Cascadas de Kravice (Bosnia H.) |
Nunca había visto tanto turismo. Pero tampoco nunca había salido de España en Julio-Agosto. En 2022 Croacia recibió casi 19 mill. turistas (14 mill. en 2021) y en 2023 lleva ya un +20% en 6 meses. Brutal.
La mejor época para viajar a Croacia puede que sea Mayo, Junio, Septiembre y Octubre, evitando los meses fuertes de verano ya que, especialmente la costa, está literalmente abarrotada.
Sí, a priori viajar a Croacia en Julio o Agosto es toda una temeridad… aunque también lo es hoy a cualquier otro destino mediterráneo. 2023 está siendo un año turístico desaforado que incluso supera la “normalidad” pre-pandemia.
Isla de Hvar (Croacia) |
En mi caso, una inesperada “ventana” para hacer un viaje de 13 días con mi hija, cristalizó en un road-trip de 900 km en 13D, 12N y 7 alojamientos por 2 países: Croacia y Bosnia Herzegovina, tras descartar (por precio de vuelos y clima) otros destinos más deseados e interesantes como Sao Tomé y Príncipe, Ghana o Costa de Marfil. Ya caerán.
Mostar (Bosnia) |
Kasjuni beach (Split, Croacia) |
Hay viajes que te dan mucho que pensar y aunque la de Bosnia y Herzegovina fue una experiencia viajera muy completa que agrupaba varios tipos de viaje, me dio mucho que reflexionar sobre la sociedad y las guerras étnicas o religiosas.
Y es que obviamente viajar es mucho más que compartir, reír, comer, beber, conocer, aprender… y volverse con muchas fotos y videos: también es sentir y emocionarse. Quedan aún muchas fachadas ametralladas y edificios derruidos por las bombas.
Dubrovnik (Croacia) |
Porque Croacia, que salió de una guerra devastadora, es uno de los lugares turísticos más populares en el sureste de Europa, con millones de turistas que acuden en masa a este diverso país cada año.
Aunque el país está bastante bien conectado por una extensa red de autobuses, la mejor manera de conocer Croacia, si no te desvías a la interesante Península de Istria, es hacer un road-trip de Zagreb a Dubrovnik, o al revés, por la rocosa y escarpada costa dálmata. Si bien el viaje entre estas dos ciudades (605 km) podría llevar unas 6 h, hay tanto que ver en el viaje de Zagreb a Dubrovnik que vale la pena tomarse su tiempo y pasar varios días viajando entre estas dos ciudades.
P.N. Lagos de Plitvice (Croacia) |
Zadar (Croacia) |
Croacia es uno de los grandes destinos turísticos de Europa. Su primer argumento es en teoría su maravillosa costa adriática, repleta de islas e islotes, aunque no diría que es un destino de sol y playa.
El país, con una historia y cultura muy interesantes, ofrece una naturaleza desbordante, espectacular y casi intacta, lo que se puede apreciar en sus ocho parques nacionales. El patrimonio cultural e histórico es otro gran reclamo turístico: la influencia del Imperio Romano todavía es visible en ciudades como Zadar o Split, declarada Patrimonio de la Humanidad; mientras Dubrovnik, la principal ciudad costera, conserva sus murallas y palacios del S. XVI y ha servido de escenario para producciones como Juego de Tronos: han sabido aprovechar el filón y montado recorridos temáticos para visitar sus localizaciones y muchas tiendas de souvenirs de la serie.
Dubrovnik (Croacia) |
Con independencia del turismo y de la época de mi viaje, de la "abarrotada" Croacia he regresado con cierta sensación de haber estado en un destino algo “sobrevalorado” como destino turístico.
A veces me pasa. Para mí ha sido algo evidente. La sensación de sobrevaloración, incluso yendo fuera de temporada, surge inevitablemente al comparar Croacia con otros destinos mediterráneos que ya había visitado.
Dubrovnik (Croacia) |
Zadar (Croacia) |
Algún día tenía que visitar Croacia y Bosnia Herzegovina…y además siempre es una gozada absoluta viajar con una gran viajera como mi hija Leire.
Dividiré esta publicación en 5 apartados:
- INTRODUCCIÓN
- REFLEXIÓN SOBRE LAS GUERRAS
- LA GUERRA DE LOS BALCANES (para iniciados)
- MI ITINERARIO (13D / 12N)
- EL "PROBLEMÓN" TURISTICO EN DUBROVNIK
1- INTRODUCCIÓN
Blagaj (Bosnia H.) |
Especialmente afectada por el llamado "Sobreturismo", Dubrovnik, aún desbordada por los fans de la serie Juego de Tronos, ya encabezaba en 2019 una lista europea de visitantes anuales (36) por cada residente local, y hablamos de una ciudad que tiene una población relativamente modesta (unos 42.000 habitantes): 1,5 mill. turistas la visitaban cada año.
Tremendo: en 2019 (año prepandemia) el 25% del P.I.B. de Croacia provenía del turismo (vs. 14% España, 10,6% Italia o 8,4% Francia). Está todo dicho.
En esa estadística de ciudades europeas, el 2º lugar lo ocupaban Venecia, la belga Brujas y la griega Rodas, todas ellas con 21 turistas anuales por cada residente local, lo que lleva a imaginarse a la sobrecargada Dubrovnic (con 36). La super turística Barcelona ocupa el puesto 20º del ranking, con "solo" 5 turistas/año por habitante. Y se quejan...
