle y arteria principal); las murallas y puertas; el palacio del Gobernador; el monasterio dominico; la catedral; la iglesia de San Blas; el palacio Sponza; el castillo de Lovrijenac; el museo de Arte Moderno; el puerto Antiguo,.. todo está muy cerca y es fácil de recorrer.







 

















Dubrovnik tiene varias playas donde te puedes bañar, tomar el sol o practicar deportes acuáticos.

Las playas son pequeñas, de piedra o roca, pero tienen aguas cristalinas y limpias. Algunas de las playas más populares y concurridas son la Playa Banje, la Playa Copacabana o la Playa Lapad. Otras playas más tranquilas y apartadas son la Playa Sveti Jakov, la Playa Buza o la Playa Betina. Todas petadas.

Un secreto: hay una cala escondida (Kupaliste) que es una pasada: llegas caminando 10 min. desde el centro, por un camino costero y cuando llegues a este cartel (foto), bajas unas escaleras. Salvaje... y sin turistas.





Dubrovnic está rodeada de varias islas que se pueden visitar en barco desde el puerto viejo. Hay muchas agencias, es una churrera.


5- EL "PROBLEMÓN" TURISTICO EN DUBROVNIK

Ahora que el sector de los viajes se ha recuperado con fuerza tras la pandemia del Covid-19, quienes residen en las ciudades más turísticas vuelven a notar las consecuencias del turismo excesivo.

Dubrovnik ha iniciado una batalla contra el ruido en el casco antiguo para mejorar la calidad de los vecinos viven asediados por un turismo de masas irrespetuoso. 

Todo empezó cuando la UNESCO advirtió que el patrimonio mundial de Dubrovnik estaba en riesgo debido a este tipo de turismo, y así el ayuntamiento se puso en marcha para frenar y revertir el problema, teniendo en cuenta, eso sí, que el turismo en la ciudad no deja de crecer y que, desde 2019, recibe alrededor de 1,5 millones de turistas por año.




La campaña ‘Respect the city’ resume algunas de las conductas que no están demasiado bien vistas en el centro: beber y dejar botellas al lado de monumentos históricos, lanzar colillas al suelo, dejar orinar a los perros en edificios o llevarles sin correa, ir sin camiseta o en bañador, entrar con moto o bicicleta por las calles del centro, arrastrar maletas con ruedas (sobre todo en horario nocturno), o tomarse selfies o fotografías en lugares que pueden suponer un riesgo para tu vida.

Aunque sí hay multas por orinar o ir sin camiseta, no queda claro si por el momento el Ayuntamiento impondrá multas por ir con maletas de ruedas en el centro

Pero, tal y como afirma el alcalde, sí que se creará un plan para que los viajeros dejen sus maletas en un punto turístico, y desde allí (pagando una tarifa), se trasladen al hotel o lugar que ellos deseen. De esta manera, se reduciría la contaminación acústica.

De hecho, el Ayuntamiento también está multando y cerrando terrazas de bares que no respeten el descanso vecinal. 

El vídeo que se proyecta en los vuelos de Croatia Airlines no es el único paso en la batalla contra el turismo de masas de Dubrovnik. 

El Ayuntamiento regula ya la entrada de repartidores en el centro histórico, y para el próximo año, quieren introducir los vehículos eléctricos para este tipo de casos. 

Por ahora no permiten que haya más de 10 vehículos estacionados al mismo tiempo, solo pueden hacerlo de 5 a 7am. Además, también planean crear un estacionamiento con más de 1.500 vehículos en las afueras de la ciudad, y así descongestionar el centro.

Es probable que la furia local aumente conforme lo haga también la cantidad de turistas. Se tomaron ya medidas contra los vendedores callejeros, se limitaron el número de mesas exteriores en los restaurantes que plagan los antiguos callejones y -lo más importante- se ha buscado tener más control sobre los cruceros que llegan con miles de pasajeros a la ciudad vieja.

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