Puente de Mostar (Bosnia H.) |
Pocitelj (Bosnia H.) |
Split |
Souvernirs en Dubrovnik (Croatia) |
Pero la invasión anual de este ejército de turistas justamente amenaza lo que los atrajo en primer lugar. Y es que es difícil sentir la majestuosidad de este lugar cuando estás casi apretujado por las calles. Además de por las multitudes, los residentes que viven dentro de las murallas de Dubrovnik se quejan del efecto en el mercado inmobiliario local y están muy preocupados por los turistas vandálicos e irrespetuosos. Hablo de esto al final de esta publicación...
Mostar |
Enclavada en el corazón de los Balcanes, Bosnia y Herzegovina posee algunos de los lugares más bonitos de la antigua Yugoslavia. Compartiendo frontera con Croacia al norte y oeste, Montenegro al sur, y Serbia al este, la tranquila Bosnia brinda la oportunidad de llevar a cabo un viaje profundo por unos Balcanes cuya alma se evidencia que es común.
Bosnia todavía suena a territorio en conflicto pero la guerra tuvo lugar en la década de los noventa del siglo pasado, duró dos años y medio y terminó en diciembre de 1995. Dicho esto, la sorpresa es encontrarse con un país balcánico en estado puro, una tierra de áspera belleza que conserva cicatrices de la guerra civil, pero que hoy ofrece una interesante mezcla de culturas y una espontánea hospitalidad a sus visitantes, que todavía no son muchos. Por eso hay que ir cuanto antes....
Bosnia y Herzegovina, con 3,5 mill. habitantes, registró solo 502.000 turistas en 2021. En este pequeño país, el turismo representa solo el 4% de su P.I.B.
Puente de Mostar (Bosnia H,) |
La voladura del mismo en 1993 dio la vuelta al mundo, así como sus trabajos de reconstrucción, en los que participó el Ejército Español (fue reinaugurado en julio de 2004). Son muy populares los saltos y clavados desde la zona más alta del puente, cayendo los intrépidos lugareños sobre las heladas aguas del río. Impresionante.
2- REFLEXIÓN SOBRE LAS GUERRAS
Fotos de Internet
Más adelante hablaré de la terrible Guerra de Los Balcanes: el 6 de abril de 1992 se inició el conflicto en Europa más sangriento desde la II Guerra Mundial. Murieron cerca de 100.000 personas. y tras haber conocido de cerca en este reciente viaje los terribles efectos en la población de los conflictos bélicos, me gustaría hacer antes algunas reflexiones.
Actualmente, Bosnia y Herzegovina continúa fracturado por líneas étnicas, sin apenas capacidad para consensuar su pasado ni afrontar el futuro. Aun afronta graves problemas internos: las heridas de la horrible guerra civil, el desempleo bordea el 45% y hay altos niveles de corrupción y clientelismo político.
Todo es muy reciente y el negacionismo de lo ocurrido se ha consolidado, casi 30 años después, en el lado serbobosnio y el serbio. Un problema que hace que muchas de las heridas del peor conflicto europeo de la segunda mitad del siglo pasado sigan abiertas.
Mientras la guerra en Bosnia provocó miles de muertos (se habla en total de más de 8.000 musulmanes, hombres y niños, de los que 1.000 aún no han sido localizados), el resto del mundo miraba para otro lado. Más grave si cabe es el hecho de que hablamos de asesinatos, verdaderas atrocidades y masacres, fosas comunes, de crímenes de guerra, violaciones a mujeres y niñas… un verdadero genocidio considerado como crimen de derecho internacional. Se tardó demasiado en intervenir militarmente en Bosnia en medio de circunstancias muy duras y terribles, con un brutal coste por la inacción.
La OTAN, liderada por EE.UU., intervino finalmente con su potente fuerza aérea en febrero de 1992 contra Serbia que, con cerrazón, seguía masacrando a los musulmanes bosnios, y ante la inefectividad de sanciones comerciales previas.
También lo hicieron en la primavera de 1999 de nuevo contra Serbia, sin el apoyo de la ONU y Rusia, con el fin de evitar una limpieza étnica contra la población albanesa de Kosovo.
Me pregunto cuándo se debe de intervenir militarmente, como último recurso, para parar atrocidades de semejante magnitud?.
Hablamos de masacres, limpieza étnica y de terribles matanzas y violaciones de Derechos Humanos. Desgarrador. Recuerdo solo algunos conflictos armados muy sonados en los que hubo una inicial (o total) inacción por parte del resto del mundo. Ningún conflicto es igual a otro:
• Iraq 1988. Sadam Hussein provoca 5.000 muertos por armas químicas a los kurdos iraquíes. La comunidad internacional miró para otro lado por intereses petrolíferos y porque proteger entonces a Sadam era contener a Irán.
• Srebrenica (Bosnia) 1995: el Ejército de los Serbios de Bosnia atacó esta “zona segura” con presencia de fuerzas de paz de la ONU.
• Ruanda 1994: conflicto étnico entre tutsis y hutus. 800.000 muertos. Se les dejó a su suerte.
• Kosovo 1998: los serbios (Milosevic de nuevo) atacaron esta provincia musulmana de mayoría étnica albanesa con ansias independentistas. Y ahí siguen con problemas cada poco tiempo...
• Sin olvidar las masacres de Siria (Alepo,…), o la guerra en Libia… en las que despiadados dictadores amenazaron y atacaron a la población, sin que las potencias occidentales interviniesen para proteger a los civiles. O terribles matanzas como las de Haití y muchos olvidados estados africanos.
• Tampoco queda tan lejos (1.975-79) lo que hizo el sangriento y genocida Pol-Pot y los jemeres rojos en Camboya… con casi 3 millones de asesinados.
No pretendo ser exhaustivo, pero me resulta imposible no recordar que en septiembre de 2023, las llamas de una disputa centenaria se volvieron a avivar en Nagorno Karabaj y sus alrededores: una región montañosa del Cáucaso Sur, que forma parte de Azerbaiyán pero que para la población de mayoría armenia de la región, es conocida como la República de Nagorno-Karabaj, un estado independiente de facto desde 1988. Las recientes imágenes del éxodo en Nagorno Karabaj de miles de armenios temiendo una "limpieza étnica" son impactantes... éste es un conflicto muy complejo.
En algunos de mis viajes he conocido de cerca los efectos de algunos terribles conflictos bélicos: he visitado Camboya, Siria, Líbano, Bosnia Herzegovina, Irán, Socotra (Yemen) con efectos indirectos, y próximamente Iraq, país donde ni había armas de destrucción masiva ni alianzas estratégicas con grupos terroristas, pero sí un ataque a civiles kurdos con armas químicas. Aguardo con impaciencia este gran viaje.
Me encanta la geopolítica y sus complejidades, analizar conflictos como simple viajero observador y aún a riesgo de cometer algún error de lectura involuntario.
Aprendo y trato de comprender las raíces de los conflictos y su efecto en la población. Un aliciente viajero brutal.
Y, en mi viaje a Bosnia Herzegovina, he visto de nuevo la sinrazón de los conflictos de naturaleza étnica y religiosa y cómo las heridas tardan muchos años en cerrarse.
3- LA GUERRA DE LOS BALCANES (para iniciados)
4- MI ITINERARIO (13D / 12N)
Ha sido un road-trip algo apretado en el que la idea era no pasar en un mismo lugar más noches de las necesarias. Y a veces con 1 sola noche es suficiente. Pero no ha sido paliza de conducción.
Las excepciones fueron Zagreb (al aterrizar de noche), la isla de Hvar (por querer visitar desde allí también la isla de Brac), Mostar (imprescindible!) y Dubrovnic (donde posiblemente me sobró una noche... pero el vuelo de vuelta despegaba por la mañana).
Puede que éste haya sido el viaje que más rápido he preparado, en su diseño, ruta, alquiler de coche y apartamentos, y lugares para ver. En 2 días tuve ya todo reservado. A priori con buenos precios de coche, gasolina, apartamentos con Booking (entre los 70 eur en Mostar y 140 eur en la muy cara Dubrovnik)… lo malo fue a la hora de comer y beber: Croacia es muy cara, sobre todo Dubrovnik donde ya es abusivo.
Día 1. BILBAO – AMSTERDAM – ZAGREB (2 noches)
Nuestro vuelo llegó a Zagreb por la noche, así que fuimos directamente a nuestro apartamento en la mismísima Plaza Dolac, donde ya estaban preparando los tenderetes para el famoso Mercado diario del día siguiente.
Día 2. ZAGREB
Un día completo en Zagreb para mí fue suficiente. Capital de Croacia, es una bonita ciudad que tiene no tiene demasiado que ofrecer. A veces coqueta pero también monumental, con historia, cultura y un ambiente que mezcla lo antiguo y lo moderno, lo tradicional y lo vanguardista.
Solo sorprende por el encanto de su espíritu centroeuropeo. Por la noche se transforma pero me siguió pareciendo sobria. Ni de lejos es tan interesante como, por ejemplo, Budapest, que visité recientemente.
Con un cierto aire “vienés”, Zagreb rompe el estilo del resto de ciudades costeras de Croacia. Se suele recomendar visitar el Mercado Dolac, perderse por la Ciudad Baja y acceder en el antiguo funicular a la Ciudad Alta, donde te encuentras con la Zagreb más histórica. No obstante, su herencia monumental no es la de Budapest ni la de Viena.
Me llamó la atención que, para desayunar, en las cafeterías no hay comida... ésta has de comprarla en pequeñas panaderías/pastelerías donde te ponen en bolsitas de papel tus caprichos matutinos favoritos y así luego te los llevas a comer a la terraza de la cafetería elegida... donde los cafés siempre se sirven acompañados de un vaso de agua.
Zonas peatonales como la calle Gajeva, Llica -principal área comercial-, o Tkalciceva -zona de reunión de jóvenes y llena de tiendas con tesoros locales- no pueden faltar en tu itinerario.
Estos son algunos lugares a visitar, todo a pie.
La Catedral de Zagreb es el edificio religioso más importante de Croacia y uno de los símbolos de la ciudad. Se trata de una impresionante construcción gótica con dos torres gemelas que se elevan sobre el cielo. Zagreb sufrió un terremoto en 2020 que destruyó, entre otras cosas, una aguja de esta Catedral. Estaba en obras...
La iglesia de San Marcos: otra de las joyas arquitectónicas de Zagreb y uno de los edificios más fotografiados de la ciudad. Construida en el S. XIII, se encuentra en pleno corazón de la Ciudad Alta, con un espectacular tejado multicolor con los escudos de armas de Croacia, Dalmacia, Eslavonia y Zagreb.
La Torre Lotrščak: una torre defensiva del S. XIII que formaba parte de las murallas medievales de la ciudad. Desde su cima se puede disfrutar de una magnífica vista panorámica de Zagreb y sus alrededores. La torre es famosa por albergar un cañón que dispara todos los días a las 12am, una tradición que se remonta al S. XIX y que sirve para marcar el tiempo a los ciudadanos. Vaya susto!.
El Funicular de Zagreb es el medio de transporte más antiguo y más corto (64 metros) de la ciudad. Une la Ciudad Baja con la Ciudad Alta en solo 55 seg. Inaugurado en 1890, conserva su aspecto original, con dos vagones azules que funcionan con electricidad.
El Museo de las Relaciones Rotas: uno de los museos más originales y curiosos que ver en Zagreb. Se trata de un espacio dedicado al amor, al desamor y a todo lo que queda después de una ruptura sentimental. El museo expone objetos personales donados por personas anónimas que cuentan sus historias de amor fracasado, desde las más tristes hasta las más divertidas.
El Mercado Dolac funciona desde 1930 al aire libre y es el más famoso y concurrido de Zagreb. Se encuentra en la plaza del mismo nombre. Un lugar ideal para conocer la vida cotidiana de los zagrebienses y para comprar productos frescos y locales como frutas, verduras, quesos, embutidos, flores y artesanías.
Funciona todos los días desde las 7:00 hasta las 15:00 horas, excepto los domingos que cierra a las 13:00 horas. Mejor ir a primera hora. Las típicas sombrillas rojas que cubren los puestos son todo un icono de Zagreb. Debajo del mercado hay otro mercado, ya con carnes y pescados.
La Puerta de Piedra: uno de los vestigios de las antiguas murallas medievales de Zagreb y uno de los lugares más sagrados de la ciudad. Se encuentra en la calle Kamenita, que conecta la Ciudad Alta con la Ciudad Baja. La puerta tiene una capilla dedicada a la Virgen María, cuya imagen se salvó milagrosamente de un incendio en el S. XVIII. Es un lugar de peregrinación y devoción
En las plazas de Zagreb puedes ver una cartelería brutal con todos los sitios para visitar: muestran junta "toda" su artillería turística. Un exceso...
Como siempre, me gustó más perderme por lugares poco turísticos para captar una esencia diferente... porque además no soy mucho de monumentos...
Fuimos a un lugar muy especial que nos encantó, una "rareza" poco conocida en Zagreb: el Tunel Gric, un tunel con algunas ramificaciones que dan a diferentes calles de Zagreb. Se construyó debajo de la parte alta de la ciudad como refugio ante los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial. En 2016 se rescató y se ha convertido en una (escondida) atracción turística, albergando a veces espectáculos, exposiciones, etc. Merece la pena visitarlo, no es muy grande, mide unos 350m.
Otros rincones en Zagreb...
Día 3. PARQUE NACIONAL DE LOS LAGOS DE PLITVICE – ZADAR (1 noche)
Google Maps fue un aliado imprescindible y te recuerdo que, si tu línea móvil es europea no pagas nada por el roaming en Croacia (no así en Bosnia Herzegovina, donde deberás tener cuidado en la zona fronteriza para no tener activado el roaming cuando el operador sea ya bosnio... porque pagarás mucho).
Tras 140 km llegamos a un precioso lugar de exuberancia natural y acuática.
El Parque Nacional de los Lagos de Plitvice alberga 16 lagos de color turquesa conectados por cascadas y rodeados de bosques. La entrada al parque cuesta 40 eur. Mejor sacarla anticipadamente por internet para asegurártela: en verano se pueden agotar. Pero hazlo directamente en la web del parque y no en las de intermediarios oportunistas (más caras y confusas). El parque se puede visitar todos los días desde las 7h hasta las 20h en verano y desde las 8h hasta las 16h en invierno.
Los colores son los protagonistas de este inmenso parque en el que disfrutas de cascadas, lagos y 4 rutas senderistas de diferentes duraciones. Rutas perfectamente señalizadas te adentrarán, a través de pasarelas de madera, en las entrañas de Plitvice, donde también podrás disfrutar, usando la misma entrada de acceso, de un (lentísimo) barco transbordador eléctrico por un lago más un autobús de regreso si lo deseas. Mejor acceder por la entrada nº 1, siendo el itinerario más recomendable el C (casi 4h). Lleva mucha agua y algo para comer si no quieres pagar de más por un mediocre y caro perrito o hamburguesa dentro del parque.
La erosión de la fuerza del agua sobre la roca caliza ha creado, a lo largo de millones de años, un fantástico paisaje kárstico. Se trata de un mosaico de lagos en distintas altitudes comunicados por 92 cataratas. El agua es la protagonista constante, a través de los riachuelos, las cascadas, los hayedos, y el sonido que invade todo el recorrido. Está prohibido bañarse y en verano hay mucha gente. Demasiada (aunque no lo veas en las fotos).
ZADAR
A unos 120 km al sur de Plitvice llegamos a Zadar, ciudad costera que logró renacer de sus cenizas tras los bombardeos sufridos durante la II Guerra Mundial.
Hoy en día, paseas por sus calles y ves catedrales, ruinas romanas y el arte contemporáneo que decora sus vías más transitadas. El casco antiguo está en una península, rodeada de un paisaje de pinares que se asoman al mar, y todo su suelo es blanco y satinado...
Por Zadar pasaron desde los romanos a los bizantinos pasando por el imperio astro-húngaro. Y tiene una reciente historia manchada de negro ya que también fue duramente bombardeada por los serbios durante la Guerra de los Balcanes: ahora está perfectamente reconstruida y se ven pocas huellas de la tremenda guerra que azotó esta región en los años 90.
La puesta de sol fue preciosa... pero leí que es "de las bonitas del mundo", en fin... lo dirá gente poco viajada.
Junto a él, otra icónica "obra de arte": el “Órgano de mar”, un sistema de tuberías que forman escalones a lo largo de 70m de muelle donde las olas rompen provocando un tenue sonido muy particular: es la música del mar?. Poca cosa...
Lo mejor es sentarse en este punto y disfrutar de la fabulosa puesta de sol, siempre y cuando no te lo impidan las hordas ruidosas de turistas que pasan a pocos metros de ti...
La antigua capital de la Dalmacia romana tiene calles empedradas y una arquitectura bien conservada.
Esta ciudad amurallada con sus barcas atracadas en los laterales de las puertas de entrada tiene un encanto especial. Zadar podría ser una de esas ciudades discretas y con encanto que mantiene un aire personal y genuino... aunque el turismo puede que la esté cambiando ya demasiado.
Por la noche había mucho ambiente por las calles, onda Ibiza.
Aunque esta pequeña joya en el Adriático recibe solo una fracción de los turistas que Split o Dubrovnik, sigue creciendo en popularidad y no es difícil ver por qué.
El casco antiguo cuenta con ruinas antiguas que incluyen un foro romano y antiguas murallas venecianas, y el paseo marítimo es un sitio muy chulo para pasear.
Una terracita para cenar?
Me encantaron el Mercado del Pescado y el de frutas y verduras.
Pero el mayor interés turístico de Zadar reside principalmente en el centro histórico de la ciudad amurallada. Allí se encuentran los lugares que todos visitan:
Ciudad amurallada y puertas de la ciudad: Todo el casco histórico de Zadar está amurallado y tanto las murallas como las puertas de acceso son Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. La puerta más famosa es la Puerta Terraferma construida a mediados del S. XVI durante la época veneciana.
Plaza de Narodni trg; Independientemente de la puerta por la que entres a la zona amurallada de Zadar, te recomiendo que tu primera parada sea la plaza principal del casco viejo, Narodni trg. Allí encuentras la oficina de turismo de Zadar, un buen punto de partida para hacerte con un plano y tener un poco más de información para patear la ciudad.
Catedral de Santa Anastasia, construida entre el S.VII y el XIV. Puedes entrar gratis. Es el lugar religioso más importante de Zadar.
Iglesia de San Donato: el centro de Zadar cuenta con un montón de iglesia. Me llamó la atención, y está justo al lado de la Catedral, la Iglesia de San Donato, con una planta redonda...
Foro Romano: Es el más grande de Croacia. A día de hoy sólo quedan varios restos de columnas antiguas. Cerca está la Columna de la Vergüenza, donde antiguamente encadenaban a los presos.
La Plaza de los Cinco Pozos: Antiguamente desde estos pozos se abastecía de agua a toda la ciudad. Un lugar curioso.
DÍA 4. SIBENIK – TROGIR (1 noche)
Dejamos atrás Zadar y conducimos 1 hora para llegar a la localidad de Sibenik, con callejones empinados y estrechos que te llevan a la fortaleza de Santa Ana y San Juan. La catedral, considerada Patrimonio Mundial, está construida exclusivamente con piedra.
Sibenik tiene un casco histórico interesante. En esta bonita ciudad puedes detenerte un par de horas y tiene buenos restaurantes.
Trogir es una de las ciudades con más encanto de la costa. Es Patrimonio UNESCO y tiene cierto aire veneciano, con un bonito paseo marítimo y un casco antiguo precioso, con estrechos callejones adoquinados y de piedra resbaladiza por el paso del tiempo en el que dejaron huella griegos, romanos y venecianos.
Pura historia plasmada en diversos ejemplos arquitectónicos como palacios, iglesias, torres y fortalezas. Hay que cenar en uno de sus restaurantes con acogedoras terrazas interiores. Arcos y pasadizos medievales, plazas diminutas y palacios gótico-renacentistas le dan un toque perfecto para perderse por sus calles.
Es una “pequeña Dubrovnik”, una cucada de ciudad medieval amurallada que puedes recorrer a pie sin problema. Su propia situación la hace una parada ideal y conveniente en tu road-trip por Croacia. Y es que cuenta con uno de los cascos antiguos mejor conservados de Croacia. Para acceder a la parte antigua deberás hacerlo por uno de los dos puentes que la unen a tierra firme.
Debes encontrar un lugar para estacionar antes de cruzar el puente, ya que será casi un 50% menos costoso y solo tienes que caminar unos 200m más.
Día 5. SPLIT (1 noche)
Al día siguiente salimos hacia Split, con altas expectativas... que luego no fueron para tanto, la verdad. Antes de llegar al apartamento, fuimos a Kasjuni Beach, playa cercana a Split pegada a un acantilado con cuevas, hasta que fuimos a hacer el check-in.
Split es un destino turístico increíblemente popular, pero en mi road-trip por Croacia y Bosnia H., , con 1 sola noche fue para mí suficiente.
Split es base de operaciones para explorar las islas a las que se puede acceder en ferry (y coche), como hice para pasar 2 noches en la isla de Hvar y, desde allí ir en catamarán a la isla de Brac. Eso estuvo mucho mejor.
Nada más llegar a esta bonita ciudad costera me llamó la atención la cantidad de gente que había… muchas familias y muchas terrazas. También las edificaciones, en su mayoría construidas con piedra blanca.
Para mí sin duda algo sobrevalorada, y no solo por la incomodidad de un turismo consumista y voraz, de Split había leído que perderse por sus calles de era disfrutar de una perfecta combinación entre edificios clásicos y modernos. La verdad es que junto a las columnas del antiguo peristilo del Palacio se reparten hoy muchas cafeterías y tiendas, hoteles, palacios… y B&B.
Si visitas la segunda ciudad de Croacia tienes bastantes papeletas para pasar mucho rato dentro de una imponente fortaleza amurallada, el Palacio de Diocleciano, con más de 200 edificios que alguna vez fueron miles: una lujosa villa de planta rectangular que ocupaba 38.000 m2.
Originalmente construido por el emperador romano Diocleciano a principios del S. IV dC, hoy es el corazón y el alma de Split. Patrimonio de la Humanidad y un verdadero paso por el túnel del tiempo que lleva ahí 17 siglos. Una mini-ciudad dentro de Split y lugar perfecto para perderse callejeando: un barrio laberíntico repleto de comercios y monumentos… y un ambiente bonito aunque muy turístico. Está extraordinariamente bien conservada y aún hoy viven intramuros unos 3.000 vecinos. Sirvió de decorado para series como Juego de Tronos.
Split estaba muy sobrepasado de gente, y el encanto se reduce inevitablemente.
Muy caro todo… pero aún no había llegado a Dubrovnic.
Día 6. ISLA DE HVAR (2 noches)
Al día siguiente tomamos un ferry a la isla de HVAR (se pronuncia “juár”). 124 eur ida y vuelta para 2 personas y un coche pequeño. Una isla (no tan) tranquila y rural pese a los barcos y yates…Hvar es una ciudad medieval, con palacios góticos, murallas del S. XIII, suelos de mármol… y muchos bares y restaurantes…
La isla de Hvar concentra bonitos paisajes salpicados de campos de lavanda, días soleados, tranquilidad y, para aquellos que lo busquen, una imparable vida nocturna.
Darte el "lujo" (literal, por precio) de disfrutar de una bebida mientras contemplas las inigualables vistas al mar desde cualquier rincón de esta elegante isla, es una gozada..
Dia 7. ISLA DE BRAC
Al día siguiente, desde la isla de Hvar, tomamos un catamarán para pasar unas horas en la isla de Brac. 40 eur ida y vuelta por persona en solo 40 min. Brac tiene la montaña más alta de toda la costa dálmata, con 780m.
Llegamos al puerto de Bol, cerca de la (sorprendentemente) famosa playa Zlatni Rat (en español “Cuerno de Oro”) que encuentra a escasos 3km. Hay dos formas de llegar hasta esta playa, puedes ir andando, o tomar un barquito que por 4 eur te lleva desde Bol hasta la misma playa.
Zlatni Rat es un apéndice (no de arena, sino de piedrillas) que divide en dos una incómoda playa que en total mide poco más de 600m. El mar Adriático es de un azul intenso. Su lengua se adentra hasta 200m en el mar formando una especie de “cuerno dorado” que altera su forma según decidan viento y mareas. Petado de gente.
Claramente sobrevalorada, esta playa solo seduce por su fotografía aérea, así que me dediqué a verla y explorarla desde otras perspectivas más interesantes.
Varios chapuzones y la cerveza en los bares de la playa... carísima. Comimos en un estupendo restaurante de Bol y, en una vinoteca compramos 10 botellas de vino croata…que regresaron a Bilbao intactas.
Con tiempo podrías hacer un recorrido por otros pueblos de esta isla, como Supetar, Splitska, Postire, Sutivan o Milna
Días 8 y 9. OMIS – BOSNIA: CASCADAS DE KRAVICE- POCITELJ - MOSTAR (2 noches)
Y es que en un radio de apenas 500m coinciden el mar, un río, dos montañas y una ciudad con un bonito centro histórico repleto de bares, restaurantes y ambiente marinero croata.
Omiš es un lugar bastante desconocido de Croacia, lo que aumenta su atractivo. Durante dos siglos, estuvo gobernada por piratas que hostigaban las rutas comerciales del Mediterráneo.
La desembocadura del río Cetina y lo agreste de la geografía les daba protección. El Cetina es un río color esmeralda que tiene 102 km y pasa al pie de la montaña Dinara –la más alta de Croacia, con 1831m– y enlaza Vrlika, Sinj, Trilj y Omiš, en la región de Dalmacia, hasta desembocar en el Adriático. Hoy, en lugar de piratas, hay piragüistas que descienden entre meandros decorados con cabañas de pescadores.
BOSNIA y HERZEGOVINA
Tocaba ya cruzar la frontera con Bosnia Herzegovina. El paso en coche fue algo lento. Pasaportes y listo.
Meter a Bosnia Herzegovina en mi road-trip por Croacia fue un acierto pleno. Enclavada en el corazón de los Balcanes, dicen que posee algunos de los lugares más bonitos de la antigua Yugoslavia.
Compartiendo frontera con Croacia, Montenegro y Serbia, la tranquila Bosnia brinda la oportunidad de llevar a cabo un viaje por unos Balcanes cuya alma dicen que es común. Bosnia todavía suena a territorio en conflicto pero la terrible guerra tuvo lugar en los años 90, duró dos años y medio y terminó en diciembre de 1995.
La sorpresa es encontrarse con un país balcánico en estado puro, una tierra de áspera belleza que conserva cicatrices de una brutal guerra, pero que hoy ofrece una naturaleza preciosa, una interesante mezcla de culturas y una espontánea hospitalidad a sus visitantes, que todavía no son muchos.
Antes de llegar a Mostar, donde íbamos a estar 2 noches, hicimos dos interesantes paradas:
CASCADAS DE KRAVICE (o KRAVICA)
A 30 km de la frontera, primero visitamos las Cascadas de Kravice a solo 40 km ya de la fantástica Mostar. Ubicadas en la zona más calurosa del país, son un auténtico oasis rodeado de un entorno precioso y fotogénico.
Y es que el río Trebizat deja allí uno de los espectáculos naturales más impresionantes del país. Cuenta con 200m de saltos de agua de más de 25m por diez puntos, que desembocan en un precioso lago de color turquesa.
CIUDAD FORTALEZA DE POCITELJ
Con vistas al río Neretva, Počitelj parece haber nacido de la misma montaña sobre la que se alza.
Este pequeño pueblo a menos de 30 km de Mostar, es parada obligatoria si visitas Bosnia y Herzegovina. Tiene una larga historia como ciudad fortificada, y desempeñó un papel de gran importancia estratégica durante la época medieval bajo el gobierno húngaro.
Durante la ocupación otomana en cambio, fueron construidos los edificios protagonistas de la vida pública, como mezquitas, el hammam y los baños turcos, las escuelas y la torre del reloj. El lugar es muy interesante para ver los restos de las culturas otomana y bizantina. En 1996 fue añadido a la lista de los 100 lugares con patrimonio cultural más amenazado del World Monuments Watch.
Ahora podemos vislumbrar sólo una parte de la belleza original de este lugar porque aunque se ha conservado casi intacto hasta el siglo pasado, la guerra de los 90 perjudicó gravemente a muchos de estos edificios preciosos.
Este edificio, construido a mediados del 1500, ha sido restaurado varias veces: la última remodelación se inició en 2002 y sacó a la luz otra vez la cúpula y el minarete, destruidos por las bombas de la guerra de 1993.
Subí hasta la fortaleza que domina la ciudad, con un paisaje realmente impresionante en medio de una quietud reparadora, un lugar para respirar tranquilidad y donde escuchar el pasado que todavía se mantiene atrapado entre las piedras. Recordaba la marabunta de Split, vaya contraste…
MOSTAR
Todas esas localidades corresponden a lo que hoy es Bosnia y Herzegovina, uno de esos seis países independientes surgidos del "paraíso de la autogestión" en tiempos de Tito.
Recorriendo las calles de Mostar percibí una ciudad joven, tolerante, multicultural, multirreligiosa, alegre y festiva. Es un lugar, en el que nos resultaba muy complicado encajar que hubieran estado matándose a tiros y bombas hace tan sólo 30 años, toda llena de francotiradores.
El Stari Most, el puente que fue símbolo inequívoco de la convivencia pacífica y de la armonía entre oriente y occidente durante cientos de años, fue bombardeado por la milicia croata (HVO) a las 10.15h del 9 de noviembre de 1993.
Los testigos del bombardeo cuentan como el rio Neretva, uno de los más fríos de Europa, comenzó a ‘sangrar’: sus aguas verdes se tiñeron de rojo y hubo quien dijo que Dios mismo estaba castigando al pueblo de Bosnia. Esta “sangre”, obviamente, tenía explicación científica: entre los componentes de las piedras del puente había un mineral que al entrar en contacto con el agua provocaba este efecto. Pero la imagen de un río que llora con sangre la autodestrucción de su pueblo parece apocalípticamente acertada. Aquella mañana el río Neretva no solo fue golpeado por toneladas de roca y piedra que vigilaban la ciudad desde 1566, con el puente se derrumbaron las esperanzas de una paz que cada vez se veía más lejana.
La guerra siguió su curso acabando con miles de vidas y hoy el recuerdo de aquel “grito” se ha plasmado en la inmensa cruz que domina el monte Hum, a las afueras de la ciudad.
Han pasado 30 años y hoy Mostar es una ciudad muy turística, bonita a rabiar.
Su puente fue reconstruido en 2004 con las mismas piedras rescatadas del fondo del río y los golpes de artillería se han sustituido por miles de clicks de cámaras de fotos.
El centro de la ciudad es una auténtica joya, con sus mezquitas, sus tiendas de artesanía, sus (no tan) tranquilas calles y su gran emblema: el puente. Desde sus 24m de altura se obtienen unas vistas maravillosas, aunque algunos se lanzan al frío río… una vez que en el gorrito se consigue una cifra por la que estén dispuestos a jugarse la vida con un salto que requiere gran habilidad.
Fue el general bosniocroata Slobodan Praljak quien ordenó destruir el emblemático puente de Mostar, y se suicidó en 2017 con veneno en plena sesión judicial en el Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia en La Haya, en protesta por la confirmación de la sentencia que le condenaba a 20 años de prisión por crímenes de guerra y de lesa humanidad contra civiles musulmanes.
En la preciosa Mostar basta con salir de las calles centrales para encontrarse con una ciudad llena de cicatrices. Sus muros acribillados, las fachadas de los edificios tiroteados, los techos destrozados, los edificios abandonados, son los que sufren en silencio las heridas de la guerra.
Y están allí, a escasos metros de los turistas que comen cevapi y beben cerveza sacándose selfies delante de un puente que parece un arcoiris de piedra. Los edificios se reconstruyen pero, ¿qué pasa con las personas?.
Días 10, 11 y 12. BLAGAJ – DUBROVNIK (3 noches)
Ya en dirección a Dubrovnic, a solo 15 km de Mostar, se encuentra el hermoso y tranquilo Blagaj Tekija, un monasterio derviche del S. XVI, todavía en funcionamiento.
Es un precioso lugar para visitar y una parte de la historia de Bosnia. El río Buna es uno de los tantos ejemplos de los ríos cársticos subterráneos del área. Lo ves saliendo de un acantilado con una pared de 240m. Cuando llegaron los otomanos, el sultán de la expedición quedó maravillado con este espectáculo natural y por ese motivo mandó construir un Tekija (especie de monasterio) al lado del agua. Hay una cueva donde te meten en un pequeño bote y algunos restaurantes.
Los Derviches son una hermandad sufí conocida por su ascetismo, estilo de vida que persigue la purificación del espíritu a través de la privación de los placeres materiales. En este culto abrazan la abstinencia, la soledad, la reclusión, la pobreza y el ayuno, y se predica la dimensión más mística del islam en la que la contemplación pacífica de la naturaleza juega un papel muy importante. En este lugar, 3 noches por semana, los Derviches realizan sus cánticos de alabanza a un Dios llamado Zikr mediante un ritual especial.
La casa cuenta con una mezcla de arquitectura otomana y estilo mediterráneo. Tiene un bonito acabado de madera de doble fachada blanca, techos de piedra, suelos cubiertos de alfombras, balcones, puertas talladas y baños con un techo de vidrios coloridos en forma de estrella.
Durante muchos siglos, este lugar se usó como lugar de encuentro para disfrutar de tertulias amistosas sobre temas científicos. En la actualidad, se sigue manteniendo esta tradición. Está abierto todos los días y la entrada es de 5€.
DUBROVNIK
Tras 140 km desde Mostar, llegamos a Dubvronik, en cuyo aeropuerto dejamos nuestro coche de alquiler. Un taxi nos llevó por 40 eur a nuestro apartamento, algo cutre pero en una ubicación inmejorable. 2 maletas medianas y una caja con 10 botellas de vino nos impedían tomar un autobús.
Se la conoce como "La perla del adriático" pero una masificación absoluta, precios desorbitados y un calor agobiante en verano obligan a calificar Dubrovnik más bien como "El infierno del Adriático" y un destino más aconsejable en temporada baja.
Es una ciudad de moda en toda Europa, con masivas llegadas de visitantes por tierra, mar y aire. Tanto fuera como dentro de la ciudad amurallada, ves continuamente carteles de “vivienda turística” por las calles y sus portales. Algo exagerado. Desconozco si los precios bajarán en temporada baja pero, en Agosto, he pagado 15 eur por un menú de desayuno con 4 tostadas pequeñas, un zumo de bote y dos piezas de mermelada y una de mantequilla.
Dubrovnik tiene varias playas donde te puedes bañar, tomar el sol o practicar deportes acuáticos.
Las playas son pequeñas, de piedra o roca, pero tienen aguas cristalinas y limpias. Algunas de las playas más populares y concurridas son la Playa Banje, la Playa Copacabana o la Playa Lapad. Otras playas más tranquilas y apartadas son la Playa Sveti Jakov, la Playa Buza o la Playa Betina. Todas petadas.
Un secreto: hay una cala escondida (Kupaliste) que es una pasada: llegas caminando 10 min. desde el centro, por un camino costero y cuando llegues a este cartel (foto), bajas unas escaleras. Salvaje... y sin turistas.
Dubrovnic está rodeada de varias islas que se pueden visitar en barco desde el puerto viejo. Hay muchas agencias, es una churrera.
5- EL "PROBLEMÓN" TURISTICO EN DUBROVNIK
Aunque sí hay multas por orinar o ir sin camiseta, no queda claro si por el momento el Ayuntamiento impondrá multas por ir con maletas de ruedas en el centro.
Pero, tal y como afirma el alcalde, sí que se creará un plan para que los viajeros dejen sus maletas en un punto turístico, y desde allí (pagando una tarifa), se trasladen al hotel o lugar que ellos deseen. De esta manera, se reduciría la contaminación acústica.
Es probable que la furia local aumente conforme lo haga también la cantidad de turistas. Se tomaron ya medidas contra los vendedores callejeros, se limitaron el número de mesas exteriores en los restaurantes que plagan los antiguos callejones y -lo más importante- se ha buscado tener más control sobre los cruceros que llegan con miles de pasajeros a la ciudad vieja.
Millones de gracias por este magnífico post, tan detallado y con información tan valiosa, estoy organizando mi viaje de Croacia en agosto (ya lo sé, malas fechas y voy a última hora, pero es lo que tengo de vacaciones :) ) y no he encontrado antes nada igual a este artículo. Muchas gracias, no me había planteado pasar a Bosnia y después de leerte me apetece mucho.¿ Hay algún documento especial necesario para cruzar en coche y alojarte ? Muchas gracias, Óscar.
ResponderEliminar